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La Confesión y Flor Roja. Dos poemas de Virginia Grütter Jiménez

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LA CONFESIÓN

Qué de flores marchitas, qué de rodillas,
Qué de horas arenosas y amarillas,
De candelabros,
Yo hincada siempre hincada y suplicando.
Golpeando no sé dónde por mis entrañas
Desesperada
Por encontrar pecados
Dentro del alma.
Era como meterse la mano por la boca
Para sacar un mono o una sompopa.
Algo muy feo
Para poder mostrárselo al cura añejo
Que me esperaba austero tras la cortina
De aquel confesionario de negra harina.

Los panes rotos
De mis sueños sencillos, hasta aquel foso
Yo le llevaba
Como prendas de buena enreligionada
Y así aprendía
A odiar mis vanidades con mis sortijas
Y a buscar males
Donde sólo habría habido noches serenas
Pero me hincaba
Muy dentro de mí misma y le espetaba
Todo lo que podía ir recogiendo
En mis horas de santo recogimiento
De cas y ortigas
De sierpes venenosas y lagartijas
Lo que juntaba
En horas de ejercicio desmelenada
Y así aprendía
A creerme lo de afuera y lo de arriba
Que yo inventaba
A base de mi histeria dosificada.

Vírgenes dolorosas en sus sitiales
Caras almidonadas tras los vitrales
Mirando al cielo
Enseñando el camino de aquel consuelo
Me contorneaban
Y yo buscaba el suelo con la mirada
Toda cohibida
De no ser aceptable para esa vida
Cual fruta fresca
Que quiere sacar savia de rama seca.
Aprendí a mentir males para los otros
Yo soy vieja maestra en esos modos
Y ahora estoy aprendiendo en esta vida
A no mentirme males para mí misma.

 

FLOR ROJA

Detrás de la vitrina 
Está la flor fea 
La flor triste e hirsuta
la flor de piedra 
La flor que cuando llega
La madrugada 
Sólo tiene un sentido 
Con la mirada. 
La flor del campo
Temblorosa 
Busca el sol con los ojos
Entre las hojas
Y encuentra
Si agua le llega 
Rumor de mariposas
En sus orejas.
El campo limpio
Donde los labradores
Hicieron sitio.
¡Y si no miren 
ojos mortales 
la flor de la amapola
Por los trigales!

La flor del nacimiento
Y la de la novia
Suelen ser siempre blancas
¿Porqué no rojas?
Roja es la vida
Rojos los pajarillos
Roja la espiga
Todo lo que revienta
Suele ser rojo
Si se tiene bien limpio
Entrenado el ojo.
Las flores blancas
Si se miran bien vistas
Si no son santas
También son flores
Son música y palabras
Son de colores
¡Y si no miren
Ojos mortales

Sueño Profundo. Un relato de ciencia ficción por Laura Quijano Vincenzi

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SUEÑO PROFUNDO. UN CUENTO DE CIENCIA FICCIÓN POR LAURA PATRICIA QUIJANO VINCENZI

(El relato lo pueden leer en NGC 3360)

 

 

COMENTARIO

 

Sueño Profundo es un relato escrito por Laura Patricia Quijano Vincenzi que quedó de finalista en el XXI Certamen Alberto Magno de Ciencia Ficción de la Universidad del País Vasco, el año pasado. Pertenece al género maravilloso en la versión de Ciencia Ficción. Su estructura formal es la siguiente:

 

 

                                                                       

Comienza el relato en el centro de la historia. El personaje más importante, Sasha, la telépata, aparece sola, distante, distraída, enajenada, sin rumbo en un apartamento de la ciudad, sin casi deseos de vivir y más cercana al suicidio. Es una situación que se da dentro del marco de las leyes naturales y a todas luces es negativa. Es víctima de la separación de su compañero de trabajo Emanuel y también compañero sentimental. Esta interrupción tiene origen en la pérdida de un hijo y los consabidos sentimientos de culpabilidad sobre todo de parte del científico físico. Una llamada por parte de otro compañero de equipo, Noe interrumpe sus sinsabores y la retrocede a los inicios de su separación con Manuel. Le informa sobre una explosión que ocurrió hace cinco años en la base científica Calisto y las consecuencias derivadas de ella: Emanuel está en coma y le acompaña solo un robot, producto de su creación. Todo ha sido destruido en la base. El mensajero le solicita su ayuda pues considera que es la única que podría esclarecer la tragedia y volver la conciencia a su compañero y amante Emanuel. Le informa sobre los detalles conocidos, la traída de Emanuel y su robot al laboratorio terrestre y los misterios que envuelven la tragedia ocurrida. Esta es la P P (la prueba particular) que permite al verosímil del relato unir las leyes naturales con las leyes sobrenaturales que aquí en la versión de Ciencia ficción se convierten en leyes científicas posibles en un futuro no muy lejano y que se acercan a la teoría de la física cuántica. Es el personaje femenino Sasha el personaje que se convierte en el elemento mágico (en el relato, científico) capaz de resolver con sus poderes científicos telepáticos el enigma y volver a las leyes naturales como realmente sucede en el relato. Este momento estructural del relato abre la virtualidad del proceso más importante del relato. Si en los cuentos maravillosos, por ejemplo los de hadas, una virgen, un hada madrina con su varita mágica resolvía el problema planteado en la P P (prueba particular) con su elemento mágico fuese una varita mágica, un beso (en este caso pudo haber sido el beso de Sasha a Emanuel que permanecía dormido). Un anillo o un simple acertijo, en el caso de la ciencia ficción se acude a  la ciencia del futuro para resolver ese enigma. Sasha inicia así el proceso de comunicación telepática con ambos personajes: Emanuel y el robot. Ambos en igual situación, desconectados de la conciencia.

 

La Prueba fundamental se da después de un largo proceso de intentos por parte de Sasha por lograr comunicarse con Emanuel primero y luego con ambos. Es aquí donde se desarrollan las hipótesis y experimentos científicos propios de la ciencia especulativa pero verosímil. Es el conocimiento telepático y la física cuántica quienes auxilian los fundamentos científicos para resolver el enigma central del relato. El origen de la explosión y el estado clínico de Emanuel y el estado mecánico del robot.

 

Si la Teoría Cuántica es netamente probabilista pues nos habla de la probabilidad de que un suceso dado acontezca en un momento determinado y no de cuándo ocurrirá  ese acontecimiento, es entonces un marco propicio para la creación literaria y viajes temporales en el espacio y el tiempo hacia el pasado o el futuro. De tal forma que la telepatía se convierte en una herramienta inconmensurable en ese campo. Tendremos mundos paralelos, predicciones sino verificables verosímiles y la ciencia abre senderos enormes en el campo de la cibernética, nuclear (ahora con los cuantos) la fotografía y más. Esto explica el anhelo del científico Emanuel por crear un robot capaz de tener conciencia, poder de decidir sobre sus actos y no obedecer órdenes solamente. El experimento lo llevaría a la creación de robot muy cercano al ser humano.

 

"_Exacto. En los planteamientos del proyecto IGNUS había muchas más especificaciones y detalles al respecto.  Una larga serie de explicaciones relacionadas con los campos de coherencia cuántica, las teorías de la conciencia como fenómeno biofísico, y otros desarrollos, tanto de ingenieros en robótica, como de parte de algunos de los telépatas con quienes Emanuel trabajó y hasta con biólogos. Emanuel creía poder establecer una coherencia cuántica con un tipo de cerebro robótico basado en conexiones neuronales que imitaban la conformación del cerebro de un perro o de un mono.  Me dijo en alguna ocasión que ya era posible una comunicación mental entre máquinas y telépatas, pero eran simples artefactos receptores de órdenes para la transmisión de datos. Él, en cambio, deseaba desarrollar aparatos capaces de generar sus propias iniciativas y en estado de poder enviar mensajes mentales como emisores independientes"1

 

La situación final del relato es positiva. Emanuel recobra la conciencia y el robot obedece órdenes pero no se rebela. Podría indicarse, como ya algunos lo han hecho, que es un final feliz al mejor estilo de las películas americanas y quizás hasta evocara el final de los cuentos de hadas pues solo faltó la boda y el "fueron muy felices y comieron muchas perdices" pero ello no es, desde mi punto de vista justo. El autor escoge y decide sobre todo en la creación y esa es su determinación. Lo importante es que sea verosímil y coherente con ése, precisamente verosímil del relato y no lo que puede esperar un determinado lector.

 

Sí podríamos indicar que las preguntas retóricas intercaladas en el relato no le agregan nada para bien del relato y tampoco, como podría pensarse, estimulan el interés del lector. Son llamadas lingüísticas innecesarias  y estereotipadas. Si se prescinde de ellas el relato gana en vez de perder, calidad literaria.

 

Laura ha escrito un relato bien escrito, propio del género maravilloso en la versión de Ciencia Ficción, bien estructurado y con una calidad literaria calificada. Como es esperable esperamos que nos siga entusiasmando con sus obras literarias y ella las disfrute también.



1 Quijano Vincenzi, Laura Patricia. Sueño Profundo. http://www.ngc3660.es/index.php?option=com_content&view=article&id=1987%3Asueno-profundo&catid=36%3Aciencia-ficcion

Ámbar: poemario de Flory Chaves Quesada

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Con este poemario, publicado en el año 2008, Flory Chaves Quesada nos regala un ramillete de sensaciones e imágenes llenas de colorido, encanto y emoción. Escogí dos poemas para que el lector se adentre en ese manantial refrescante.

También acompaño esta nota con una foto del padre de Flory, Joaquín Chaves Barrientos que introduce su libro Un hombre, un pensamiento: Joaquín Chaves Barrientos en sus fuentes. Es una especie de biografí de él a través de las noticias y comentarios que se realizaron en revistas y periódicos de la época, cuando aún vivía y después de fallecido.

CONJUNCIÓN

 

Amigo,

construyamos un nuevo mundo,

un mundo nuestro.

¿Y los otros?

Qué más da,

no nos comprenden.

 

La música

y la poesía

juntas.

Horizonte abierto

para cantar,

para expresar

lo que del hombre más genuino es,

el amor,

la angustia

y la fe.

 

Los dos

esta tarde

nuestra mirada

pongamos

en lo que germina hoy,

en sus múltiples formas,

En colores diversos.

y en los pétalos

de esta delicada

 flor,

se encierra

el secreto

de la vida.

 

 

DESCANSA CORAZÓN

 

Es ya tu hora

descansa corazón

de la febril batalla,

la vida es una lucha

del hombre,

del animal,

de todo ser viviente.

 

Y

en este conflicto

encarnizado,

los fuertes vencedores

imponen presurosos

 

 

Rafael Cuevas Molina

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RAFAEL CUEVAS MOLINA (guatemalteco)

(1954)

 

 

Rafael Cuevas Molina nació en Guatemala el día 01 de enero, en el año 1954, Es de profesión filósofo. Llegó a a Costa Rica en el año 1983, proveniente de Venezuela y Rumanía, donde vivió varios años y estudió filosofía e Historia. Ahí obtuvo el  grado de Magister. Antes, en los años 1974 y 1976, había vivido en Costa Rica. Es el período más violento en Guatemala, después del huracán y el terremoto. En nuestro país encontró trabajo en la Universidad Nacional, tanto en el Departamento de Filosofía, como en el Centro de Estudios Generales y en el IDELA que es donde labora actualmente. Es casado y tiene cuatro hijas. También se dedica a la pintura y al dibujo. Es directivo del editorial EUNED.

 

Ha publicado en revistas variados ensayos sobre diferentes temas, sobre todo políticos.

 

 

LO QUE HA ESCRITO RAFAEL CUEVAS MOLINA

 

NOVELA

 

1. Vibrante corazón arrebolado: 1998

2. Al otro lado de la lluvia: 1998     Fue finalista en un certamen de EDUCA en 1976

3. Los rastros de mi deseo: relato de amor intenso: 2000

4. Pequeño libro de viajes: 2003

5. Recuerdos del Mar: 2004

6. Una familia honorable: 2008

 

POESÍA

 

1. Crónicas del centro que resplandece: 2004

 

La primera novela que escribió Rafael Cuevas Molina la llamó Vibrante corazón arrebolado y la publicó en el año 19981

 

Es una novela de evocaciones, de recuerdos, de imágenes. Novela circular, diseñada por tres imágenes relacionadas con el tiempo y el espacio social, desde una perspectiva emotiva, psicológica, individual. La imagen más importante es la que inicia y cierra la novela y se evoca en el tiempo mítico. Se trata de un niño en el corredor, en cursiva, a los pies del padre y frente a su madre, de pocos meses de edad, aún no camina, en el mismo inicio de la vida. La imagen se extiende, poco a poco, a una puerta-cárcel de madera con vidrios esmerilados, la intuida segunda planta, y vista desde fuera de la casa verde, esquinera, con un corredor, cerca del mar. Esta imagen, también mítica es gris, borrosa, sin contornos definidos, pero recurrente, reiterante, imborrable. Es como una ventana que evoca, no solo el tiempo del conocimiento mítico a través de las imágenes, sino el espacio primigenio de la naturaleza viva, arrolladora,, virgen, inviolable. El verbo de esta situación inicial a través de esta imagen es SER, desde la posición de un adulto, evocado desde ese presente biográfico, el inicio de su vida, a través de las imágenes. El espacio social es simple, natural, pacífico, una familia corriente en armonía con la naturaleza.

 

La segunda imagen evocada llega a través del sueño. Dos mujeres (abuela e hija) donde la segunda,  cuenta los sueños a la primera. Mata a su esposo, a sus hijas y se mata ella también en medio de la locura. El espacio es el cuarto, con ventanas cerradas, sin aseo, olvidado y la cama llena de muñecas y otros juguetes. Un reloj de péndulo en la sala. Ya el niño tiene cerca de cuatro años. Es una imagen profética. Seguidamente se abre la tercera imagen, el abuelo, jugando solitario sobre la cama, oyendo rancheras y el bus de las dos, violando el silencio de la imagen. Es la llegada del progreso, de la comunicación y da el nombre del lugar: Barrio de la Recolección de Guatemala.

 

Luego comienzan a presentarse algunas imágenes que codifican la historia como un mural: la casa, el niño, su padre, el pueblo, la playa y el mar, dentro de una escena campesina y su vida cotidiana. Este es el primer mural de la novela. Se abre el proceso de nuevas imágenes biográficas, el niño que camina por el pueblo y juega con el aro de una bicicleta, descubre la naturaleza, los volcanes y sus erupciones. Es una especie de lugar ameno, positivo, mítico, sin miedos ni temores, prístino.

 

Pero llega el momento de visitar el afuera, el exterior, el llanto, la tormenta, el miedo, el hambre, de la destrucción de la naturaleza. Empieza el proceso de formación, de posesionarse del más allá de su individualidad, del salir, del acto de la iniciación, de la posesión de la realidad social, del llegar a la ciudad, al campamento del dolor, del odio, del miedo, de la corrupción, de la hediondez, de la cárcel, de la violencia, del estiércol, del basurero como lugar de vida y alimento de los desposeídos. Su padre lo lleva a contemplar ese tétrico espectáculo. Entonces se abre la imagen de los indios y la conquista. Son pocas pero ofrecen suficientes elementos pictóricos  para saber cuál fue el resultado de la conquista. Es la imagen tremenda del basurero y ellos buscando en él el alimento para no morirse de hambre, huérfanos, pobres, sin nada, poseedores únicamente de su misma miseria. Algunos, trabajando de peones de gamonales o cuidando quintas, en las orillas de la playa, como sirvientes, callados, doblegados, amansados, destruidos, enajenados, como residuos testimonios del despojo humano, en aras de un dios con minúscula. Hasta aquí llega el tiempo mítico. Es la imagen central del niño en el corredor, en el primer nivel, luego el pueblo y la naturaleza, en el segundo plano y como tercera imagen, la ciudad y el desposo del origen de Guatemala.

 

La segunda imagen se abre en el tiempo cronológico, racional, y pertenece a un pasado más cercano al narrador adulto. Es el viaje a Rumanía, en septiembre y el encuentro con Leonidia. Es la imagen del amor, la entrega, la unión, en el verano, sentados a la orilla del lago. Desde ahí se abren todas las imágenes secundarias. La llegada de Leonidia, joven argentina de diez y siete años, su soledad, , su asombro, sus fríos, su adaptación al medio ambiente. Son imágenes relacionadas con las cuatro estaciones y los colores de la naturaleza, llenas de olores, sabores y sensaciones. Se miran, se llenan de amor, se complementan, se entregan sin límites y brota el fruto del vientre de ella. Hasta se toman una foto para el álbum de recuerdos. Es la imagen arrebolada.

 

Luego llegan las noticias de sus patrias, casi siempre positivas, hasta que aparecen los Heraldos Negros (Vallejo), la muerte de su padre y los hechos sangrientos que destruyen a su patria. Nacen los ideales alrededor de la hija que se espera, Gabriela y aparecen las utopías, los estudios y siguen llegando las noticias buenas y al fin se planea el regreso de los tres, juntos, esta vez.

 

Nuevamente se inicia el viaje de regreso (1978) bajo el gobierno de Lucas García, pero no a sus patrias respectivamente sino a un lugar distinto, fuera del alcance de la destrucción, de la guerra, de la muerte, del poder militar, posiblemente en Venezuela (o ¿Costa Rica?), con terribles aguaceros e inundaciones, de campesinos huraños y desconfiados y desde ahí reciben la noticia d la desaparición de su hermano (de él), del terror, de la tortura, de la muerte:

 

"Las anchas heridas del corazón arrebolado fueron surcadas por el viento, y en ellas se incrustaron las pequeñas partículas que generalmente arrastran"1

 

Es el tiempo histórico de la guerra y sus atrocidades, del odio y de la muerte, del dolor y el desaliento.

Pero con el paso del tiempo se abre la tercera imagen que cierra la novela y la une con el inicio. Son los tiempos de paz, de esperanza, de vuelta a las raíces, de la identidad, del regreso a sus orígenes, de la ofrenda, de la reconciliación, del reencuentro. Es la imagen de cierre con la madre, sentada en el borde de la cama que muere a los noventa y cinco años, en la misma casa y el mismo barrio, cuando el reloj marcaba las nueve de la noche. Ya la imagen de la casa es otra, el cambio, a través del paso destiempo, y los acontecimientos han dejado la huella. Al volver, cierra la novela, ya no están en el Barrio de la Recolección de Guatemala.

 

Repetimos: es una novela en tres actos escénicos: niño-imagen, joven-amor y adulto-regreso, esperanza, tres retablos de un mismo mural. Es la formación de un hombre (el narrador adulto) a través de las imágenes-vivencias, de tiempos, mítico, ligado a la naturaleza, virgen, histórico, ligado a la guerra y cronológico, así como psicológico, del amor y la esperanza. Novela poética, pictórica, llena de recursos literarios manifestados con imágenes sensoriales, del ver, sentir, evocar, contemplar, amara.

La tercera novela de este autor la llamó Los rastros de mi deseo: relato de amor intenso y la publicó en el año 2002.1

 

Es una novela de amor, pero no de triángulo amoroso sino de búsqueda, de posesión, interioridad, de impotencia por no poder penetrar en la esencia de su amada, de conocer su ser más allá de lo visible, de lo sensorial. Sin sospechar, el hombre-personaje anhela poseer el ser de ella, y con ello aniquilarla, robarle su libertad, su ser. La unión perfecta que configura una supralibertad y un supraser, no existe. El amor de dos conlleva la pérdida parcial de libertad en ambos lados pero nunca la libertad absoluta, porque ello traería consigo la muerte del ser, su propia destrucción y éste es el camino de la relación establecida entre ambos. Él lucha por poseerla totalmente, más allá del ser aparente, en su esencia, en sus secretos e interioridades de tal manera que ni ella tiene conciencia que existan y por ello se ríe y entrega todo lo que posee, su cuerpo, su placer, sus mimos, su felicidad, su conciencia. No esconde su interioridad intencionalmente, racionalmente, ni siquiera para protegerse del aniquilamiento sino por una fuerza interior que va más allá de su propia racionalidad.

 

La novela, al igual que la anterior, se desarrolla, desde una perspectiva superior, de adulto. Desde ahí se abre un solo proceso y una sola voz, la del marido de Clara. Viaja desde diferentes ángulos del tiempo, hasta los encuentros, las visiones, las posesiones, las entregas, las vivencias y sobre todo la relación con su esposa, que es el eje principal del relato. Esta perspectiva es yoísta, egocéntrica. Anula toda posibilidad de es cuchar otras voces, a no ser a través de ella. Si bien es cierto, es más expresiva, lo que en este aspecto gana, lo pierde en objetividad, en pluralidad, en concierto de voces. Se vuelve muy mediatizada y relativa. Por ello, en la novela, se conoce lo que esta voz omnisciente, desde atrás y arriba, expresa, cuenta, ve, sin poder conocer otras voces que pasan anónimas o mediatizadas por ese yo absoluto. No sabemos casi nada de la esposa dicho por ella, con independencia, sino lo que el marido intuye, cree, piensa, escoge. De todas maneras es su libertad el escoger lo que desea dar a conocer. Por ejemplo, nunca hace una sola referencia a la madre y la vida de la esposa, ambas carecen casi de historia, salvo referencias escuetas a viajes al Río de La Plata. Solo, al fina, brinda la imagen de los padres de ella, ya muy ancianos, que justifica el proyecto de su esposa, el único que se conoce fuera de los límites establecidos por el marido, de asistir a los desvalidos para encontrar un espaacio propio de vida.

 

Toda la relación amorosa, erótica, de los esposos, gira alrededor de la posesión de él sobre ella, su entrega incondicional, sin reservas. Él es como un secante que trata de absolver toda la sabia de su esposa. La acapara, la mima,, la llena de regalos,, la atiende, penetra en ella hasta llegar al útero para conocer sus secretos, su origen, su inconsciente. Para algunos teóricos, esto es edípico y la aniquilación propia en la otra, conlleva a una doble enajenación que llaman, y no necesariamente las feministas, machismo. Es la pérdida de la libertad casi absoluta. Al final de la novela, los viajes nocturnos de la esposa hacen enloquecer al marido y lo llenan de dudas, de celos, de impotencia, hasta que descubre que no es un amante o varios los que tiene su esposa sino que visita a los desvalidos.

 

"Siempre peleé por estar dentro, por ser el primero en llegar en donde recibís y almacenás esperma. Desde ese sitio ignoto ubicado en las entrañas de tu cuerpo venzo al olvido, a la cambiante dialéctica en que me inscribo, que me acarrea de un lado a otro y me termina, ineludiblemente, en un lugar en donde transitaré sin vos y sin tu cuerpo"1

 

La relación cada vez se vuelve más acaparadora, asfixiante, por parte de él. Ella no tiene voz y parece conforme con la vida sexual y la posesión corporal del hombre y esconde siempre sus enigmas que se mantienen fuera de la posesión de su marido pero nunca se sabe la verdad porque es él quien habla por ella. Lee sus gustos, y la complace en todo, hasta en las mínimas cosas, la llena de aretes, objetos de barro, viajan como huyendo de algo y viven en los trenes y aviones, recorren el mundo como queriendo devorarlo pero existe cierto grado de frustración, de desarraigo, de impotencia. Se desgranan las imágenes de su pasado, se hacen alusiones biográficas, recuerdos, evocaciones, lugares, construyen una casa en el campo y viven como en un remanso de paz, tal vez divorciados de la realidad circundante que, sobre todo él, le aturde, le fastidia, pero siempre existe un algo inalcanzable en él. No logra poseerla totalmente.

 

La novela cierra como una síntesis con el descubrimiento, por parte del marido, que la mujer no lo engaña sino que ha abierto su propio espacio, su proyecto, ha hecho uso d su libertad, sin comunicárselo a él, asistiendo a los desvalidos, los pobres, los niños. Es el complemento a la función de ser madre y mujer.

 

Es una novela que invita a reflexionar y sobre todo a comprender las relaciones entre dos individuos, sean éstos, hombre y mujer o entre pares de igual sexo. Nadie puede se feliz enajenando al otro, negándolo, poseyéndolo, aunque renuncie a su ser mismo en esa posesión. El yo no puede ser en el otro sino creando con él y para ambos, su libertad. La unión debe ser para establecer una libertad superior que comprometa a ambos pero sin perder absolutamente la libertad individual y menos eliminando al otro, privándolo de espacio, de realización. El disfrute debe ser compartido, la posesión mutua, los proyectos, a veces suelen ser idénticos para los dos pero cada quien tiene y debe tener, el derecho a sus propios proyectos con entera libertad, siempre y cuando no vayan en detrimento de la voluntad superior establecida por ambos. Siempre se ha dicho que hay amores que matan y esa podría ser una buena síntesis de una relación enfermiza, egoísta, impotente, enajenante, y suicida. Se es feliz en la felicidad mutua y en la libertad plena del disfrute de nuestras posibilidades, con o sin el permiso del otro. La esfera de mi ser, no puedo ofrecerla al otro porque sería hipocresía decir que no se espera nada de él. En primer lugar porque violenta al ser que recibe la ofrenda, su libertad de escoger y aceptar y por otra parte, porque siempre se espera algo del otro, por lo menos, el amor incondicional de ese ser amado. No existe entrega sin precio.

 

Pienso que la novela ganaría posibilidades mayores si el autor concediera voz propia a los personajes, independencia, libertad, si ellos estuvieran fuera de su alcance determinante.



1 Cuevas Molina, Rafael. Los rastros de mi deseo: relato de amor intenso. Ed. UNED, San José, 2002.

1 Cuevas Molina, Rafael. Ob. Cit., p. 56.



1 Cuevas Molina, Rafael. Vibrante corazón arrebolado. EUNED, San José, 1998.

1 Cuevas Molina, Rafael. Ob. Cit., pág. 94.

Geovanny Jiménez Salas

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Geovanny

GEOVANNY JIMÉNEZ SALAS

(Imagen propiedad del autor)

(1973)

 

Geovanny Jiménez Salas nació en San José el día 27 de marzo del año 1973. Pasó su niñez en Coto Brus hasta que regresó a estudiar en la Universidad de Costa Rica.  Desde joven se ha dedicado a la educación y las letras. Realizó algunos cursos de Educación en la UNED y se graduó en Ciencias Políticas (Relaciones Internacionales) en la Universidad de Costa Rica. En esa misma universidad se egresó en la licenciatura en Política Internacional. También estudió Administración y hace diseños para la Web.

Escritor y promotor cultural costarricense que se desempeña como fundador y director del medio de comunicación electrónico CulturaCR.NET (http://www.culturacr.net), que difunde la creación artística y literaria del país. Ha trabajado, además, como educador durante más de 15 años y se graduó en Ciencias Políticas con énfasis en Política Internacional, de la Universidad de Costa Rica. Tiene publicada la novela "Cuando la muerte no alcanza" (Uruk Editores, 2010), el libro de cuentos "Sexualoscopio" en versión electrónica (Amazon/Kindle, 2011), es compilador de "Las palabras en la encrucijada, vol 1 (Debrús Producciones, 2009); esta última una antología de obras de talentos escritores del Taller de Escritura Creativa de CulturaCR.NET que dirige e imparte desde el 2006. Tiene dos novelas inéditas en reposo y pulido, así como un libro de cuentos y un poemario concluidos. Ha publicado en varias revistas y medios de comunicación del país e internacionales, impresos y en la Internet.

 

 

LO QUE HA ESCRITO GEOVANNY JIMÉNEZ SALAS

 

NOVELA

 

1. Cuando la muerte no alcanza: 2010


Cuando la muerte no alcanza, es la primera novela que publica2. Es una novela tradicional, de clásico narrador omnisciente que domina la enunciación desde el inicio hasta el final, con esporádicos diálogos entre los personajes. Su discurso es así descriptivo y valorativo.

 

Lo que atrae más de ella es la temática. El tratamiento indígena en la literatura costarricense es muy escaso y son cantadas las novelas que se ocupan de esta temática. Realmente una visión acerca de la vida y miseria de los indígenas nunca ha llegado desde adentro, siempre proviene de los criollos que en algunos momentos los idealizaron y cantaron sus gestas. A este movimiento del siglo XX en sus primeras décadas se le llamó "Indianismo" y en Costa Rica se escribieron algunas novelas bajo esa visión. La primera que se publicó es más bien una reseña histórica de la vida de los corubicíes y la escribió el historiador Anastasio Alfaro González 1865-1952) en 1923. La llamó El Delfín del Corobicí. La utilizó para enseñar la vida y costumbre de esos indígenas en el Colegio Señoritas. Pero antes de esa fecha ya se habían escrito dos novelas sobre los indígenas, Yontá y Zulai, la primera en 1902 y la segunda en 1907, por la escritora nacional María Fernández Le Capellain de Tinoco (1877-1961). Estas novelas son fiel reflejo del movimiento indianista. En 1928, el escritor Diego Povedano Amores (1883- 1949) de origen español escribe Arausi, la segunda novela bajo esa visión. Es hasta 1933 que aparece la cuarta novela indianista, esta vez escrita por Euclides Chacón Méndez (1898-1963) que llamó Matla  (una fantasía indígena). En 1950 publica José Ramírez Sáizar (1915- 2001) la novelita La venganza de Nandayure y William Sibaja Góndrez (1963) escribió Alma Nativa, en 1960 y hasta ahí llega el entusiasmo. Ya en tiempos cercanos algunos escritores costarricenses han tratado el tema. Así lo han hecho Tatiana Lobo Wiehoff (1939) con su novela Asalto al paraíso, en 1992, Dorellia Barahona Riera (1959), que publicó La ruta de las esferas en 2007, también el dramaturgo Miguel Rojas (1952) publicó una obra teatral que llamó Garavito, sol de la libertad. Obra excelente y muy documentada, y ésta que recién se publica de Geovanny Jiménez Salas (1973).

"El denominado indianismo fue una temprana forma de manifestación de la temática indígena en la literatura y la pintura, asociada, sin embargo, a formas de representación que, desde cierto ángulo paternalista y exógeno, establecía un retrato folklórico, exótico o idílico del mundo indígena.
Estas formas de representación de la realidad eran, por un lado, deudoras de modelos estéticos occidentales, cuya sensibilidad, bien sea ésta romántica, modernista o realista tendía a imaginar o idealizar el  mundo representado, y así el habitante indígena y su cultura eran más una idea que una realidad concreta. Por otro lado, se sustentaba en una aproximación a la realidad llevada a cabo con esquemas mentales preestablecidos que involucraban una serie de prejuicios".
(Ediciones Lillenium, pag. Internet, Juglarmoderno's Blog).

Así comenzó esa visión un tanto idealista, romántica y folklórica del indio latinoamericano y se escribieron muchas obras bajo ella pero poco a poco y casi sin líneas divisorias muy claras dio inicio una visión más critica que penetró en la vida social e histórica del despojo del indígena y su desarraigo en su propia tierra que en literatura inicia con José María Arguedas (1911-1969) con su célebre novela, Los ríos profundos (1958). Antes ya contábamos con novelas importantes como Hombres de maíz (1949) y  El alhajadito (1961), de Miguel Ángel Asturias (1989-1974) y otras más que abren la visión indigenista.

La novela Cuando la muerte no alcanza tiene como contexto los pueblos huetares o güetares que en ese entonces contaban con unos 11.500 indígenas y ocupaban el Valle Intermontano, más conocido por El Valle Central. En ese entonces en el Valle Central los cacicazgos eran Garabito, Pacaca, Aserrí, Curridabát, y Guarco y todos formaban dos unidades más grandes que se llamaban señoríos  denominados Garabito y Guarco (Ibarra 1990).

Al norte del territorio costarricense, cerca de la llanura del río San Carlos, se ubicaba el cacicazgo de los votos. La información disponible indica que las viviendas se distribuían cerca del río San Juan, a cierta distancia unas de otras, en la desembocadura del San Carlos, y que eran habitadas por los caciques y sus familias, quienes se comunicaban rápidamente entre sí por senderos o viajando por canoas sobre los ríos (Ibarra 1996: 37).  Se menciona, según varios estudios, que los votos luego fueron absorbidos por los huetares en épocas coloniales, mientras que otros quedaron dentro de los actuales maleku.

En los primeros tiempos de la conquista ocupaban los huetares una pequeña parte de la costa del Pacífico, desde el monte Herradura, hasta Tárcoles,  extendiéndose hacia el interior por la cuenca del Río Grande y del Virilla y ocupando por el norte hasta San Ramón, por el sur hasta Puriscal y por el este a San José, parte de la provincia de Heredia (Barba sobre todo) y casi toda la de Cartago, hasta Chirripó y Teotique (Cagini 1917:53).  Posteriormente, Quesada (1996) distribuye a los huetares hacia el sur por las estribaciones de la cordillera Volcánica Central.  Se extendían  los huetares en los actuales cantones de Puriscal, Acosta hasta el río Pirrís.  En Parrita, provincia de Puntarenas, donde confinaban con los quepos, se dice que los indios huetares ocupaban las sierras de Turrubares, poblaron los actuales Esterillos, Tárcoles y Jacó hasta el puerto de Caldera. Hacia el norte, en el interior del país, los huetares dominaban las secciones de las actuales provincias de Alajuela y Heredia, que se hallan en el Valle Central hasta las llanuras de San Carlos, donde comenzaba el territorio de los botos  (Quesada 1996: 29).

Este es el contexto histórico de la novela. En 1562 formaban dos cacicazgos principales, separados por el río Virilla: el de Garabito al oeste y el del Guarco al este. Al cacique Garabito estaban sujetos los indios denominados los tices, los catapas o atapas, el valle del Coyoche (hoy de Esparta), los pueblos de Turrubará, Abacará y Chucasque (hoy Chucas en Puriscal), Corobici (Curubicí), Barba, Cobux (las Ciruelas), Xoquia (el Barrial), Yurusti (probablemente Santo Domingo de Heredia), y Toyopán o Teopan (San Isidro de la Arenilla).

Esta novela de Geovanny utiliza el clásico narrador u observador omnisciente que va describiendo los acontecimientos que giran alrededor del cacique Garabeec y su mujer Biriteca, enfrentados a la conquista de los españoles, comandados sobre todo por Juan de Cavallón. Los dominios de Garabito se extendían hacia el interior y comprendían los lugares llamados valle de Coyoche, real de Pereira, Barba, Yuruste, Coboboci, Abacara y Chucasque; los principales o caciques vasallos de Garabito, se llamaban Cobobia, Abacara, Barba y Yuruste. Biriteca era el nombre que daban a las mujeres que ayudaban a los hombres en la guerra y la caza, alcanzaban las lanzas y hasta tiraban piedras. Los indígenas de Coto tuvieron cautiva en1563 a una princesa de Quepo llamada Dulcehe, hermana del Rey Corrohore. Luego la liberaron. Los españoles admiraban a estas mujeres guerreras. Así la novela retoma estos dos personajes históricos para desarrollar el canto épico de este amor y las implicaciones bélicas contra los españoles, comandados por don Juan de Cavallón.

La visión de esta novela es un tanto idealista y muy cercana al presente del autor. Se incurre en un verosímil impropio de la época que se novela. Por ejemplo Biriteca es modelo a un escultor y sus ayudantes en una playa y de un tronco de madera esculpen su belleza en todo su esplendor. Esa escena ideal solo podría ocurrir en tiempos cercanos cuando el artista dominaba las técnicas esculturales en madera y con instrumentos adecuados, no así en el siglo XVI y menos que Garabito o Garavito o Garabeec, se excite viendo a Biriteca desnuda. No es necesario citar los casos en demasía pero con este se ejemplifica lo que afirmamos:

"Se fue gestando un pueblo masoquista, producto de violaciones, que se acostumbró a ser ultrajado hasta muchos años después, pero Garabeet eso no lo podía saber" (p. 115).

No es nada fácil para el autor salirse de lo narrado y permitir que los hechos y acontecimientos que narra, la historia recreada, lo haga por sí sola. Así reflexiona, comenta, valora, hace preguntas retóricas que interfieren en el mundo narrado. Ayer, eso fue muy frecuente, hoy se hace menos y los escritores buscan en las voces de los mismos personajes u otras creadas a partir de las enunciaciones, los sujetos que narren las versiones de la misma historia. En esta Novela hay acierto al respecto cuando el autor-narrador le da la palabra y deja que narre a un soldado español, y concede a sus personajes independencia, autonomía para que cuentes sus propias historias, tal el caso de la misma Biriteca en algunos pasajes de la novela o Garabeet, pero la voz que sobresale en toda la obra es la de un narrador omnisciente que opina, comenta, reflexiona hasta el final de la novela y en ocasiones llega uno a creer que es el mismo Garabeet o la conciencia que el autor creía que él tenía.

Y es que la empresa que emprende el joven novelista es de gran envergadura. Penetrar en la vida privada de ese enorme pedazo de historia, oculta, desfigurada, manipulada y casi olvidada, no es tarea fácil. La conquista de América en general y de los huetares en Costa Rica, sobre todo, está mancillada no solo por los invasores sino por la historia oficial y el ocultamiento de ella. Todos más o menos conocemos los héroes de los conquistadores y sus hazañas. Para nadie es sorprendente conocer la vida de Juan de Cavallón, Vasco Núñez de Balboa, Almagro, Herán Cortés o Juan Vázquez de Coronado. De este último sabemos hasta su dinastía en Costa Rica y cuáles y cuántos diputados han surgido de él y su esposa Isabel Arias Dávila, sin excluir a un expresidentes y un aspirante, presentes. Pero desconocemos la descendencia de los hijos e hijas de este señor, derivados de las violaciones a tantas indias. Ellos aparecen en los libros de historia que aprenden nuestros hijos pero que ignoran a héroes como Garavito o Garabito, Pablo Presbere, Montezuma, Huascar y tantos otros que con costo conocemos los nombres.

Ese basto y complejo mundo sirve de escenario a la novela y a fe que el autor lo enfrenta con fortaleza y decisión. Crea una visión crítica de ese período histórico y delata. El lector conocerá ese mundo oculto, intencionalmente escondido y, sin duda alguna sacará una clara visión de la realidad de la conquista.

Otro aspecto que conviene señalar es que no solo el autor- narrador, muestra una conciencia clara de esa conquista cruenta y vil sino que los personajes, sobre todo Biriteca y Garabeet aparecen como héroes degradados en un mundo que les arrebata su libertad, su vida y su felicidad y el lector intuye, se percata de que con la muerte del héroe, su pueblo también muere y con ellos toda una cultura, una estirpe y que hasta nuestro presente sigue en agonía lenta pero segura. La muerte no alcanza a la redención, a la victoria final, se queda en un ideal, en una esperanza pero incierta y terriblemente fatal. Aún el oro reencontrado en la vieja Ceiba, no deja de ser una esperanza y una maldición para estos pueblos masacrados, extinguidos por la codicia, el engaño y la sed de poder, gloria y riquezas materiales.

Esta novelase convierte en un eslabón más de nuestra literatura en esa lucha por evidenciar la verdad de nuestros orígenes como sociedad y recobrar la memoria de nuestros gestores. Es la verdad del embuste, de la mentira recreados por otro embuste, como es la literatura, solo que con el propósito de crear una verdad no solo real sino bellamente creada.



1 Tomado de Afinidades Electivas, Costa Rica. Página de Geovanny Debrús Jiménez y El signo roto.

2 Debrús Jiménez, Geovanny. Cuando la muerte no alcanza. Uruk editores, San José, 2010.

 



1 Tomado de Afinidades Electivas, Costa Rica. Página de Geovanny Debrús Jiménez.

Óscar Fernández Venegas

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ÓSCAR FERNÁNDEZ VENEGAS

(1947)

 

Óscar Fernández, nació en Sabanilla, San José, 1l día 15 de octubre del año 1947. Su infancia fue difícil. Tuvo que trabajar desde los 8 años de edad. Así, hasta vendió periódicos.


Realizó estudios primarios en cinco centros educativos y se graduó con honores en el año 1959 en el centro educativo Ascención Esquivel de Cartago.


La secundaria la cursó en el Liceo de Costa Rica y se graduó en 1964. Posteriormente estudió Contaduría y Administración en la Academia Comercial Minerva y en la Escuela Superior de Ciencias Contables y Administración de Empresas.


En 2006 fundó su propio despacho Asesores Contables Fernández & Mora S.A.
A partir de 2005 es nombrado Tesorero Nacional del PAC (Partido Acción Ciudadana), cargo que desempeñó hasta el año 2009.

 

LO QUE HA ESCRITO ÓSCAR FERNÁNDEZ VENEGAS

 

NOVELA

 

1. El Don de la Vida: 2010

 

Es una novela tradicional, testimonial y por lo tanto biográfica

 

 

Rodrigo Quesada Monge

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 Rodrigo Quesada Monge (1952) 
RODRIGO QUESADA MONGE

(1952)

Rodrigo Quesada Monge nació en Colima de Tibás, San José Centro, el día 24 de noviembre del año 1952. Es historiador de profesión. Ha publicado varios libros sobre la temática de su especialidad e innumerables artículos en revistas y periódicos. Ha trabajado como profesor de historia en la Escuela de Historia de la Universidad Nacional de Heredia. Obtuvo el Premio Nacional de Historia por la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica en 1998.

Entre otros. El siglo de los totalitarismos 1871-1991: 1992, Costa Rica y el mercado mundial: 1993, Globalización y deshumanización. Dos caras del capitalismo avanzado: 1995, Recuerdos del imperio. Los ingleses en América Central. 1821-1915: 1998, La fantasía del poder: Mujeres, imperios y civilización: 2001, El legado de la guerra hispano-antillano-norteamericano: 2001, Las inversiones de Keith en Costa Rica: 2003, La oruga blanca. Un retrato de Óscar Wilde: 2003, El Banco de Costa Rica y el desarrollo económico nacional 1877-2007: 2007, Cien años de poesía popular en Costa Rica.1850-1950 (coautor): 2008, El pensamiento antiimperialista de Octavio Jiménez (coautor): 2008 e Ideas económicas de Costa Rica. 1850-2005: 2008

LO QUE HA PUBLICADO RODRIGO QUESADA MONGE

NOVELA

1. El poema perdido de Aurora Cáceres: 2010

POESÍA

1. La Cormucopia: 1971

La novela El poema perdido de Aurora Cásares la publicó en el año 2010.1 Es una novela biográfica, tipo testimonial.

Pertenece, esta novela,  al paradigma tradicional que hemos llamado monofónico, de clásico narrador tradicional, logocéntrico y causal.

Los hechos novelescos son presentados bajo una modalidad interesante entre un constante diálogo narrativo básicamente de los personajes protagónicos del momento. Así se dan los acontecimientos como recuerdos, vivencias tanto ocurridas como presentes.

"Su descolorida soledad era lo que todos en la funeraria le notábamos a Ramón, yo, Santiago Montero, en particular..." (p. 3)

La novela la estructura en tres partes: El poema perdido de Aurora Cásares, Anatomía de la melancolía y La clarividente. Cada una de ellas está subdividida en partes que señala con números romanos.

Ya en la presentación que hace, suponemos el mismo autor afirma que el libro es "indescifrable", que es "un libro de libros y que el autor nos lleva de la mano por casi toda la historia literaria occidental" y que además nos cuenta una historia "donde todos tienen una versión distinta de los hechos, las personas y los objetos involucrados".Francamente no pudo haber sido más desafortunada esa presentación.

Lo cierto es que la novela, a través de un narrador personalista, protagónico da testimonio de la vida de un estudiante becado en Europa, Rusia, Francia y sobre todo Inglaterra y sus aventuras  conjuntas con otros compañeros de estudio o de parrandas, borracheras, y conversaciones de los iniciados en el mundo de la farándula universitaria y la fanfarria seudointelectual de las más diversas aventuras sexuales, paranoicas, eróticas, imaginables. Es lo que alguna vez llamamos la vida bohemia de la izquierda erótica de los años 70.

Hay un centro gravitacional que centra ese  testimonio intelectual-erótico y es el amor por los libros y la búsqueda de ellos por la simple razón de poseerlos, ser dueños. Es una especie de fetichismo que envuelve a todos los personajes en las más descabelladas aventuras como la muerte.

No cabe duda de que el autor conoce los contextos utilizados para esta obra. El recorrido por bibliotecas, museos, etc. en ciudades de Inglaterra, Rusia y Francia es bastante puntual y lo mismo ocurre por la literatura inglesa sobre todo. Pero todos esos riquísimos contextos, hábilmente escogidos como escenario de las vivencias de los personajes se quedan como acopio intelectual y conocimiento erudito pues no logran trascender al nivel literario. Así la novela se convierte en crónica, discurso y pierde la esencia del lenguaje polisemántico característico del arte literario. No hay polifonía de voces sino descripción de aventuras y recorridos nocturnos por departamentos, bares y demás lugares de la vida intelectual en universidades y lugares aledaños.

 Es nuestro humilde criterio que lo propuesto rebasó los límites de la creación literaria. Una gran temática pero una deficiente creación literaria.



1 Quesada  Monge, Rodrigo. El poema perdido de Aurora Cásares, EUNED, San José, 2010.

Emilio Chinchilla Rodríguez

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EMILIO CHINCHILLA RODRÍGUEZ

(1978)

 

Emilio Chinchilla Rodríguez nació en San Pedro de Montes de Oca el día 25 de agosto del año 1978. Es licenciado en Ciencias de la Educación en el área de español por la Universidad de Costa Rica.

También ha publicado un artículo en la revista de Filología y Lingüística de la U.C.R., titulado, Ondina: La metáfora del carnaval: 2008. Jugando con personajes literarios: 2009, en la revista  Educación

 

 

LO QUE HA ESCRITO EMILIO CHINCHILLA RODRÍGUEZ

 

NOVELA

 

1. Ellos eran una canción: 2010

Eduardo Estevanovich Rojas

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EDUARDO ESTEVANOVICH ROJAS

(1948)

(En la foto con su amigo José León Sánchez Alvarado, escritor. Foto propiedad del autor)

 

Eduardo Estevanovich Rojas nació en San Isidro de Alajuela Centro el día 24 de abril del año 1948. Estudió en la Escuela Normal Superior, en Heredia y obtuvo el título de Profesor de Estado en el área de español. En La Universidad Autónoma de Centroamérica se graduó de Licenciado en Filología Española

 

LO QUE HA ESCRITO EDUARDO ESTEVANOVICH ROJAS

 

NOVELA

 

1. El águila no caza moscas: 2010

 

POESÍA

 

1. Profanaciones:

2. Por los siglos:

 

El águila no caza moscas, es la primera novela que Eduardo Estevanovich Rojas publica y esto lo hace en el año 2010.[1]

 

Algunas aclaraciones preliminares.

 

Los contextos seleccionados por parte del autor son, esencialmente políticos, ideológicos muy recientes. La novela se ocupa de una figura política que aún vive y que su historia, por lo menos la más visible acaba de terminar. Esto tiene sus beneficios y también sus limitaciones. Ya no se trata de novelar los contextos biográficos, históricos y políticos de un gobernante del pasado remoto, tal y como hicieron los escritores del neorrealismo, Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier, García Márquez, etc. sino de entrar en el mundo de ficción con dos personajes vigentes. Del pasado el lector quizás tenga recuerdos contados por sus abuelos pero del presente, tiene vivencias experimentadas y sufridas. La reacción del público será muy diferente. O se reacciona con pasión o simplemente se declara, por parte de los interesados un silencio sepulcral por algún tiempo.

 

La segunda aclaración también tiene que ver con esos contextos frescos. El autor posee una visión muy cercana y es difícil alejarse lo suficiente de ellos como para mirarlos con perspectiva, tanto histórica como ideológica. Los hechos son tan recientes que aún no han sido digeridos por el rumiar del tiempo. Quizás esta novela sea el primer molino de esa harina que está por salir.

 

El autor de esta novela muestra conocimientos literarios importantes que le permiten acercarse a esos contextos y a partir de ellos crear su obra literaria, su visión, su creación, su mentira, su embuste que cuando es tal, supera los límites de la realidad.

 

La novela, y ahora me atengo al comentario como tal de la obra literaria, se inicia con una evidente intención estructural: la maravillosa historia de un rey que atendía bajo su reinado un país o reino muy pequeño. Esta es la situación inicial, un espacio, un tiempo cercano, un personaje y un conflicto: lo que era el reino-país y lo que se creía, decía, mitificaba de ese reino. Las dos leyes de los relatos maravillosos en la versión de cuento de hadas. Por una parte las leyes naturales (LN) y por el otro, las leyes sobrenaturales (LS). Este conflicto será la clave de la novela, su tesis. Lo que es y lo que se pretende que sea.

 

A través de las voces del relato se van desarrollando los acontecimientos y esto es novedoso en la estructura de la novela. No se presenta un narrador que guía al lector con maestría y estricto orden lógico-causal, atento, explicador, moralista, guía sino que se acude al diálogo. Son voces apenas perceptibles que van perfilando la historia. Y esto no es fácil manejarlo, máxime si se decide prescindir de todo signo tipográfico para indicarlo. La novela es un solo párrafo de 152 páginas y no presenta signo alguno de diálogo o intervención de las voces-personajes. Esto en el teatro es fácil, pues el receptor ve la imagen de quien enuncia, mientras que aquí debe deducirla del tipo de expresión, del valor semántico mismo y tal vez de algunas frases clisés que juegan como elemento mágico del relato-enunciación.

 

En los cuentos de hadas el rey no sale a recorrer el mundo. Envía a sus hijos, parientes, cercanos, etc. a conseguir el elixir, lo deseado, riquezas, mujeres princesas, una flor especial que le quitará su ceguera,  o las plumas de un pájaro (Dulce Encanto), una muñequita-virgen que evite las injusticias sociales y las desigualdades, etc. En esta novela el rey busca la gloria, el ser supremo y aquí se da la simbiosis con el Señor Presidente del país pequeño. El señor Presidente busca ser rey de ese reino y se lo cree. Pero ambos están presos, cautivos, encerrados, enajenados: el rey por sus terribles celos  que encierra a todos los hombres en la cárcel por soñar con la reina y El señor Presidente por las intrigas de su hermano que usurpa su lugar y tiene el poder del país-reino. Ambos son reyes sin poder.

 

Cuando el Presidente es electo por el pueblo tiene gran acogida  y es vitoreado por unos y otros y hasta se le da el Gran Premio del Orbe. Todo ello lo consiguió con un elemento mágico que recibió desde niño y tiene que ver con la retórica. Se trata de adornar sus discursos con citas (mágicas) de autores famosos y uno que otro refrán popular. Este elemento mágico lo convirtió en un político de ficción. Por una parte transcurría esa imagen prefabricada, con apariencia de hombre inteligente, único, sabio que ponderaron sus amigos, los aliados, los periodistas arrimados, la iglesia interesada y los ricos gananciosos. Y ese elemento mágico, permanece como una reiteración cansina, pero de gran valor semántico, en toda la novela.

 

El hermano del señor Presidente confeccionaba sus discursos y sin reparo alguno se los entregaba con la recomendación siguiente. Póngale cuantas citas quiera y adórnelo con imágenes retóricas pero no le cambie el contenido, el fondo.

 

Y con ese elemento mágico, el poder político y el económico, doblegó conciencias y leyes y se reeligió, con fraude incluido, por segunda vez.

 

La novela es polifónica y a través de las diferentes voces, los campesinos, los intelectuales, Cordero su amigo, Penélope, su amante, Beatriz, su esposa, etc. se perfila como la visión mural de un hombre víctima de sus propias ambiciones, enfermo de poder, sin casi aplicarlo, solo, desterrado como los antepasados latinoamericanos de esta especie con sus respectivas variedades históricas y sociales. Es una víctima que mueve a consideración, un parapléjico que se extingue en su propia impotencia.

 

Es una novela semiabierta, cuyo final es menos intenso que sus agudos diálogos, a veces jocosos pero siempre críticos. Es su primera novela y  su intromisión en la novelística es augurio de cosas mejores.



[1] Estevanovich Rojas, Eduardo. El águila no caza moscas. Ed. Guayacán, San José, 2010.

La Santa Inquisición en Costa Rica, Cartago.

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La Santa Inquisición en Costa Rica, Cartago.

 

El Doctor Esteban Curti, un médico italiano fue la víctima, llegó en el año 1790.En 1794 se le apresó por orden del Santo Oficio y se le dio en custodia a Joaquín Oreamuno. Después de viajar como reo por León, Guatemala llega a México y ahí se le sentencia al destierro en los presidios de África el 24 de marzo de 1798. Escapó del convento y desapareció. Murió en Filadelfia de muerte natural. Véase el librito El Doctor Esteban Curti y La Inquisición en Cartago, escrito por Franaco Fernández Esquivel, historiador, en 1998 y por la Editorial Grafotécnica Editorial e Impresora SRL, Lima, Perú.

 

 

 

EL DOCTOR DE ALMAS Y CUERPOS

 

Por Nicolás Guntanis Papayorgo

 

I

 

A Cartago el Dr. Esteban Curti vino,

pocos entendieron que él era como un trago de vino,

Que deja un buen sabor,

cuando se lo toma sin pudor.

llegó un día que no anocheció,

porque con su presencia a Cartago resucitó,

Alejó a toda peste,

vistiendo a la ciudad de celeste.

Con él vino la sapiencia

pero entre tanta inocencia,

ésta la entendieron por brujería,

Al no comprender que con su presencia Cartago amanecía.

 

II

 

Así se da una contienda entre cristianos y curtianos,

los unos acusaban al Doctor,

porque trató a la vida de quitarle el dolor,

los otros se defendían, aduciendo que a nadie se ofendía,

al entender que después de Él,

no existe nada con sabor, y mucho menos con dolor.

¿Y entonces para qué un Doctor?

 

III

 

Contienda que tiene por escenario un juicio,

donde el Doctor los vuelve a sacar de quicio,

dado que al acusarlo de hereje, los que querían así mandarlo al peje.

El argumentó que el verdadero purgatorio,

es vivir en un pueblo en el que todos creen en el demonio,

pero que se hacen acompañar de un gran odio.

Y aquellos que se creían cristianos

eran en el pensamiento enanos,

al juzgar al milanés,

porque algunas sacó de la viudez.

Parecidos a los que hoy, botan al mar los bananos,

dejando sin comida al hambriento,

y al mundo terrenal con su mayor tormento.

 

IV

 

Ésos con su miopía, a Cartago lo volvían a llenar de hastío,

pues a  la partida del Doctor quedaba un gran vacío.

al dejar a los hombres y niños sin curación,

y a las mujeres sin su consolación.

Algunos pocos lloraron su partida,

los que comprendieron que con su ausencia Cartago perdería

la vida,

al irse con el milanés,

la oportunidad de salir de la idiotez.

sufriendo así la ausencia

de la incivilidad y la Ciencia,

que hubiesen a Cartago resucitado,

si el Doctor de almas y cuerpos, no lo hubieran sacrificado.

 

El vandalismo del lirio. Poemario de Carolina Ángeles

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Carolina Ángeles nació en San Rafael de Heredia el día 25 de diciembre del año 1988 y éste es su primer libro de poemas que ha publicado en este año de 20010. Brindamos al lector unos poemas para que conozcan y disfruten su creación.

 

DIVINO AZAR

 

¡Qué mentira azul

es saber que sí existes!

 

Si se acaba tu ausencia

y la aurora retorna

su mañana absoluta,

Tú compartes silente

lo que yo no comprendo,

y me miras buscando

que algún loco te crea,

y esperas otra noche

que podamos llorar...

 

¡Qué mentira que escondes

tanto mar en tus ojos!

 

Caminando en la roja

soledad de la duda,

me escuchaste gritando

tan cansada de mar

y volviste de nuevo

asustado, a buscarme,

a entregarme Tus alas

por si ansiaba volar...

 

¡Que mentira, Dios mío,

que seas Dios por azar!

 

MÓVIL HERIDA

 

¡Yo no sé cuánto cuesta

desnudar esta vida!

Esta historia que llega

entre abriles y jueves

a explicarnos, novatos,

que la luz es su incendio,

¡y que el mar no es mentira!

 

Yo no sé -¡te lo juro!-

si este miedo incipiente

me manchó de distancias,

o si solo he fingido

una móvil marea

como todos, de nuevo.

 

Sólo sé que tus ojos

son verdad en secreto,

que la próxima herida

me hallará alguna noche

aunque yo no la espere.

 

Solo sé que el mañana

se presume de nieblas,

y que el hoy es un grito

traspasado sin tregua

totalmente de azul.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dias. Poema de Faustino Chamorro González

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Días

 

           

            Yo siento que estoy despierto y siento

que el viento fresco refresca las madrugadas.

Viene cantando el yigüirro

y escucho y río.

El zoterré me sonríe

y se abren de par en par

las alas de la ventana

para soltar los trinos de mi calandria:

que en las crestas de las cumbres

me espera el alba.

 

            Yo sé que vivo y respiro mil aromas

de tomillo y de plantíos,

sahumerios de mi hogar y de albahaca.

Bástame saber de anhelos

para brotar entre ensueños las auroras

y bañarme  en nacimientos de mañanas.

Bástame saber...

que detrás de los ocasos

en las crestas de las cumbres

me espera el alba.

 

Fastos

                        En el día que dicen "del Padre" (1997)

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