Jhon de Abate Jiménez (Español)

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JHON DE ABATE JIMÉNEZ (Español)

(1924)

 

Jhon de Abate nació en España en el año 1924. Realizó estudios en ese país. Obtuvo el doctorado en Tulane (Ph D). Ha sido catedrático durante más de 32 años en universidades de Costa Rica y Venezuela., respectivamente. Fue asesor de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, La OEA y muchas universidades. Es un destacado conferencista.

 

Ha escrito gran cantidad de libros católicos, tales como, El libro de los magos: 2005, Con el alma en las llamas: 1997, El reino de la luz: 2003, Tus semillas de grandeza: 2004, Biología general: prácticas de laboratorio: 1965, Interpretación del extraordinario viaje de Media'tia: 1970, El muchacho azul: 2001.

 

 

LO QUE HA ESCRITO JHON DE ABATE JIMÉNEZ

 

 

NOVELA

 

1. Mi amigo Pedro: 1964

2. Adriano Emperador: 1999

 

La primera novela que escribió este autor la llamó Mi amigo Pedro y la publicó en 1964 bajo el seudónimo de Pablo Ariel.1

 

Esta novela es una especie de ratazos de vida del personaje Pedro, desde la infancia hasta que desaparece en las brumas de la soledad. Es la búsqueda del amor, del hombre, de sí mismo y encontró la capacidad de amar, y... amó todas las cosas de la vida.

 

La novela parte del mar, su vida, su misterio, del agua como elemento propiciatorio y se adentra en el bosque, en lo misterioso, en lo primitivo representado por los negros y sus ritos, se identifica con los leprosos a quienes socorre, visita las tabernas y en ellas los olvidados, huye de la mentira, la traición, el ruido, el poeta engreído y estudia el bien y el mal. Encuentra luz en los libros, en la magia, en los ángeles, en los hombres. Su viaje tiene una meta, encontrar el amor, fue escultor, músico, poeta, dramaturgo, y filósofo y renunció a los vanos elogios y el brillo hipócrita venido del crítico zalamero. Solo lo humano, lo simple, lo cotidiano, se detuvo en las encrucijadas del mundo, a pedir amor y recibió compasión, simpatía y tolerancia pero nunca cayó ni una gota de amor en sus manos mendicantes. Solo encontró el amor amando las cosas de la vida.

 

Novelita sugestiva, positiva, motivadora que a través de una vida simple de un hombre que pudo ser genio o loco, le inspiró un elogio a la búsqueda del amor por la vida simple.

La segunda novela de este escritor español, Adriano Emperador,2 fue una grata sorpresa.

 

Esta novela no tiene nada que ver con la literatura costarricense. Ni el autor, ni la novela pertenecen a ella. Abelardo Bonilla lo cita, en su Historia de la literatura costarricense, como autor de la novela Mi amigo Pedro: 1964 y no da ningún dato sobre él.

 

Después de leer y estudiar las novelas apologistas de la guerra del escritor Guillermo Castro Echeverría y sufrir día a día las amenazas del fanático Bush sobre la guerra contra Irak, estaba saturado de guerras y guerreros y anhelaba leer alguna novela diferente pero como seguía un orden cronológico para estudiarlas, me encontré con la novela Adriano el Emperador y me resigné a seguir leyendo sobre guerras, pero la sorpresa, cuando inicié su lectura, fue grande. No solo no se trataba de guerras y guerreros sino de la vida de un emperador, don Adriano Publio Elio. Ya sabíamos que una escritora, Marguerite Yourcenar (1903-1987), había escrito una novela epistolar e histórica, sobre este personaje Memorias de Adriano: 1951.

 

Adriano Emperador, es una novela tradicional, monofónica pero con muchos aciertos literarios. Es una novela histórica sobre este emperador, pero no sobre los grandes logros en el arte marcial sino sobre su vida privada, sobre la intrahistoria. Es la historia de la vida de un hombre poderoso pero que desentraña sus grandes y pequeñas inquietudes sobre la vida, sobre los dioses, sobre el pueblo, sobre las contradicciones, sobre el bien y el mal, sobre la vida y la muerte, sobre lo cotidiano, las enfermedades, el futuro. Adriano creía en el oráculo, los designios, el destino y en la novela se plantea, aunque circunstancialmente, la reencarnación, el amor terrenal y fuera de él. Los diálogos con su amigo Hierofante, por las tardes están llenos de ternura y sabiduría, de búsqueda, de paz, de amor, de tolerancia, de comprensión y solidaridad. Escribió poesía y se preocupó por el saber, sobre todo admiró al pueblo griego.

 

Los viajes por los más remotos pueblos de su imperio permiten conocer al emperador y la manera de resolver los problemas. Es un viaje de entendimiento de pacificación pero lo resaltado se encuentra en los diálogos con los ancianos del desierto (el anciano), los leprosos y los sufrimientos de Adriano que son mayores a sus alegrías. La muerte de Antínoo le permite crear un Dios que regala a los pueblos y a su imperio y le inquieta sobremanera la relación con su esposa Sabina y la negativa a tener hijos con él. Por eso procrea uno con Plautia, llamado Antonio Pío que sería su sucesor pero, según el vaticinio muchos años después de él. En realidad al joven no le interesaba ese cargo, ni estaba preparado para ejercerlo. La novela termina con la muerte de su esposa y el deseo de Adriano por morirse, anhelaba la muerte.



1  De Abate, Jhon. Mi amigo Pedro. Ed. El Camino, San José, 1964.

2 De Abate, Jhon. Adriano Emperador. Plaza y James Editores, España, 1999.

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