Benedicto Víquez Guzmán: La obra escrita de Omar Dengo Maison (Guerrero)

Omar Dengo Maison (Guerrero)

 Primera parte

 

 

Omar Dengo nació en San José el día nueve de marzo del año 1888 y murió a los cuarenta años, el 18 de noviembre de 1928. Perteneció a la generación de 1912, la última del tercer período llamado Naturalista. Es así, que esta generación se convierte en cierre de una época, y de un período. Es la conclusión de la época moderna y por lo tanto de consolidación de un ideario, de un modelo, de un paradigma.

 

Esta generación se gesta de 1905 a 1919 y tiene completa vigencia de 1920 a 1934. Omar Dengo murió en plena vigencia y dejó un enorme vacío en el ámbito nacional, sobre todo en el campo educacional. Se le conoce a esta generación como mundonovista por su visión nacionalista, racional e inteligente de la realidad. A ella pertenecieron escritores e intelectuales de la talla de José Eustasio Rivera (1888-1928), ¡qué coincidencia!, Rómulo Gallegos (1884-1969), Ricardo Güiraldes (18861927), Eduardo Barrios (1884-1963), Horacio Quiroga (1878-1937), Alcides Arguedas (1879-1946) y Manuel Gálvez (1882-1962), entre muchos otros.

 

En Costa Rica pertenecieron a esta generación, intelectuales de la talla de Rafael Ángel Troyo (1875-1910), Alejandro Alvarado Quirós (1876-1945), Claudio González Rucavado (1878-1949), Joaquín García Monge (1881-1958), José Fabio Garnier Ugalde (1884-1956), María Isabel Carvajal (Carmen Lyra) (1888- 1949) y Luis Dobles Segrega (1889-1956), entre otros.

 

Para aquellos estudiosos que gustan de auscultar las raíces de la identidad del costarricense, encontrarán en esta generación un caudal generoso de nuestro modelo ideológico, nacionalista, libertario, independiente, solidario, de nuestro modelo de país. Es un paradigma, un ideario lleno de patriotismo, de criticidad, de civilismo, de cultura. Basta confirmar que fue el inicio de la revista cultural más importante de nuestro país hasta hoy, el Repertorio Americano, que se extendió hasta 1958 con la muerte de su gestor. El Repertorio Americano representó, no solo el pensamiento costarricense sino latinoamericano y llegó más allá, hasta Europa y Omar Dengo Maison[1] aprovechó de él para llenarlo de ideas, críticas, reseñas, informes, protestas y los más juiciosos comentarios pedagógicos, políticos y sociales.

 

La vida cultural y política de esos tiempos se divulgaba en muy variados medios escritos: La República, El Diario de Costa Rica, La Obra, Páginas Ilustradas, El Fígaro, La Información, etc. y todos abrían generosamente las páginas a la pluma de don Omar. Cosa contraria a lo que hoy sucede. Como anécdota reseñamos que hace poco enviamos un artículo de Omar Dengo, "Contratos" por dos veces al periódico La Nación, para que fuera publicado y comentado, por tener vigencia en este momento que se trata de aprobar el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y no se publicó y menos comentó. Igual suerte sufrió dicho artículo cuando lo envié al semanario Universidad.

 

Omar Dengo simboliza para nuestro país la educación, es el maestro de maestros y ejemplo, paradigma de todos ellos, a pesar de no recibir esa profesión como disciplina de estudio formal. Más bien sus primeros pasos en el estudio fueron en el área de Derecho. Fue de 1875 a 1900 que realizó la primaria en una escuela de San José y de 1901 a 1906, la secundaria en el Liceo de Costa Rica y ya en ese entonces se inclinaba por el periodismo, como medio para divulgar su pensamiento.

 

En 1908 fue cuando inició los estudios en Derecho y junto a Víctor Manuel Salazar fundan el periódico Sanción, cuyo mismo nombre indica su intención y se organiza en esa agrupación política juvenil.

 

En 1909 participó junto a Billo Zeledón y otros intelectuales en el grupo Vanguardia que apoyaba la candidatura de don Ricardo Jiménez Oreamuno. En ese mismo año funda y  dirige junto a Víctor Manuel Obregón, EL Rayo, periódico humorístico de poca duración, pues los directores son excomulgados por publicar una caricatura de un cura. No obstante ello, sigue escribiendo en Páginas Ilustradas, El Fígaro, La República, La Información, La Linterna y otros medios escritos de la época que se peleaban sus artículos y se vanagloriaban por tener tal colaborador.

 

Pero los intereses de don Omar no se quedan en la denuncia. Dirige el periódico Cultura en 1910 que da gran importancia al movimiento de los obreros costarricenses. Critica fuertemente a las compañías bananeras y las empresas mineras del pacífico, dirigidas y pertenecientes a don Minor Keith, así como la compañía de Licores, del Estado.

 

En 1911 obtiene el bachiller (pasante) en leyes y trabaja en un juzgado de San José. Sigue colaborando en revistas como La Hoja Obrera y el Boletín Anunciador de origen limonense y por supuesto en la revista San Selerín que dirige Carmen Lyra. Fue en 1912 que pronuncia un discurso de bienvenida al escritor argentino Manuel Ugarte y funda el Centro Germinal con un grupo de intelectuales de su generación.

 

Es en 1913 que se inicia en la docencia, precisamente en el colegio que le preparó en su adolescencia, el Liceo de Costa Rica. Ahí imparte lecciones sobre Economía Política. Se convierte en miembro del Ateneo de Costa Rica y dirige Los Anales de esa institución y junto a otros intelectuales organiza y dirige la primera celebración del 1º. de Mayo como día del trabajador en Costa Rica.

 

Ya en 1914 ejerce las cátedras de Economía Política, Castellano, Lógica y Debate, en el mimo liceo y colabora con las revistas Pandemonium y Renovación.

 

No es sino en 1915 que inicia su labor pedagógica en la Escuela Normal de Costa Rica, recién inaugurada en Heredia, ese mismo año. Imparte lecciones de Legislación Escolar, Sociología Educacional, Historia de la Educación y Lógica y Debate. Dirige la revista Educación, órgano de la Escuela y dicta conferencias de Filosofía en un programa de divulgación cultural para los trabajadores. Este mismo año realiza un corto viaje de interés cultural, en compañía de Octavio Jiménez, a los Estados Unidos.

 

Es en 1916 cuando inicia la dirección de la Escuela de Aplicación, (escuela Laboratorio) de la Escuela Normal de Costa Rica. Ese mismo año ingresa en la Sociedad Teosófica.

 

En 1917, el quince de abril contrae matrimonio con la maestra María Teresa Obregón Zamora y de esa unión nacen Jorge Manuel, Omar, Gabriel y María Eugenia. Sigue colaborando en Universo, una revista literaria y en Nosotros, una revista estudiantil.

 

En 1918, junto a un selecto grupo de profesores de la Escuela Normal, renuncia a ella, como protesta contra el gobierno de los hermanos Tinoco Granados, por haber destituido al director de ella, don Joaquín García Monge. Inicia su colaboración en la revista La Obra que dirige don Joaquín.

 

Ya en 1919 se inicia en la Masonería. Acepta trabajo al lado de su esposa en la escuela particular de la finca La Caja y en diciembre, con un nuevo gobierno y García Monge como Ministro de educación, acepta dirigir la escuela Normal de Costa Rica y ejerce como profesor de Pedagogía y Metodología, cargos que desempeñó hasta su muerte. Por supuesto sigue escribiendo en los diarios El Hombre Libre, y La Tribuna y se inicia como colaborador con la aparición, en 1919 del Repertorio Americano.

 

En 1920 se da el lujo de rehusar la Subsecretaría de Educación  ofrecida por don Julio Acosta, presidente de la República.

 

En 1921 y durante el conflicto limítrofe con Panamá se alista como soldado y viaja al sur pero no participa en el litigio armado.

 

Fue en 1922 cuando hace abierta defensa de los Programas presentados por don Roberto Mesén al Congreso Nacional de Inspectores de escuela primaria. Años después participa activamente en la campaña presidencial (la segunda) de don Ricardo Jiménez y declara su posición ideológica con respecto al partido Reformista. Luego rehúsa ejercer como ministro de Relaciones Exteriores, ofrecido por don Ricardo y en los últimos años de su vida se convierte en un combatiente valeroso contra los contratos fruteros y con las compañías eléctricas en la organización de la Liga Cívica.

 

Murió el 18 de noviembre de 1928, producto de un cólico miserere (peritonitis) a los cuarenta años, cuando estaba en su plena vigencia y más se esperaba de su producción intelectual y pedagógica.

 

La obra escrita de don Omar  es abundante y diversa; va desde una simple nota hasta ensayos profundos sobre política, pedagogía, sociología, crítica de arte, etc. Pero, a pesar de no haber escrito un solo libro (lo intentó dos veces y no los concluyó, con Meditaciones y Lecciones de Español), no desmayaba nunca; enviaba artículos a las revistas La obra escrita de don Omar  es abundante y diversa; va desde una simple nota hasta ensayos profundos sobre política, pedagogía, sociología, crítica de arte, etc. Pero, a pesar de no haber escrito un solo libro (lo intentó dos veces y no los concluyó, con Meditaciones y un libro anhelado que llamaba De Instrucciones1, no desmayaba nunca; enviaba artículos a las revista más importantes de la época y los periódicos. Nada ocurría sin que él saliera a la palestra con sus comentarios y enseñanzas.

 

Fueron García Monge y otros amigos quienes recogieron algunos de sus artículos dispersos en periódicos y revistas y los publicaron en dos tomos bajo el nombre de Meditaciones. Justifican así su empeño:

 

"Al irse, Omar Dengo dijo a su esposa (doña Teresa) que no lo permitiese, si acaso alguien quisiera recoger sus escritos. "Nada de lo que dejo vale la pena de publicarse de nuevo". Pero los que siendo sus alumnos y amigos no piensan así; creen que hay doctrina constructiva, forma perdurable de belleza y de bien, en lo que Omar escribió: Por eso han acordado recogerlo, en tomitos como éste. Dos o tres tomos tal vez; uno por año. De tal manera es como juzgan servir mejor a la memoria del que fue su maestro y compañero, hoy ausente amado."

 

Y se publicaron dos tomos pero no se completó el empeño. Aún existen artículos en periódicos y revistas que no se han recogido en un libro.

 

El primer tomo consta de 167 páginas y contiene 35 artículos, mientras que el segundo de 155 páginas contiene 33 textos. Los dos tomos se encuentran tanto en la biblioteca de la Universidad de Costa Rica como  en la Nacional de Costa Rica.

 

María Eugenia Dengo de Vargas, su hija, publica en 1961, editado por el Ministerio de Educación Pública, un libro que recoge escritos inéditos de su padre, así como otros que no aparecían en Meditaciones I y II, editados por sus amigos en Repertorio Americano, Tomos 1 y 2, respectivamente El primero en el año 1929 y el segundo en 1930.El libro lo titula: Escritos y discursos de Omar Dengo. Contiene 145 artículos y consta de 448 páginas. Antes el Dr. Manuel Antonio González Víquez presentó una tesis de grado para optar a la licenciatura en Filología por la Universidad de Costa Rica. La tituló: Aspectos biográficos y  bibliográficos de Omar Dengo, la sustantividad científica de educación, y la presentó en el año 1958. Permanece inédita.

 

En 1972, Emma Gamboa, publica un libro que titula Omar Dengo. Se lo edita el Ministerio de Cultura Juventud y Deportes. Agrega muy pocos artículos distintos a los contenidos en las publicaciones anteriores. Consta de 69 artículos y 303 páginas1.

 

Estas son las obras más importantes que recogen parte de los escritos de don Omar Dengo Maison. Después de ellas han visto la luz cuadernos, folletos, hojas poligrafiazas, etc. que trascriben artículos, cartas, discursos y otros, que por lo general toman del libro de María Eugenia Dengo de Vargas.

 

Este servidor se ha impuesto la tarea de completar la obra escrita de don Omar y a fe que se logró. Están en esta publicación artículos, cartas, y otros textos que no recogen los libros anteriores. Son más de 500 cuartillas en imprenta y más de 300 artículos.

 

Por excelencia, Omar Dengo Maison fue un maestro, un pedagogo. Su vocación por enseñar fue su norte, su razón de ser y el servicio desinteresado, transparente a la patria su proyecto de vida.

 

Fue un idealista y él nunca lo negó. Se sentía orgulloso de ello. Tampoco fue un filósofo pero sí un crítico inteligente y agudo que con franqueza y nobleza se enfrentó a los políticos incultos de la época.

 

Dos rasgos de su pedagogía deberían destacarse con letras doradas: La lucha por crear una escuela al servicio de todos, con mayor énfasis en los más necesitados. Creía, como lo creemos hoy nosotros, que solo la educación hará libres a los ciudadanos y sacará de la pobreza a quienes no tengan  (ni tienen hoy) qué comer. Y este pensamiento que fue guía de su actividad pedagógica y lo condujo al segundo rasgo, práctico de la actividad educativa: unir la escuela con el pueblo, los educandos y maestros con la familia. Esta relación escuela-sociedad lo llevó a enfrentarse con los políticos que nunca entendieron que economizar en educación, en escuelas, era una barbaridad que atentaba contra la patria, contra la civilización, la cultura, el más importante bien de un país.

 

Con el fin de que el lector tenga una orientación en la lectura de la obra completa de don Omar Dengo, hemos dividido sus escritos desde su aspecto formal, genérico y no temático como suele hacerse. Así los clasificamos de la siguiente manera:

 

En cada sección haremos una síntesis crítica  general de los textos incluidos con el fin de orientar al lector.

 

1.      Ensayos literarios. Se trata de textos de carácter literario en prosa. En ellos prevalece el deseo de expresar, no solo ideas sino sentimientos. Se utilizan imágenes retóricas de diversa índole y se pone de manifiesto un estado de ánimo muy emotivo. Es una visión de mundo cercana al autor, subjetiva, lírica, si se quiere. También incluimos un cuento.

2.      Ensayos críticos. En esta sección incluimos ensayos ideológicos, donde el autor expone sus ideas, sus análisis, sus conclusiones  sobre una temática variada: educación, sociología, pedagogía, política, etc.

3.      Artículos. Aquí se incluyen textos de contenido liviano, más propios de un periódico. Van desde un simple comentario hasta una opinión sobre un problema de actualidad.

4.      Pensamientos. Son textos cortos con las meditaciones del autor, sus frases preferidas, sus deseos, sus proyectos de vida y visiones de mundo.

5.      Reseñas. En esta sección se incluyen los textos numerosos que don Omar escribió sobre libros de otros autores. Van desde poemarios, como Desolación de Gabriela Mistral, hasta opiniones de libros pedagógicos, políticos, etc.

6.      Notas. En ellas el autor deja ideas desperdigadas, apuntes y anotaciones varias.

7.      Discursos. Era frecuente que  se publicaran los discursos que Omar Dengo solía pronunciar en diferentes ocasiones: muertes, actos públicos y oficiales.

8.      Cartas. Transcribimos, en esta sección, las cartas que Omar envió a sus familiares (algunas conocidas) y a sus amigas (alumnas) y otras de índole profesional.

9.      Libros. Omar Dengo intentó escribir, por lo menos dos libros, pero por diversas razones (murió muy joven) no consiguió concluir ninguno.

10.  Informes. En este apartado se transcriben todos los informes que como Director de la Escuela Normal envió a sus superiores y otros de menor importancia.

 

CONTEXTO HISTÓRICO DE LA EDUCACIÓN  QUE  ANTECEDIÓ Y VIVIÓ OMAR DENGO MAISON

 

 

La educación en Costa Rica se inicia principalmente con los siguientes hechos y sus respectivas fechas:

 

1814: La Municipalidad de San José abre la Casa de Enseñanza de Santo Tomás. Su figura principal fue el Bachiller Osejo y el Gobernador español de la Provincia de Costa Rica, lo fue Juan de Dios de Ayala.

1828: Se da la primera Ley que encarga a las Municipalidades la Inspección de Escuelas.

1832: Se da la primera Ley de Compulsión Escolar. Las Municipalidades deben atender la enseñanza del pueblo.

1843: Se crea la Universidad de Santo Tomás. Solo la formaron la Facultad de Farmacia, Derecho e Ingeniería Agraria.

1846: Se crea el  Colegio San Luis Gonzaga de Cartago. Fue regendado por los Jesuitas y estuvo a cargo de los hermanos Fernández Feraz.

1846: La Municipalidad de San José funda la primera Escuela Central con la finalidad de preparar maestros de primaria. Su Director lo fue Juan Bautista García.

1849: Se crea en San José un Liceo de Niñas. Su primera directora fue doña Águeda Peralta de Rivero. Este centro graduó los primeros maestros del país. Este mismo año, el Dr. Castro Madriz establece el Primer Reglamento Orgánico de Instrucción Pública.

1869: El Dr. Don Jesús Jiménez incorpora en la Constitución los preceptos de educación obligatoria y gratuita para todos los costarricenses y costeada por el Estado.

1870: Se crea la Escuela Normal de San José. Fue dirigida por Manuel Romero. La Institución fue de corta duración.

1882: Se cierra, en Alajuela, el Instituto Municipal de varones.

1884: Se funda la Biblioteca de Alajuela. Se pone al servicio del público en 1889.

1886: Se funda la Escuela Nueva en San José. La dirigió don Miguel Obregón Lizano.

1886: El licenciado don Mauro Fernández, en el gobierno de don Bernardo Soto,  promulga la Ley general de Educación Común. Estuvo a cargo de don Miguel Obregón Lizano como Inspector de escuelas de San José.

1887: Se funda el Liceo de Costa Rica en San José.

1887: Bajo la presidencia de don Bernardo Soto se abre el Instituto de Alajuela y lo dirige don Miguel Obregón Loría. Inician las lecciones el 13 de febrero. También se funda el Liceo de Costa Rica. Tuvo una sección Normal por varios años. Este mismo año vio el nacimiento otra Escuela Normal en San José. Fue dirigida por  Luis Schönau. Luego fue incorporada al Liceo de Costa Rica en el año 1887.

1888: Se fundó el Colegio Superior de Señoritas. También fue obra de Mauro Fernández. Por muchos años este centro tuvo carácter casi exclusivo de Escuela Normal.

1888: Se cierra esta Universidad de Santo Tomás, fundada en 1814. Se argumentó que solo la Facultad de Derecho funcionaba realmente.

1889 a 1914: Proyectos del gobierno de Rafael Iglesias: Casi ninguno se concretó.

a. Fundación de las Escuelas de Artes y Oficios y las Escuelas Agrícolas.

b. De trabajos Manuales.

c. Escuelas para adultos para completar los conocimientos sobre los oficios que realizaban en la práctica.

d. Casas de Corrección de menores para prevenir la delincuencia y el vicio.

e. Su visión positivista de la educación (utilitaria) lo incitan a clausurar, mediante el proyecto

1890: Se funda la Biblioteca Pública de San José. Luego la de Cartago y poco después la de Heredia. Es el Director General de Bibliotecas.

1891: El señor Miguel Obregón Lizano promueve las bibliotecas escolares.

1892: Se establece la Inspección General de Enseñanza.

1892: Miguel Obregón lizano es el Inspector General de Enseñanza.

1893: Se reglamentan esas bibliotecas.

1903: Se dispuso que los maestros llevaran un "Diario de Clases".

1894-95: Se cierran los colegios de Alajuela y Cartago. Justificaba ello en la poca asistencia de estudiantes y los escasos beneficios que aportaban.

1894: Se eliminan programas y asignaturas en algunas escuelas aduciendo que no tenían utilidad. Se redujo el tiempo lectivo apenas para aprender a "leer y escribir".

1895: Se redujo el período lectivo y las materias del programa. Se dividió la educación por zonas: rurales, villas y cabecera de ciudad. Las primeras apenas 4 años, las segundas cinco y las terceras siete. Se estableció una especie de categorías de ciudadanos, de primera de segunda y tercera clase.

1897: Se creó la Escuela de Bellas Artes dirigida por Tomás Povedano.

1897: El 19 de octubre se inauguró el Teatro Nacional.

1899: Se reformaron los programas del Liceo de Costa Rica y se introdujo los Trabajos Manuales como asignatura obligatoria.

1900: Se creó la Granja Nacional de Agricultura 1909: Excomunión del periódico de caricaturas El Rayo por haber publicado una caricatura "obscena" al obispo Starke.

1905: Se crea el Liceo de Heredia y pasa a manos del Estado en 1908

1906: Se inicia el proceso para la creación de El Reglamento Orgánico del Personal Docente y la Ley de Pensiones  a cargo del profesor don Miguel Obregón Lizano.

1910 a 1914: Es el primer período como presidente de Costa Rica, del señor Lic. Ricardo Jiménez Oreamuno. El segundo lo fue de 1924 a 1928 y el tercero de 1032 a 1936.

En su primera magistratura se creó la Escuela de Agricultura.

1912: Se funda el

3 Comments

Discúlpenme, pero leí solo la mitad del artículo. Inicialmente me pareció interesante pero las faltas de ortografía, mayúsculas donde no deben ir y redacción complicada en algunos tramos me hicieron concluir la lectura a medias. Les sugiero revisar estos detalles y reeditarlo.

Gracias por la observación, Óscar Mario, no me había dado cuenta. El error es por la participación del traductor de Google que lo hizo del Español al Español y lo transformó desastrosamente. Ya lo corregí y lo publiqué en dos partes (Primera y Segunda) con el mismo título. Saludos.

Benedicto Víquez Guzmán

Muchas gracias por permitirme compartir esta importante informaciòn. Adelante!!!!

Nos alegra que te haya gustado, gracias por ello.Saludos,
Benedicto Víquez Guzmán

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