Enrique Villalobos Quirós

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Enrique Villalobos Quirós (1947)

ENRIQUE VILLALOBOS QUIRÓS

(1947)

(Imagen propiedad del autor)

 

Álvaro Enrique de Jesús Villalobos Quirós nació en San José el día 27 de agosto del año 1947, Hizo sus estudios básicos en la Escuela Buenaventura Corrales y el Colegio Seminario. Viajó a Pamplona, España donde se graduó en 1970 en periodismo, en la Universidad de Navarra. Luego cursó varios cursos de Filosofía y Letras en Roma.

 

En Costa Rica trabajó de redactor en varios diarios del país como La Nación, La república y La Prensa Libre. Luego inició la carrera de Derecho en la Universidad de Costa Rica y se graduó de abogado y notario en 1983. En Derecho ha publicado varios libros.

 

Es catedrático de la UACA y la UNED. En esta última universidad labora como profesor desde hace 21 años.

 

 

LO QUE HA ESCRITO ENRIQUE VILLALOBOS QUIRÓS 

 

NOVELA

 

1. Huellas de ceniza: 1993

2. El eclipse de los sátiros: 1998

3. Crónica de un amor en el Paso de la Vaca: 2000

 

 

La primera novela que publica Enrique Villalobos Quirós es Huellas de ceniza y lo hace en el año 1993.1

 

Es una novela policíaca o detectivesca pero no es literaria y no pasa de ser una historia amena aunque, si penetramos en ese género de subliteratura, descubriremos algunos elementos que evidencian una estructura bastante superficial. El verosímil se ve en ocasiones violentado y el conocimiento del lector, impropio de este tipo de novelas, del  autor del crimen desde el inicio por parte del lector le resta suspenso, emoción y le merma interés a la historia. Si en este tipo de novelas es importante el principio y la escena del crimen, el final debe ser de indiscutible resolución, de cierre perfecto y en ella esto no ocurre pues se da en forma superficial, que más semeja la última aventura de una mala película mejicana detectivesca. No es cierto que este género se diera en escala planetaria como dice el prologuista. Esto es imposible de conocer. Lo cierto es que en España se desarrolla en el siglo XIX y en Latinoamérica hasta muy avanzado el siglo XX. El género nació con Edgar Allan Poe (1809-1849) y el Romanticismo y se ha extendido por muchos países como novelas de entretenimiento de fácil lectura. En Costa Rica Juan Frutos Verdesia ha escrito algunas novelas detectivescas en los mismos años en que aparece publicada esta novela, tales como El insólito Emeterio: 1985, El mambo número cero: 1994, y otras. Lo que pasa es que éstas son literarias y no policíacas comerciales. Esto es, las primeras utilizan el crimen y el detective, como factor subordinante para significar aspectos históricos, sociales o de otra naturaleza, con el fin de crear una obra literaria, mientras que las segundas son una estructura en sí y no se subordinan a nada. Su interés es mantener al lector en los entretelones del crimen, crear obstáculos para que el lector participe en el descubrimiento del criminal y juegue a detective. Al final se descubre el asesino y termina la novela. Es una simple distracción.

 

La segunda novela que escribió Enrique la llamó El eclipse de los sátiros y la publicó en 1998.1

 

Es una novela de corte tradicional policíaca, prototipo de la novela negra. Sigue la estructura de este tipo de novelas. Hay un crimen y se inicia la investigación policíaca. En este caso se trata de un crimen en serie. Aparecen hombres maduros, extranjeros asesinados en diferentes moteles de la capital y con la peculiaridad de que les cortan el pene a todos ellos. La policía se hace presente y levantan los exámenes pertinentes, fijan al detective que se hará cargo del caso y se siguen los trámites de rigor. Justo Pastor y sus subalternos inician el proceso para encontrar al o los asesinos. En los inicios de la investigación es internado en el hospital por habérsele estallado una úlcera y debe abandonar el caso por razones de salud. Es llamado de emergencia Manuel Quirós, un abogado e investigador privado y se le asigna el caso. Este inicia el proceso de investigación tendiente a esclarecer los crímenes o la persona que los ejecutaba. Después de realizar un análisis del expediente, los exámenes médicos, algunas entrevistas a psicólogos y psiquiatras, establece una estrategia para su investigación. La historia policíaca cae en una especie de limbo, tal es la astucia y la perfección del asesino, hasta que el lector conoce, por parte del narrador, no solo la persona que realizaba los asesinatos sino que asiste a uno de ellos, donde ofrece una  gama de torpezas inesperadas. Una vez conocidos los detalles, hasta el nombre de la mujer que los realizaba, el misterio, la expectación, pasan a un segundo nivel, y se abre un proceso nuevo, tendiente a capturar a esa mujer y averiguar las causas que motivaron tal conducta. Empieza entonces, de hecho, ya antes había sucedido, una  serie de digresiones, explicaciones, informaciones, descripciones que cambian la estructura de novela negra, policíaca por un discurso analítico, psicológico, social. Se apresa y encarcela a la mujer y se inicia el proceso biográfico de la asesina, desde que nació y se da la clásica historia de la hija producto de una violación, la pobreza, la violación de la niña por el padrastro, el abandono, la huida a la ciudad, etc. hasta que cae en esa personalidad asesina, producto de ese determinismo social, otras se convierten en prostitutas.

 

Es una novela sin pretensiones literarias que utiliza la estructura de la novela policíaca para evidenciar una problemática social evidente, conocida y por casi todos, callada, ocultada, pero vista como parte de nuestra cotidianidad. Pero no se enfrentan las verdaderas causas que la producen, solo se rasgan las vestiduras, se desgranan unas lágrimas de cocodrilo y se sigue en lo mismo.  

 

La tercera novela la escribió en el año 20002 y la llamó Crónica de un amor en el Paso de la Vaca.

 

No es literatura y tampoco novela lo que el autor escribe. Es más bien una serie de cuadros familiares, recuerdos contados por sus padres de cómo vivían ellos antes de casarse y sus padres, de las costumbres de esos tiempos, las comidas, los tipos de trabajo, las casas y sus divisiones así como los servicios, la llegada de la luz, los juegos de niños, las relaciones con los mayores, las modas. En otras palabras se detallan las descripciones de la vida hogareña de las primeras décadas del siglo XIX, intercaladas con comentarios, citas, fotos y acontecimientos históricos. Es importante su lectura desde el punto de vista social e informativo. Abre las páginas del pasado de unas familias de clase media baja que asciende, poco a poco, a clase media alta, gracias-según el autor- al esfuerzo, el trabajo, la honradez y la disciplina. No tiene nada que ver con la literatura y el género novelístico.

 



1 Villalobos Quirós, Enrique. Huellas de ceniza, Ediciones Unicornio, San José, 1993.

1 Villalobos Quirós, Enrique. El eclipse de los sátiros. EUNED, San José, 1998.

2 Villalobos Quirós, Enrique. Crónica de un amor en el Paso de la Vaca. EUNED, San José, 2000.

 

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