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La Innominada por Benedicto Víquez Guzmán

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LA INNOMIMADA

 

Algunos dirán que ¿por qué no tengo nombre? Han de saber que soy Lillith, Eva, Juana, Ester y todas las mujeres juntas. De ayer y de hoy. Nací de la mente de los escritores, hombres y mujeres. He llevado nombres famosos como, Elena de Troya, Cleopatra, Ifigenia, Penélope, María, Marianela, Carlota, La Celestina, La Dorotea, Sor Juana Inés pero en la mayoría de veces me han vilipendiado, calumniado, ofendido, agredido de hecho y de palabra. ¡Cómo no  me han llamado  pendejos hombres?, puta, revolcada, loca, malparida, zorra, culebra, víbora, cobra, maldita, sometida, chismosa. Hasta una planta la han nombrado "mala mujer". No hay palabras para expresar lo mal que nos han tratado con palabras soeces, hedionda, demonio, poseída, sometida, calumniadora, pecadora. Es el colmo, cuando un hombre comete alguna falta se le llama con nombres femeninos, gallina, naguas, pisuicas, lechuga, mujercita, fresa, perra, mujercita.

Es cierto que a veces nos han magnificado pero casi siempre cuando nos agachamos y somos útiles a los hombres. ¡Hipócritas! Eso son, cuando dicen que madre solo hay una y andan de tras de cuanta escoba vestida de mujer, ven. Que la mujer es el ser más bello de la tierra, que sin nosotras no pueden vivir, que una casa sin mujer no es un hogar, y ¡cuántas sandeces más! No les alcanza el tiempo a esos hombres para salir del trabajo y buscar a las amantes, dejarnos solas en la casa, y qué decir cuando llegan, borrachos y nos pegan, nos gritan y hacen escándalos en todo el vecindario. Eso sí, otro día se arrepienten de mentiras y nos piden perdón y hasta lloran, los cobardes, para seguir haciéndolo así, hasta la muerte. Somos buenas para tener hijos, cocinarles, lavarles la ropa, limpiar la casa, rezar e ir a misa, pero cuando se trata de distraernos un poco, eso es malo. ¡La mujer debe permanecer en la casa! ¡Cuida los hijos, edúcalos! Mientras él vive en las cantinas, jugando naipe con sus amigos. ¡Eso no es justo! Aunque el cura diga lo contrario.

¡Cómo si fuera fácil nuestra vida! Y las que trabajamos en oficinas o casas ajenas. ¡Qué esclavitud! Doble trabajo y poca paga. Para colmo de males nos recargan el pago de las deudas, la comida, la luz y el agua. Bien que lo saben que todo sube cada día para engordar a unos vivazos que gobiernan el país. Y esto hay que decirlo entre dientes porque las mujeres no deben meterse en política y hablar de lo que no saben. Si supieran esos canijos que sabemos más que ellos, que vivimos en carne propia todas las calamidades sociales y tras de feria tenemos que soportar lo que nos hacen, porque así lo dicen los valores cristianos, que seamos obedientes y sumisas, que ofrezcamos los sufrimientos a Dios, que nos espera la verdadera vida, como si ésta fuera de mentiras, que así lo quiere Dios, que es su santa voluntad, que hagamos caridad, que manos que dan, nunca estarán vacías y una con temor de ir a misa porque no tiene la moneda para dar la limosna y saber que la pueden tildar de agarrada, avara y hasta perder la posibilidad de ir a la Gloria cuando se muera. Sí, nacemos, crecemos y morimos llenas de miedos, sacrificadas por los hombres y a veces hasta por las mismas mujeres que se alían con ellos para llevarla suave y juntarse en sus andanzas pecaminosas. Y digo esta palabra sabiendo que el pecado es para unos y no para todos por igual, sobre todo el castigo. Nosotras no necesitamos pecar para que se nos castigue. No fue así en Sodoma y Gomorra que nos mataron a todas las mujeres y los niños por los pecados de los hombres y para qué seguir...o ¿es que se les ha olvidado que solo a nosotras (porque a los hombres no), nos posee el demonio y nos representan como epilépticas botando babas verdes y diciendo palabras obscenas con voz de hombre y cosa curiosa nunca nos poseen demonias?

Vean ustedes a los escritores de este país, hay más hombres que mujeres. ¿Cuántos personajes mujeres son famosas. Ni siquiera somos protagonistas en sus novelas. La primera novela se la dedican a un huerfanillo de Jericó. Ese autor por lo menos escribió sobre Elisa Delmar que tuvo que disfrazarse de hombre para entrar al ejército porque las mujeres solo servíamos para lavarles y hacerles la comida y la otra mujer que fue protagonista la llamó Margarita y después un escritor nombró a una de nosotras como Doña Ana de Cortabarría, claro de la alcurnia, de las nobles porque las de pies de tierra, ésas nunca fuimos seleccionadas sino para usarnos como ejemplo en la mayoría de los casos que como lo que  no se debía imitar. ¿No fue así con La Llorona, La Tule Vieja, La Cegua, La Comemierda?

Y después se siguen escogiendo personajes femeninos ya establecidos como La Pastora de los Ángeles, La Sirena, Catalina, mientras que los protagonistas seguían siendo hombres Un Robinson tico, aunque fuera un cartaginés desteñido, Lázaro de Betania y no María Magdalena, El hijo de un gamonal, El Moto e Hijas del campo, así sin nombre y sin artículo, en forma genérica y la lista es interminable. Usan, los escritores, hasta animales masculinos, Los perros no ladraron y no "Las perras no ladraron", es que hasta las mujeres nos han discriminado. Cualquier lector sabe quién fue Zalacaín, el aventurero, Pedro Páramo, Pancho Villa, hasta judas tiene más fama que nosotras, Marcos Ramírez pero busque una mujer entre los personajes ticos, tal vez La Loca de Mandoca, Única mirando el mar, La Chela, o  Candelaria del azar que reflejan nuestras vejaciones no así en ¡Mujer...aún la noche es joven!  que elogia a ese mejicano Agustín Lara y todavía se la pongo más difícil. Traten de colocarles el segundo apellido a los escritores que conoces. Verdad que no lo saben, y la razón es que es el apellido de nosotras y eso...no interesa. ¡Cómo han tratado por todos los medios de ignorarnos, cuando no nos necesitan!

Me lleno de rabia cuando recuerdo aquel cuento llamado El clis de sol. ¿Ustedes creen que un alemán u holandés, culto, profesional, iba a cogerse a una campesina vieja, descalza, con más de ocho días de no bañarse?, porque has de saber que esos hogares no tenían baño como ahora sino un escusado de hueco con techo de hojas de caña y cubierto con sacos de gangoche, donde los sábados nos  bañábamos con peroles. No, el tal niño jamás podría ser de esa campesina ignorante. A lo sumo ese europeo le echaría el ruco a la hija de quince años, jovencita y agraciada pero a la madre no. Sí, ese escritor se burlaba de nosotras las campesinas y sugería que éramos fáciles, traidoras y que le dábamos vuelta al marido cuando trabajaba en el cafetal. Si supiera que ni siquiera nos alcanzaba el tiempo para hacer el oficio de la casa a pesar de que no teníamos que limpiar los pisos de tierra pero sí atender la chiquillada que teníamos, lavar los chuicas y preparar el gallito. ¿A qué hora íbamos a coquetear con extraños a quienes les teníamos vergüenza y corríamos con solo verlos, del susto?

Sí güevones, la vida nuestra estaba circunscrita a la casa, al río a lavar la ropa y la iglesia cuando los domingos íbamos a misa a dar gracias a Dios... por tantas desgracias que padecíamos. Nunca me olvido cuando tenía uno de los güilas con lombrices y a la salida de misa le pregunté a Quicón, el médico del pueblo, que qué podía darle para matar tanta lombriz que le salían por el culito al chiquillo y el gran cabrón me respondió que comprara en el mercado un yigüirro. Teníamos que acudir a los curanderos del lugar para que nos dieran bebedizos hechos de hierbas que a veces servían y  otras no y entonces hasta morían por falta de atención médica. Muchas veces tenía que maniatar unas gallinas para salir de mañanita hacia el mercado, con el chiquillo a cuestas, para venderlas y luego pagar el doctor y comprar las medicinas. No se crean que teníamos tiempo para esas majaderías de los escritores de la ciudad. Ellos sí podían tirársela rica en Nueva York, contando los dólares del café de sus haciendas, mientras nosotras nos jodíamos cogiéndolo y jalándolo en los cafetales. Eso no era un paraíso como los hombres lo han dicho.

Y para peores males los hijos de los gamonales venían a tirarnos los boletos por cada cajuela de café que entregábamos y se aprovechaban para engatusar a nuestras hijas y zamparles panzas que luego olvidaban. ¡Qué vida ésa! ¡A tiempos aquéllos! Y los viejos suelen decir que los tiempos de antes fueron mejores que los de ahora. Tal vez para los ricos hacendados y sus hijos pero no para quienes doblábamos la espalda para soportar tantos males juntos. Y suelen decir que esos valores se perdieron y yo digo por dicha, porque eran injustos, desiguales, violatorios, esclavizantes de hijos y mujeres y pobres en general. Los valores que hoy se invocan no existieron. La igualdad, la libertad, la solidaridad, solo se paracticaba entre los mismos pobres, los mismos derechos no existían para todos, solo para los poderosos y aún nosotras cuando pertenecíamos a la clase dominante, éramos agredidas, solo que por conveniencia nos quedamos calladas. Porque otra cosa a que nos han sometido siempre es a quedarnos calladas, calladita, más bonita. No hable, calle y obedezca, como robots. Pero hoy estudiamos, nos divertimos y poco a poco, nos defendemos. A las campesinas y de barrios pobres si hablan mucho, las matan, por lo menos con nosostras, las de arriba, se hacen los chanchos, nos aguantan mientras nos necesiten.

Es que los hombres siempre han sacado provecho de nosotras, nos venden, nos usan de mampara para sus negocios, somos sus burros, damas de compañía o putas disfrazadas y cuando ya estamos cacharpeadas buscan otra y así como chancletas  viejas nos tiran. Nos hacen creer que nos toman en cuenta cuando en sus discursos hablan de ellos y ellas para que votemos por ellos y cuando están en el poder, nos pasean y exhiben como muñecas, pero nunca nos dejan entrar en el poder. Somos secundonas y eso hay que cambiarlo. Un puesto no significa que tengamos el poder. Es solo un barniz, un engaño. El poder se ejerce con obras y no con palabras. Y ya me estoy poniendo fantasiosa sin medir las posibilidades reales de esos proyectos.

Así es escritores cabrones, pónganse las pilas y déjenos libres para contar nuestras historias, dénos libertad y dejen de utilizarnos para lamentos y contar lo que ustedes creen de las mujeres, pues no saben nada de nosotras. Solo narran apariencias, deseos frustrados, proyectos fallidos, estereotipos de mujeres castradas. Es una súplica, no más historias aberrantes, mujeres víctimas, desteñidas, ignorantes, violadas, vistas por la moral de ustedes. Dejen, por favor, que seamos nosotras las que desnudemos nuestra esencia, nuestra vida, nuestros deseos, nuestros males, dolores y esperanzas.

¿Que cómo vamos a llamarle a este escrito, cuál es el género? A ustedes eso qué les importa. Solo es la voz de La Innominada que está encachimbada.

La niña y la rosa. Cuento de Benedicto Víquez Guzmán

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Hoy, por la mañana, cuando iba a comprar el periódico, me topé con una niña que me interrogó:

-Señor, ¿por qué caminas riéndote solo?

- Porque anoche soñé que trasformaban el mundo - le contesté.

¿Cómo? - me dijo asombrada.

Soñé que un Hada Madrina con su varita mágica eliminaba de la tierra la palabra pedir y llenaba de poderes mágicos la palabra dar.

La niña permaneció unos instantes callada y...  metiendo la manita en su bolso, sacó una hermosa rosa de color rojo, como su tierno corazoncito y alargando la mano me suplicó:

-Tómela, Señor, me la regaló una vecina para mi mamá que está muy enfermita.

Y...yo, dudoso,... la acepté.

No había caminado  la niña, tres pasos, cuando me volvió a ver. Entonces llevé mi mano a la boca y le tiré un beso, a la vez que le decía:

-Llévele este besito a tu madre.

La niña empuñó fuertemente su manita angelical y salió corriendo...

Carta a un joven escritor

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Estimado ...

 

Comencé a leer tus cuentos y antes de concluir (faltan algunos) deseo hacerte dos propuestas:

 

1. Le sugiero como nombre de los cuentos el siguiente "Vivencias de Chilly". Y esto tiene implicaciones. La primera es dejar que sea la niña quien narra. Yo le daría una 38 para que te meta un balazo (violencia de hoy) y la dejes ser ella. Que sea su voz la que narre, viva, exprese, sueñe, sienta, sufra, y no la autoridad detrás de ella que le diga lo que debe hacer. Si escogieras esta propuesta, entonces tu papel es secundario, casi nulo. Te limitarías a señalar detalles pequeños que permitan un tanto la fluidez del relato de la niña. Y esto significa mucho. Tenés que dejar que ella "Sea" y no lo que tú quieres que sea. Explico: Si ella quiere jugar y no limpiar su cuarto, así será. Si cree que el color del cabello rojo es precioso y no le importa que sus padres no lo tengan rojo, así será. Esto es grave porque te echa a perder tu código preestablecido de lo que es bueno y malo, de cómo deben ser los niños, lo que deben hacer y pensar. ¡Te la puse fea! Te acordás  del Clis de Sol de Magón, esa burla soez al campesino. Machismo, prejuicios, falsos valores, etc., todos juntos. ¿Le importa a un niño si él es rubio y su padre negro? Aún más ¿le interesa saber su origen paterno?, o ¿será a los adultos maliciosos, suspicaces, malévolos a quienes les agradan burlarse de los demás, y si estos son un tanto ignorantes, cuanto mejor? y lo que es peor, humillarlos con la frasecita esa: Eres  hijo del lechero, que por cierto hoy ya no existe sino en las mentes... ¡Qué prejuiciados somos! ¡Cómo nos esforzamos por hacer sufrir a los niños y jóvenes con el látigo de la burla y el choteo! ¡Ese pelo te lo voy a cortar! (¡pobres ministros si fuesen sus alumnos!)

Si queremos que ellos sean como nosotros, vamos por mal camino. Ellos deben ser como ellos quieren ser, eso sí con apego a  principios elementales: Ser felices, ser libres, ser ellos y no lo que otros desean que sean, siempre y cuando nunca se hagan daño así mismos o a los otros. Disfruten la vida, vívenla pero sin perjudicarse ni dañar a nadie y en ese nadie incluyo a los humanos, los animales y el ambiente. El otro principio es ser responsable, de su vida y de sus acciones. Esto incluye la vida social entre pares y disímiles. Ésta es una sociedad de la multiplicidad y debemos respetarla como tal. Nunca hemos sido "igualiticos" como se ha pretendido.

La educación, y tus cuentos tienen ese fin, aunque no explícito, no consiste en dar, forzar o imponer normas, moldear, modificar, codificar a los seres vivos llamados humanos, utilizando la cantaleta de que ¡hay que enseñarles los verdaderos valores como si existieran falsos valores! Hoy se perdieron y hay que salir con canfineras a buscarlos. Antes sí los había. ¡Qué hipócritas que somos! Primero les damos el ejemplo de que en esta sociedad de consumo lo más importante es el dinero y no importa cómo lo consigamos y después queremos que no maten para lograrlo. ¿Qué se mueve sin él? Poderoso caballero es (hoy) don dinero y lo fue ayer pues Quevedo no está vivo. El vil metal dicen algunos y luchan por conseguirlo sin importarles los medios empleados.

Y ¡qué decir - y está en uno de tus cuentos- de la violencia en la enseñanza. Hoy se prohíbe el castigo físico. No más zapatazos o borradores sobre la cabeza o arrodillarse sobre granos de maíz, a pesar de que algunos lo añoran y sutilmente lo sugieren, como lo hace Don Beto, pero se disfraza de otras maneras: ¡Te ordeno que limpies el cuarto! Y la niña prefiere jugar, soñar. -No quiero, mamá, le responde insolentemente y la madre que sabe que no le puede quebrar el leño de la escoba en la espalda acude a la pedagogía ¿moderna? de: Si no la haces, vive con ella. Y la niña sufre su propia inmundicia, ¡qué castigo ejemplar! Pero, no es peor el castigo psicológico, muchas veces, que el castigo físico. Ese estira y encoge a ver quién gana ¡será una buena manera de educar? O no sería mejor lograr el objetivo de inmediato y en forma más eficaz, por ejemplo, si la madre o el padre toman, por la mañana la escoba y le regalan a la niña otra más pequeña y juegan con ella a limpiar y cantar y reír. Les juro que después de tres veces la niña lo hará solay alegre. Pero ¿serán capaces los padres "correctos" de permitirle a la niña acomodar las cosas según ella lo desee y pegar la imagen de... en vez del señor triste y lleno de llagas que está en la pared? Lo dudo y ahí comienzan los problemas. Es que los adultos queremos que nuestros hijos se parezcan a nosotros y a ellos eso no los convence. ¡Mi hijo será "palero" como yo! - dice el campesino orgulloso - o jugador, o doctor, o ingeniero. Nunca dirán que será político ladrón como... porque son muy hipócritas. Y el niño quiere ser como él mismo. Y seguir siendo, pues nunca terminará de ser.

Y no sigo, pues sospecho que ya estás enojado, amigo, con este viejo majadero. Pero yo solo sugiero pues sé que es usted y solo usted quien debe escoger lo que haces.

 

2. El otro camino es quizás más fácil. Corrige los cuentos y los pasa en limpio y los manda a publicar. Es posible que a los adultos les agraden  y hasta le den el Magón...ja, ja, ja, y ello está dentro del verosímil de nuestro medio literario, o en el peor de los casos los que más saben lo declaren desierto.

Benedicto Víquez Guzmán

Edwin Quesada Muñoz

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EDWIN QUESADA MUÑOZ 1

(1969)

 

Edwin Gerardo Quesada Muñoz nació el día 24 de enero del año 1969, en el Hospital Central, San José. Es oriundo de Pavas. Es de profesión Administrador de Sistemas y trabaja en la actualidad en Proyectos Informáticos en Illinois, Estados Unidos.

 

 

LO QUE HA ESCRITO EDWIN QUESADA MUÑOZ

 

NOVELA

 

1. La Corporación: 2010

 

CUENTO

 

1. Cuentos profanos: 1998

 

La Corporación es la primera novela que ha escrito Edwin Quesada Muñoz. La publicó en el año 20102.

 

Es una novela de clásico narrador protagónico, donde el personaje Edgar Mauri cuenta sus aventuras a partir de su propia experiencia. Se ubica en una Costa Rica del futuro cercano que ha experimentado algunos cambios importantes con respecto a la Costa Rica del presente. Tiene ejército y en ella, en la rural Garita se ha establecido la Corporación A T y es gobernada por un presidente, Vargas, títere de ella y un militar corrupto de apellido Molina.

 

Se inicia como una confesión de parte de Edgar, donde cuenta su vida desde joven, sus estudios en electrónica en Alemania y pronto a morir, víctima de los experimentos humanos que realiza La Corporación. Esta situación inicial es retomada al final de la novela cuando deja la información en manos de una enfermera que la da a su amigo, hermano y compañero de estudios, Mathías.

 

El desarrollo de la novela presenta un claro proceso de degradación social y moral. En él se describen los crímenes de jóvenes estudiosos por parte de la Corporación y el ejército en San José Centro. Edgar se convierte en una especie de investigador del crimen y la novela pasa al rango de novela policíaca: se presentan crímenes, Edgar Mauri es el detective y hasta entra a la Corporación para descubrir los móviles de los asesinatos y lo que ocurre en las entrañas de ese monstruo. Tiene aliados que le informan de los hechos tal como el gay André y luego Mauren y su hermano así como el finquero don Bonifacio.

 

Una vez incorporado al personal de la Corporación se convierte en conejillo de los experimentos que realizan llamados H. I. M. por sus siglas. Era el proyecto madre del señor Alfred Thorpe y consistía en la interacción directa entre ordenadores y los humanos. Para ello injertaban clips estándar y almacenaban información de datos personales y financieros  pero ahora lo que se buscaba era la implantación de un sistema unificado de un computador con un cerebro humano activo. Comprendió Edgar varazón de las muertes de los jóvenes talentosos y la razón por la que entregaban a sus familiares los cadáveres en ataúdes cerrados herméticamente.

 

Una vez iniciado en los experimentos, Edgar, decide huir de la Corporación, recuperar el cubo que le diera André, depositado en un banco y salir del país para publicar su historia y descubrir al señor Thorpe. Establece el plan y logra salir de la Corporación aunque herido por la malla llena de alambre navaja. Se reúne con su amiga Maureen en San Francisco de Heredia, le curan sus heridas y en compañía del hermano de su amiga se trasladan a Guápiles con el fin de salir del país hacia Miami a través de Don Bonifacio finquero corrupto y millonario que tenía un avión y era aviador. Ahí son apresados por Molina y regresados a San José, donde es torturado y al final llevado de nuevo a la Corporación. Conoce a la enfermera Flora y ésta que se hace amiga de Matías logra sacar el cubo donde guardaba toda la información, se lo entrega a su nuevo amigo y deciden salir del país. Así lo hacen y publican todo el complot y hasta se casan y son felices. Costa Rica sufre un golpe de estado y se restituyen todos los derechos, confiscan la Corporación y todo termina en paz y felicidad.

 

¿Ciencia ficción o novela negra? ¿Ambas? La novela es ambigua y abre esa virtualidad de jugar con la ciencia ficción a través de una estructura policíaca, donde el científico es el mismo detective. Lo cierto es que presenta un verosímil un tanto superficial y difícil de digerir. Una Costa Rica del pasado un tanto ingenua, de una realidad casi fotográfica y efectista y otra del futuro sin cambios radicales estructurales y más bien como un calco de la vieja. La lógica de ese verosímil es accidental, más dirigida por los de repentes que por estrategias inteligentes.

 

Novela entretenida que no exige una lectura hermética y minuciosa, sino ligera y causal.



1 Imagen tomada del Blog de la Librería Germinal.

2 Quesada Muñoz, Edwin. La Corporación. Ed. Germinal, San José, 2010.

 

 

Carlos Luis Rojas Contreras

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CARLOS LUIS ROJAS CONTRERAS

(1941)

 

Carlos Luis Rojas Contreras nació en San José Centro el día 12 de agosto del año 1941. Es oriundo de San Luis de Santo Domingo, Heredia.

 

LO QUE HA ESCRITO CARLOS LUIS ROJAS CONTRERAS

 

NOVELA

 

1. Ivana: 2010

 

Claudio Bogantes Zamora

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CLAUDIO BOGANTES ZAMORA.

(En la imagen con la periodista Evelyn Ugalde. Foto propiedad de ella)

(1941)

 

Claudio de Jesús Bogantes Zamora nació en el distrito de Barrantes, cantón de Flores, Heredia el día 31 de octubre del año 1941. Obtuvo el doctorado en Aarhus, Oslo, Noruega, en Lengua y Cultura y en dicha universidad es profesor de Lengua y Cultura.

 

Es en la actualidad (2010) Embajador de Costa Rica y Profesor de la Universidad de Aarhus en lengua y cultura, conferencista. Precisamente ofreció una sobre los géneros literarios, literatura fantástica y realismo mágico, nacidos en dos tipos diferentes de sociedad. El público fue recomendado a leer dos textos centrales a los que hizo alusión:

 

*      Jorge Luis Borges: Everything and nothing

*      Gabriel García Márquez: Un señor muy viejo con unas alas enormes

 

Ha escrito algunos libros y ensayos, tales como, Lo fantástico y El Doble: En tres cuentos de Durán Ayanegui: 1999, La narrativa socialrealista en Costa Rica, 1900-1950: 1990, Discurso literario y discurso historiográfico: acerca de Asalto al paraíso, una novela histórica de Tatiana Lobo: 1999, lengua y poder: migraación, cultura e identidad: 2004.

 

 

 

LO QUE HA ESCRITO CLAUDIO BOGANTES ZAMORA

 

NOVELA

 

1. Memorias del pueblo: 2009

 

 

Manuel Delgado Cascante

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Manuel Delgado Cascante (1952)

MANUEL DELGADO CASCANTE

(1952)

 

Manuel Enrique de La Trinidad Delgado Cascante nació en Heredia Centro el día 11 de diciembre del año 1952. Periodista y filósofo, trabaja en el canal de televisión Teletica como periodista cultural. Es el encargado de varias secciones, entre ellas Papel y Tinta y Blanco y Negro. Se graduó como filósofo en la Universidad de Costa Rica y Periodista en la Universidad Interamericana, C. R. Premio Nacional Joaquín García Monge 2005.

 

LO QUE HA ESCRITO MAUEL DELGADO CASCANTE

 

NOVELA

 

1. El vuelo de Ra: 2010

Ha sido clasificada como literatura de Ciencia Ficción. Por esta razón antes de comentar la novela propiamente nos vamos a referir brevemente a este género literario.

 

El primer aspecto y más importante que una clasificación es establecer si la obra es literaria o no. Si reúne los principales rasgos de ese arte. Si partimos de que el arte literario es invención, creación que utiliza el lenguaje polisémico como único medio para plasmarla, entonces llegamos a la conclusión que la obra en estudio es de muy escaso valor literario pues el lenguaje utilizado se acerca más al discursivo y analítico y aplica una secuencia lógica, lineal que lo acerca al lenguaje unívoco propio del uso corriente, natural. Además se muestra muy explicativo. Solo la frase "es decir" se encuentra a lo largo del relato dos o más veces en cada página. Lo mismo ocurre con las llamadas preguntas retóricas  que son reiteradas y numerosas como queriendo interesar al lector social con problemas futuros fácilmente predecibles. Por último y no menos importante es el descuido gramatical y los errores tipográficos, lo que algunos correctores de estilo llaman "suciedad del texto".

 

Con respecto a la tipificación de la novela como ciencia ficción debemos aclarar que esta modalidad pertenece al género maravilloso. En él el lector acepta la interrelación entre las leyes naturales y las sobrenaturales o, como en el caso de la ciencia ficción, las leyes científicas posibles, pero aún no demostradas con base en la experimentación. En el primer caso los lectores reciben con agrado toda clase de elementos mágicos y seres sobrenaturales con rasgos inverosímiles y disfrutan de ese mundo fantasioso con gran entusiasmo. Está más cercano a la fantasía de los niños; en cambio en la modalidad de la Ciencia Ficción lo que hace agradable e interesante del relato es la introducción de teorías o ideas científicas nuevas que explican racionalmente fenómenos inexplicables por la ciencia actual pero que el lector acepta como posible y se interesa por su aplicación en la ficción literaria. A pesar de que se afirma que son relatos del futuro ello no es imprescindible aunque se usa con mucha constancia. Bien podría tratarse de mundos paralelos, viajes al pasado, encuentros y vivencias productos del azar, el teletransporte, el efecto del túnel, la sincronía temporal, la indeterminación y las virtualidades científicas que abre la teoría cuántica en los diferentes campos de la energía, la luz, el tiempo, etc.

 

La estructura de un relato de Ciencia Ficción, en lo básico, sería más o menos así:

 

Se parte de una situación inicial generalmente negativa, en el caso de la novela que nos ocupa sería la destrucción de la vida en el  planeta tierra que sufrió los dos procesos del mundo dividido, el mundo unificado o el imperio, hasta que llegó la gran explosión. Esta situación inicial negativa genera una serie de procesos que engloban una especie de prueba particular. Es este caso es el inicio del viaje espacial de Ra, esa nave-ciudad que albergaría a los científicos más calificados pero que básicamente están representados por Viktor Hensen-Pavel y Camila. La nave que nos recuerda el arca de Noe, es una especie de sección de planeta que viaja por el espacio y tiene como función salvar parte de la humanidad, la más calificada, aunque niegan la entrada de la niña de Camila, después aparecen escuelas y toda una organización planificada social. Estos dos personajes y su equipo de científicos configuran lo que podríamos llamar El elemento fundamental del éxito, la salvación de la raza humana pero en este relato de ciencia ficción su poder mágico radica en los conocimientos científicos que poseen, mediante los cuales podrán salir airosos en la prueba fundamental y así llegar a una situación final positiva, que en la ciencia ficción se configura de preferencia en el futuro.

 

En la novela el vuelo de Ra reúne la doble virtualidad del viaje de ida y de regreso. Con esta estructura el autor contrapone dos sistemas sociales diferentes solo en algunos aspectos: los políticos, los sociales y los morales. Así durante el viaje el narrador omnisciente cercano al autor, participa de la reflexión en los tres estadios anteriores y censura los vicios de esa humanidad del mundo dividido y la crueldad y el exterminio del mundo unificado o el imperio. Son constantes las reflexiones sobre aspectos morales propios de una sociedad materialista y producto de la globalización, así como la muerte violenta, el exterminio, el egoísmo y la injusticia. Utiliza sobre todo la vida de Víktor y Camila, así como la participación del general Octavius.

 

A pesar de que los científicos guiados por Viktor y sus conocimientos no logran el propósito de llegar a Marte y luego rodear el sol para regresar a la tierra, pues el científico muere y Camila inicia un viaje a la tierra desde Ra, la novela no cierra sino con otra virtualidad de Camila. Un regreso a la tierra sin venganza.

 

La novela, más anhela por parte del narrador, una sociedad distinta que la materialización de la misma. Se convierte así en una virtualidad quizás como resultado del azar donde se eliminen todos los vicios de la anterior y que no pierda la memoria de ello.

 

Fabián Alonso Porras Sáenz

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Fabián Alonso Porras Sáenz (1989)

FABIÁN ALONSO PORRAS SÁENZ

(1989)

FABIÁN ALONSO PORRAS SÁENZ

(1989)

 

 

Fabián Alonso Porras Sáenz nació el 22 de agosto de 1989 en San José en el año 1989 en La Uruca, San José- Es oriundo de Curriabat. Es el segundo de tres hermanos. Sus estudios primarios y secundarios los cursó  en el Colegio Calasanz, donde se distinguió como un alumno sobresaliente.

 

Desde muy niño se sentía muy atraído por las artes y las letras y ello lo llevó a participar en distintos concursos literarios y obras teatrales en los que recibió algunos reconocimientos especiales por sus extraordinarios por sus valiosos aportes creativos.


Inició sus estudios universitarios en la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad de Costa Rica y actualmente se encuentra está en la fase final del programa académico. Proyecta un posgrado en Producción y Animación digital.

 

Empezó a escribir su novela El Símbolo Cristal, primera novela de la saga Los Tres Pergaminos a los 16 años, cuando aún era estudiante de secundaria y la finalizó a los 19, lo que lo convierte en uno de los novelistas costarricenses más joven, solo superado por Irene Guzmán Ferreto que nació en el año 1991.


Los Tres Pergaminos es la primera novela de la saga  El Símbolo Cristal, novela maravillosa creada en un mundo lleno de magia, criaturas y razas muy distintas a todas las conocidas...

 

"Un trozo del Cristal de la inmortalidad ha sido robado de las garras de Abyus, y ahora está resguardado en manos de la raza de los Aris.  Un grupo de mensajeros es enviado lejos con la misión de llamar la atención de Abyus y alejar el peligro del Cristal.  Siendo un señuelo y una carnada difícil de capturar, deberán viajar el tiempo suficiente para que los Aris le tiendan una trampa letal a Abyus, y así evitar un reino de maldad.  Por medio de la magia y el descubrimiento de tres pergaminos antiguos, lograrán cambiar el curso de los acontecimientos y convertir su misión en algo más que un señuelo...."


El libro es relativamente extenso, más de 520 páginas y está dividido en 23 capítulos.

 

Exedra Books de Panamá decide hacer un contrato de edición con Fabián y publican una segunda edición de 1000 ejemplares bajo el sello editorial Exedra. Fabián participa en la Feria Internacional del Libro de Panamá obteniendo el segundo lugar en ventas totales. Posteriormente participa en la Feria internacional del Libro de Guadalajara, México, presentando su novela, sitio en el cuál capta el interés de algunas editoriales tanto latinoamericanas como españolas.

 

En el año 2011, Fabián presenta su segunda novela El Clan de los Magos, que es la continuación de la primera entrega Los tres pergaminos, bajo el sello editorial de Exedra Books. Esta novela alcanza el primer lugar en ventas internacionales de la Feria Internacional del Libro de Panamá 2011

 

Fabián se encuentra trabajando en la tercera parte de su saga El Símbolo Cristal, y en una nueva novela del género maravilloso ambientada en Costa Rica.

 

 

LO QUE HA ESCRITO FABIÁN ALONSO PORRAS SÁENZ

 

NOVELA

 

1. Los tres pergaminos: 2010.

a. El símbolo cristal: 2010

b. El clan de los magos: 2011

c.

 

El símbolo cristal es la primera novela de una saga titulada Los tres pergaminos.1

 

La novela se inscribe en el género maravilloso. Se trata de las aventuras de Yuke en tierras desconocidas, rutas comerciales, montañas, aldeas, peñascos, grutas, lagos, etc. y el encuentro de toda clase de seres maravillosos: ogros, enanos, gigantes, etc. contiendas, conversaciones corrientes, lugares encantados, hazañas, peleas, etc. Todo ello realizado para encontrar un elemento mágico, un trozo de cristal y desde luego los tres pergaminos.

 

El orden es cronológico, causal y las aventuras funcionan por las aventuras mismas desde la génesis del hombre, carente de una concepción, al igual que la novela que motive una cosmovisión sociológica del mundo y menos de nuestra realidad.

 

La novela está bien escrita. El uso del lenguaje es adecuado, salvo algunos errores ortográficos y de coordinación sintáctica. Es sumamente entretenida  y atrapa de principio a fin a lectores que siguen de cerca este género de literatura, muy en boga, al estilo de Harry Potter, sagas, y aventuras mágicas, hechiceros y hacedores de irrealidades soñadas. Es un buen  trabajo  para un iniciado y no hay duda que con el tiempo, su esfuerzo y las nuevas perspectivas que hoy abre la creación literaria, podrá alcanzar niveles importantes en el desarrollo de nuestras letras.



1 Porras Sáenz, Fabián Alonso. Los tres pergaminos. Publicación privada, San José, 2010.

 

El laberinto del verdugo de Jorge Méndez Limbrick

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ELLABERINTO DEL VERDUGO. NOVELA ESCRITA POR JORGE MÉNDEZ LIMBRICK

 

La  novela, El laberinto del verdugo ganó el premio de la Editorial Costa Rica en el año 2009.1 

 

Esta novela no oculta su categoría. Ya en la portada aparece la leyenda "Novela negra". Por lo tanto coloca al lector frente al género policíaco; y además de ese aviso, su título es elocuente "El laberinto del verdugo". Las reglas son explícitas. No obstante la novela va más allá y se inserta en la San José de hoy. Su estructura policíaca es un pretexto para crear un mundo social en crisis, a través de voces interconexas que dibujan un caleidoscopio de imágenes llenas de preguntas y sin respuestas precisas, solo sospechadas.

 

La novela tiene la siguiente estructura formal. La divide en cuatro partes: Tres narraciones infames, Amapola reina de la noche, Suite nocturnal o variaciones sobre un mismo tema y La esfera suprema.

 

La primera parte está codificada por lugares específicos y personajes protagónicos que reflexionan, sienten, meditan, planean, discurren, sueñan y recuerdan. Son voces que el lector escucha con atención y sigue su recorrido a través de apariciones libres y sin causalidad lógica sino espontánea.

 

El primer espacio por orden de aparición es El hospital psiquiátrico en Pavas y lo encarna Felipe Ossorio y Henry De Quincey, el famoso investigador de los crímenes, abogado e Director de la OIJ y  de quien algunos dicen que es el asesino en serie de varias mujeres prostitutas pero que, todo lo contrario, es el único conocedor del verdadero criminal, el señor Julián Cassorla Brown. Y don Felipe Ossorio, como se va presentando, no es "desmemoriado" y más bien se sabe que es un estudioso de filosofía con gran conocimiento del pensamiento griego y romano. De loco no tiene nada. Es la conciencia más lúcida que la imaginación podría señalar en nuestro medio.

 

El segundo espacio es un lugar en San José cerca del Valle de las Muñecas: El consorcio Jurídico Data-Ius y el personaje que lo representa en Beatriz Muriel Nigroponte. Una bellísima abogada que trabaja en ese lugar y lleva el caso de la compra de La torre Fénix por JC, un ricachón relativamente joven y misterioso. Ella Morirá misteriosamente

 

El tercero lo representa El OIJ. Y es Ernesto Miranda Rojas el nuevo Director e investigador que presta su voz. Se conocen sobre todo sua actividades  y los archivos del vampiro, etc.

 

Tanto los personajes Henry De Quincy, La Sombra o Julián Cassorla y otros, así como los crímenes de las prostitutas, La Bella sin marcas, La parturienta, Y Medias de seda y el mismo Julián con su mansión en San José de la Montaña y otros hechos relacionados, son retomados de su primera novela Mariposas negras para un asesino. Ello indica que esta novela es una especie de segunda parte.

 

La novela inicia con las voces de estos personajes que sin orden codificado explícitamente van creando ese mundo  laberíntico josefino, de crímenes, negocios, investigaciones y "locuras".

 

Toda la primera parte, más de la mitad del texto, se convierte en una presentación de los hechos criminales, los personajes protagónicos y sus respectivos roles en la historia. Los lugares donde suelen ocurrir esos crímenes: San José, unos viajes a la mansión de don Julián a San José de la Montaña, las diferentes zonas: zona del vampiro, valle de las muñecas, zona del fantasma y referentes específicos tales como la Torre del Pacífico y otros menores como el Sanatorio, El bufete, las Torres y sus relaciones con el señor JC y por fin, la muerte de Beatriz. No se deben dejar de lado la subciudad, el Parque Gregorio y los lugares soñados por Beatriz y Henry, así como el laberinto.

 

La segunda parte la titula Amapola reina de la noche.

 

En ella se narra el escape del la laberinto realizado por Felipe Ossorio y Henry De Quincy, el famoso abogado que trabajara en el OIJ y que fuera acusado de los asesinatos de las prostitutas. Su refugio en el edificio del Pacífico, cerca de las terminales del ferrocarril y su encuentro con El Gran Archivero de la Noche, nonagenario que conoce todos los archivos judiciales y nunca sale de ese lugar misterioso y terrorífico, más parecido a un laberinto de la historia no oficial de San José y el ojo omnipresente, testigo de las zonas del crimen y el Valle de las Muñecas así como la vida nocturna josefina.

 

Esta segunda parte permite al lector un recorrido físico e histórico, no oficial, así como sociológico de la San José y sus crímenes desde 1890 hasta el presente, pasando por las Cuevas del Virilla, los asesinatos de las jovencitas del barrio Don Vosco, todos, sin encontrar al asesino y la sombra de poderes ocultos detrás de ellos vestidos de políticos y ricachones, eventualmente miembros de Cofradías con rituales insospechados. Ese es quizás el verdadero laberinto del verdugo.

 

No escapan al ojo de los personajes protagónicos, la vida oscura en las zonas del crimen, viejas y nuevas. Las recientes nominaciones de la llamada Zona Roja, y la famosa calle 12 hasta los alrededores extendidos hacia el sur, el oeste y el este en las cercanías de la Universidad de Costa Rica con la ya triste y famosa Calle de la Amargura. Pero no se crea que la película caleidoscópica se quede en los niveles del bajo crimen. Todo lo contrario sube a las esferas de los poderosos en las Torres privadas, los hoteles de cinco estrellas, las mansiones, las guaridas de los ricos seudo profesionales, los nuevos moles, las quintas y los condominios, alejados de los lugares "contaminados".

 

No escapa a esa conciencia de los personajes que van enumerando, los hechos que esclarecen los crímenes. El viaje del Gran Archivero de la Noche al Distrito Federal con una beca para estudiar la restauración y mantenimiento de libros. Los encuentros con personajes importantes como Blackwood y Rocco y la búsqueda de los libros de Paul Morphy y luego la búsqueda del libro El Ismalión en Londres. (En verdad Morphy fue un famoso ajedrecista norteamericano y no creo que escribiera libros de esa naturaleza).

 

La tercera parte es narrada por una especie de conciencia particular: la de Julián y es así como el lector se acerca a él, desde una perspectiva cierta, creíble y conoce los más íntimos pensamientos y hechos realizados por él y sus amigos.

 

"El Valle de las Muñecas en los últimos años ha reverberado en luces y en más pasiones y en más droga... pero algunos lo pueden ver, otros son ciegos a la bufonada, en la risa orquestada de los "monigotes con poder" que vos y Francesco Rocco han fabricado para deseos propios y ajenos."1

 

Esta técnica, a pesar de que no es un estado profundo de conciencia, permite salirse del clásico narrador omnisciente y presentar los hechos tal y como los vivió el personaje. Es moderna y tiene grandes posibilidades semánticas y literarias.

 

También es utilizada, para presentar al personaje Henry De Quincy y narrar las últimas aventuras de este personaje al lado de Felipe Ossorio, hasta concluir con la muerte de Julián o JC y la propia, de ese demente-cuerdo  que es el causante del asesinato colectivo en el Sanatorio.

 

La novela deja hilos sin concluir y es de esperar la tercera patrte para cerrar el ciclo, como es ahora costumbre con las llamadas sagas. Es formalmente policíaca y como tal respeta su estructura y características pero tiene un trasfondo social y político importante que la convierte en una obra que penetra en los antros del poder económico y morales de la San José de las últimas décadas, sin escatimar referencias a las primeras décadas del siglo XX. Tiene como fondo las llamadas cofradías que siempre han existido. Hombres que periódicamente se reúnen para realizar rituales sobre todo criminales y satisfacer sus aberraciones de poder, religiosas, espirituales y sexuales. Los asesinatos de jovencitas en el Virilla y los rituales en las famosas Cuevas, son testigos de esas manifestaciones, lo mismo que los crímenes de las prostitutas. Y como se realizan en determinadas fechas por sus mismas creencias, se convierten en crimines seriales. A veces las realizan individuos solos, que no pertenecen a esas cofradías y lo que delatan son personas con serios trastornos emocionales, tales los casos del llamado EL Cóndor que fue apresado y hasta hoy se desconoce qué pasó con él y los famosos crímenes de La Carpintera que también se mantienen en el anonimat.

 

Como corolario de esa situación, la novela no sólo trata de esclarecer los crímenes y los culpables sino, y esto es quizás lo más importante, ofrecer al lector un retrato vivo de la problemática criminal de San José, los lugares más peligrosos y los vicios sociales de todo género. No podría escapar a ello el trafico de estupefacientes y sus estragos en todos los estratos sociales del país.

 

Extrañamos (y esto no forma parte del comentario literario) un tanto la carencia de una realidad nueva de la violencia. Si antes existía, pues es congénita al hombre, como manifestaciones en las guerras, las luchas por el poder político y económico, cofradías del terror, o simplemente para imponer mitos y costumbres machistas como los pleitos callejeros de los pueblos, los bochinches a golpes en las cantinas y bailongos, y las peleas campales los domingos después del partido de futbol, lo cierto es que tenían causas y móviles diferentes a la violencia de hoy. En los pueblos no se peleaba por comer, por dinero, por aspectos materiales, salvo excepciones. Traiciones, rivalidades, quizás herencias, borracheras, etc. El robo, por lo tanto no tenía la vigencia motora que hoy tiene. La violencia por el poder económico era propia de los estratos altos, los políticos y los gamonales y ésos crearon la violencia institucional, la desigualdad, y la pobreza generalizada.

 

Hoy, existen crímenes sexuales,  por alcanzar el objeto deseado y nunca logrado para satisfacer pasiones y matan, pues un muerto no puede reconocer al autor. No conozco estadísticas pero se podría afirmar, sin temor a equivocarnos, que la mayoría de los crímenes tienen como móvil la obtención del dinero. Claro que se dan otros móviles de los más variados pero creemos que son los menos. El consumo de drogas es fuente de grandes fortunas y los poderosos del mundo capitalista no les interesa extirparlo, pues de ello depende su riqueza. La guerra contra el narco es una patraña pues si elimina el consumo o lo legaliza, se termina el negocio, la fortuna.

 

Nos agradó la novela. Es un logro literario importante en nuestras letras y evidencia una generación de escritores que se abren camino en ese difícil arte y se insertan en las corrientes más importantes de la Literatura de Hispanoamérica.

 

También es oportuno señalar que el verosímil en el relato, las leyes internas del mismo en algunas ocasiones se ven violentadas, tal el caso de la explicación que da el narrador sobre el origen de Don Julián. El lector fácilmente se da cuenta que, en estos tiempos un vecino de Los Hatillos, humilde, y que pasa desapercibido y de pronto se convierte en multimillonario por una herencia que le deja a su muerte un abuelo materno, no es tan digerible. Tampoco conviene, según nuestro entender, que el autor en plena narración de un acontecimiento importante, serio, trascendental, se detenga a explicar que a una exposición fueron invitados Carlos Cortés, Rodrigo Soto y él mismo autor, con más muestras de jocosidad que de seriedad. "Pecatas minutas".



1 Méndez Limbrick, Jorge. El laberinto del verdugo. Ed. Costa Rica, San José, 2009.

1 Méndez Limbrick, Jorge. Ob. Cit., p. 183.

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