Eduardo E. Saxe Fernández

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EDUARDO E. SAXE FERNÁNDEZ

(1948)

 

Nació en Cartago el día 16 de junio del año 1948. Es hijo de Eduardo Saxe Gutiérrez y Zulia Fernández Luján. Hizo los estudios primarios y secundarios en esa ciudad. Estudió en la  Universidad  de costa Rica Filosofía y trabaja en la Universidad Nacional de Heredia como profesor de diferentes materias relacionadas con el pensamiento filosófico, la sociedad y la Política Internacional, desde 1973. Ha sido Director de la Escuela de Filosofía en varias ocasiones.

Es autor de innumerables artículos sobre diversos temas del pensamiento contemporáneo, publicados en diversas revistas del país y fuera de él. Además ha escrito algunos libros sobre una variada temática. Entre otros, Colapso mundial y guerra (2005), De la ciencia y la ideología...(1978), Filosofía y teoría general de sistemas en el pensamiento de A. Rapoport Revista Filosofía, V 27, No. 60), G. Bachelard y la epistemología histórica ( Revista Filosofía V 24, No. 60) y más.                                                                                                                                                      

                                                                                                                                                       

 

LO QUE HA ESCRITO EDUARDO E. SAXE FERNÁNDEZ

 

NOVELA

 

1. Amor en la selva (Leyenda Costarricense): 2000

 

Es la única novela que conocemos del autor. La llamó Amor en la selva (Leyenda Costarricense) y la publicó en el año 2000.1

 

Es una novela tradicional, de clásico narrador-autor, logocéntrica, lineal y de aventuras amorosas homosexuales. Tiene muy escaso valor literario. Es básicamente descriptiva y ensayística. El planteamiento ideológico radica en defender la tesis respetable de que el amor, la amistad y la relación humana van más allá del distintivo natural del sexo. Así defiende las relaciones homosexuales como sentimientos humanos propios de la libertad del hombre y la descontaminación cultural ha que ha estado expuesto por culturas puritanas y moralistas, sobre todo la imposición ideológica de la religión católica.

 

La novela destaca la relación amistosa de dos jóvenes cartagineses de familias ricas y aristócratas de 1910, hasta el año 1916, cuando termina la novela en el volcán Barba  con el último acto de liberación sexual de los personajes masculinos, en una especie de ritual apoteósico y eufórico de celebración del triunfo liberador del sexo entre iguales.

 

"Maurice y Alec por el Sur,

Mócata y Manuel por el Este,

don Carlos y don José por el Oeste,

y lógicamente, nosotros dos por el Norte."1

 

Es la tesis de la novela. Los jóvenes, al final, se casan con dos hermanas respectivamente de cada uno de ellos, forman un hogar respetable, tienen hijos y se incorporan a la sociedad cartaginesa. Sin embargo el verdadero amor, según la novela, continúa dándose a escondidas entre los jóvenes y sus padres. Se dan dos planos: el "real", el social, el que todos ven, el de la crónica social y el sermón del cura, los domingos en misa y el real oculto, el privado. La novela descubre el mundo de las caretas. Por un lado el mundo que aparentamos y por el otro el real que ocultamos, los dos discursos de la sociedad hipócrita, a través de las relaciones sexuales del hombre.

 

El terremoto de Cartago le sirve de contexto para iniciar una relación amorosa entre los jóvenes Luis y Cristóbal. Ambos son jóvenes, apenas terminan el bachillerato y vecinos. Sus familias son adineradas y pertenecen a la clase gobernante. Sus padres son comerciantes y los hijos descubren que al igual que ellos tienen relaciones homosexuales secretas.

 

La ciudad de Cartago en ese entonces, como ahora, mostraba una moral católica que censuraba cualquier acto que se saliera de los estrechos cánones morales por ella impuestos a los habitantes. No aceptaba relaciones sexuales entre personas del mismo sexo y el pueblo reprochaba y rechazaba a quienes osaban violentar esos preceptos. Era y es una ciudad moralista y si se quiere ser más fuerte, como en la novela, hipócrita, porque predicaba una moral que en privado violaba, tal y como acallan los dos respetables padres de los muchachos. Eran los tiempos de la muy noble y leal ciudad de Cartago y que hoy tantos añoran, de los "hijos de algo", blancos, españoliticos, riquillos, cultos, únicos, los cartagos, los hijos de Oreamunos, Jiménez, Fernández, Guzmanes, Villanuevas, González y Juárez. Familias aristocráticas, gobernantes, a pesar de algunos cachinvalillos furtivos, que no se mezclaban (¿lo harán hoy?) con los de abajo, los sirvientes, los negros y los indios a quienes, como en la novela explotaban y violaban como amantes pero nunca como esposas. Era la época de los llamados Olimpistas y su más admirado ejemplo lo constituyó Ricardo Jiménez Oreamuno, el tres veces presidente de Costa Rica.

 

El otro contexto está representado por Inglaterra que era el lugar donde los ricos cafetaleros, ganaderos y comerciantes, enviaban a estudiara, sobre todo derecho a sus hijos, para que a su regreso defendieran sus riquezas. En esos años el joven Luis vive y disfruta de la época puritana, victoriana de Londres y le corresponde compartir en algunas fiestas con autores del grupo llamado Bloomsbury, cuyo personaje más famoso lo fue la escritora Virginia Wolf (1882-1941), que por ese entonces podría tener unos 30 años. En el grupo, conocido como Grupo de Bloomsbury, participó --además de Bell y otros intelectuales londinenses-- el escritor Leonard Woolf, con quien se casó Virginia en 1912. En 1917 ambos fundaron la editorial Hogarth. Virginia es la autora de la novela  AL Faro: 1927 La historia es el resultado de la vida interior de los personajes. Los efectos psicológicos se logran a través de imágenes, símbolos y metáforas, lo que comúnmente se ha dado en llamar, el fluir de conciencia. Los personajes se despliegan gracias al flujo y reflujo de sus impresiones personales, sentimientos y pensamientos: un monólogo interior en el que los seres humanos y sus circunstancias normales aparecen como aspectos fuera de lo común. Influida por el filósofo francés Henri Bergson, Woolf, como el escritor francés Marcel Proust, se adentra en una nueva idea del tiempo. Los acontecimientos en La señora Dalloway abarcan un espacio de doce horas y el transcurso del tiempo se expresa a través de los cambios que, paso a paso, se suceden en el interior de los personajes, en la conciencia que tienen de sí mismos, de los demás y de sus mundos caleidoscópicos, es el llamado tiempo interior, psicológico. De sus restantes novelas, Las olas: 1931 es la más evasiva y estilizada, y Orlando: 1928, basada en la vida de su amiga Vita Sackville-West, es una fantasía histórica a la vez que un análisis del sexo, la creatividad y la identidad.

 

Virginia era casada y se suicidó, al tirarse a un río, con ese propósito. Se convirtió en un símbolo de la defensa de los derechos femeninos tan restringidos en ese momento en Londres. En Costa Rica las técnicas literarias empleadas por ella reciben atención hasta la generación de 1942, cuando Yolanda Oreamuno las emplea con éxito en su novela La ruta de su evasión: 1943. Virginia perteneció a la generación de 1912y fue precursora de los nuevos paradigmas de la literatura moderna, que fue llamada Mundonovista en Latinoamérica y fue la tercera generación del período naturalista que conducía el modernismo por la senda literaria de los nuevos paradigmas polifónicos. Lástima que  a Eduardo no le interesara el aspecto literario. Por cierto que cuando el narrador-autor se refiere a la Compañía Bananera, alude a La Mamita Yunai y dice: "como le decían en Alajuela". Ésta es una imprecisión histórica porque Carlos Fallas (1909-1966), el autor de Mamita Yunai: 1941, aún no había publicado la novela (tendría un año) y en ese tiempo y antes de él nunca se le llamó así. Fallas de lo verosímil novelesco con respecto a sus referentes históricos.

Otros escritores, cita el autor de la novela, ligados con la defensa del homosexualismo, tales como Oscar Wilfe (1854-1900), E, M. Forster (1879-1970), autor de la novela Maurice: 1971, escrita entre 1913 y 1914) y La vida futura (1924, libro de cuentos escritos a lo largo de su vida) tratan ambos de la homosexualidad, y no se publicaron hasta después de su muerte. Eduardo toma de esta novela los personajes Maurice Hall, Halec Scudder y Clive Dirham y los incorpora en su texto. En ambos casos lo que interesa al autor de la novela es justificar, dar derecho, legitimar la homosexualidad como una práctica existente entre intelectuales sobresalientes de Europa en tiempos represivos y moralistas.

No encontramos, salvo lo señalado, otros aspectos que resaltaran la novela. Tanto la vida social de Cartago, como la política e histórica, fueron tratados con superficialidad y no se profundizó en ellos, pues posiblemente ése no era su interés.

 



1 Saxe Fernández Eduardo E. Amor en la selva (Leyenda Costarricense). Ed. ILPES, San José, 2000.

1 Saxe Fernández, Eduardo. Ob. Cit. p.187.

 

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1 Comment

Francamente me gusto mucho el libro, yo lo tengo, lo encontre en una compra-venta en plena zona roja de la capital.
Gracias a Eduardo por un libro tan humano, tan cálido, realista y hermoso.

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