Las novelas monofónica y poligónica

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LA NOVELA MONOFÓNICA Y LA POLIFÓNICA

 

 

Es necesario aclarar que bajo este título sustituimos los conceptos de novela "tradicional" por "monofónica" y novela "moderna o contemporánea" por novela polifónica. Las razones las iremos brindando conforme nos refiramos a sus diferencias y rasgos particulares de cada uno de estos dos paradigmas.

 

También debemos aclarar que trataremos de esclarecer estos dos modelos de la novela haciendo las diferencias con respecto a la novela hispanoamericana, sobre todo la costarricense y la francesa, que en los años sesenta siguió un camino diferente al emprendido por la novelística hispanoamericana en muchos aspectos.

 

Para iniciar, vamos a entender, en forma general, por novela monofónica, aquélla que obedece a un código rígido dirigido por una sola voz: la del narrador (autor), como sujeto de la enunciación primaria. La novela polifónica, por el contrario, es regida por múltiples voces, diversos puntos de vista y perspectivas y donde desaparece el dictado único del sujeto de la enunciación (autor-narrador). Nuestro trabajo estará dirigido a esclarecer estos dos paradigmas, entendidos a la manera conceptual que lo hiciera T. Khun, en su obra La estructura de las revoluciones científicas.

 

A pesar de que en algunos continentes, la novela como género tuvo origen en la antigüedad, tal el caso de Europa con las primeras novelas greco-latinas, luego las de caballerías y aventuras, las pastoriles en el siglo XVI, lo cierto es que en otros continentes, apenas si se han comenzado y por lo tanto carecen de una trayectoria importante de la novela. Por ello creemos que a través de la historia y en cuanto a su evolución, bien podríamos hablar de dos paradigmas de las novelas. El primero, aquí llamado monofónico, concentrado en el siglo XIX y el otro, polifónico, en el siglo XX.

 

Paraduchos críticos de la literatura, y nosotros lo compartimos, la novela como género propiamente hablando se inició en el siglo XVII, con la picaresca y más propiamente con la aparición de la novela anónima El lazarillo de Tormes en 1554 y luego con la genial novela El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605-1615) que para no pocos da inicio a la llamada novela moderna. Pero, es sin duda alguna, el siglo XIX, la época de mayor auge de este género literario. En su primera parte se escriben novelas folletinescas, sentimentales, y luego aparece la llamada novela psicológica, de confesión y análisis de almas, tipo Adolphe (1816) de Benjamín Constant, las históricas y románticas de Walter Scout y Víctor Hugo, las realistas de Galdós y Pereda y por último las naturalistas de crítica social de Balzac, Dickens, Sand y Emile Zolá, para citar solo algunos de los más destacados. No terminan aquí las creaciones de novelas bajo este código poético o paradigma, sino que se extienden hasta las primeras décadas del siglo XX, con brotes de cambio y amagos de transformación, hasta que a partir de 1920, aparecen las obras de Joyce, Proust, Virginia Wolf, Thomas Mann en Europa y W Faulkner en Estados Unidos, entre otros, y se abre la virtualidad creativa y la praxis de un nuevo paradigma dentro del género novelístico, que conforme avanza el tiempo y se alimenta de los avances de  la ciencia, del conocimiento social, de las nuevas teorías psicológicas (Freud, Jung), antropología (L. Straus), metodológicas, etc. y de todos los contextos universales y locales del hombre, van adquiriendo nueva fisonomía, nueva personalidad y poco a poco dejan el modelo del siglo XIX, olvidando, tanto en las técnicas, como en la manera de enfrentarse a temas nuevos y a una visión de mundo diferente, se abren a la creación de un nuevo paradigma y lo realizan. No es de interés aquí señalar los hechos históricos y sociales que generaron esta evolución, porque se encuentran, con mucho detalle en los manuales e historias de la literatura y en particular de la novela europea. Nos basta describir el fenómeno para establecer las diferencias entre ambos paradigmas, a fin de que el lector pueda realizar una lectura de las novelas con el conocimiento cierto de saber qué clase de novela está leyendo y el nivel literario de la misma.

 

1. Las diferencias

 

Existen muchos escritores y críticos que se han dedicado a explicar cuáles son las diferencias entre ambas modalidades de paradigmas: Eladio García, Ernesto Sábato, Carlos Fuentes, Alejo Carpentier, Anderson Imbert, Juan Luveluck, Paul Kurz, Renato Barilli, Angelo Guglielmi, entre otros. De todos trataremos de obtener los rasgos pertinentes para cada uno de los paradigmas.

 

2. Autor y narrador

 

Eladio garcía:

 

"Lo primero que utilizan para señalar diferencias es el autor y el narrador. La novela decimonónica utilizó de preferencia un narrador perfectamente perfilado con uso de categorías estéticas y morales definidas."

 

Michel Butor:

 

"Punto de vista del narrador "por detrás""

 

Kurtz.

 

"Narrador olímpico."

 

Imbert:

 

"Narrador omnisciente".

 

Y así todos califican al narrador como un Dios que sabe todo, domina y manipula también todo, que lleva al lector social de la mano y lo interpela constantemente para guiarlo, dirigirlo, enseñarle, moralizarlo, hacerlo cómplice de lo que narra. Y agregamos autor porque es él quien manipula al narrador sujeto de la enunciación e interviene constantemente, como un "metiche" que ignora las leyes de lo verosímil en el relato.

Autor y narrador pierden casi el límite real e irreal que los debería separar.

 

3. Mundo mostrado de "lógica aristotélica"

 

El segundo elemento a que hacen referencia los críticos y autores es al mundo mostrado y de él los elementos comunes: personajes, espacio, tiempo, y el diseño del relato.

 

Eladio García dice al respecto:

 

"Exactitud entre las nociones internas de los personajes y el mundo que los  rodea. En este mundo domina una evidente causalidad y un tiempo de los punteros del reloj."

 

Butor agrega:

 

"Una construcción novelística lineal."

Imbert.

 

"Secuencias narrativas causales".

 

Sábato:

 

"Existe determinismo."

 

Kurtz:

 

"Héroes con una comunidad de apoyo. Sucesos uno detrás de otro."

 

Julia Kristeva:

 

"Lógica aristotélica."

 

4. Los personajes

 

 Eladio García dice:

 

"La profundidad psicológica se da como existencia de caracteres fijos y ya permanentemente fundados. Existencia del retrato."

 

Pouillón:

 

"Dependen (las novelas) de la psicología según la cual un ser existe por los sentimientos que experimenta. Estudian el sujeto consciente independientemente del mundo que los rodea."

 

Imbert:

 

"Psicologismo, introspección."

 

Sábato:

 

"División entre el sujeto y el objeto."

 

Barilli:

 

"Concepción naturalista y determinista de la conducta del hombre. Lugar para un alma bella, para un lúcida conciencia."

 

5. El paisaje

 

Eladio García:

 

"Noción del paisaje como estructura fija. Un "buen escritor se define porque pinta bien."

 

Angelo Gulielmi:

 

"Descripción no como significado de las cosas profundas sino guiada por las leyes de la cohesión y la univocidad, sin ambivalencia, sin contradicción."

 

6. Valores

 

Eladio García:

 

"Sociología categorial y valorativa y por lo tanto el tratamiento del sexo se evita como estereotipo, como pecaminoso."

 

Sábato:

 

"Lector busca descubrir una sociedad, extraer una lección moral, identificarse con un personaje."

 

7. Lenguaje pictórico y demostrativo

 

Eladio García:

 

"El lenguaje es de un solo plano y con afán pictórico o demostrativo, del decir popular con distancia expresa del lenguaje del narrador (Se) que debe ser culto."

 

Guglielmi:

"Creencia en que la historia que se narra es verdadera, de ahí las referencias geográficas, históricas y lingüísticas."

 

 

El paradigma de la novela polifónica

 

 

Por el contrario la novela polifónica tendría los rasgos opuestos:

 

Una invención y creación verbales, desaparición del héroe (bueno), experimentación con el tiempo, ilogicidad, tiempo interior, desaparición del narrador olímpico "metiche" y preferencia del sujeto protagónico, propio de la voz de los personajes, descubrimiento del otro, despedida de la fábula, pérdida de una comunidad de apoyo moral, conocimiento de una sociedad compleja y ambigua, establecimiento de muchas voces narrativas (de ahí tomé el nombre de novela polifónica), lógica correlacional, tiempo denso, diversos escenarios, diversos puntos de vista y perspectivismo narrativo, coincidencia entre escritura y percepción, diálogo con el texto mismo y la escritura, incorporación de los contextos socio-culturales del hombre universal, dilatación de la cotidianeidad, poética de la mirada, monólogo interior, escenario cinematográfico, simultaneidad de escena, contrapuntos, paralelismos, utilización del habla y menos de la lengua, no se hace distinción entre lenguaje popular y culto, la trama no domina a los escritores, importancia de los objetos como relacionantes del sujeto, complejitud, barroquismo, desamparo del lector, no se cree en la receta ideológica como solución, existencialismo y no psicologismo, eliminación de valores inmutables y todopoderosos, antihéroes degradados, búsqueda de lo cotidiano, pluralidad d puntos de vista, arcoiris, carnaval, menipea, paradigma y no sistema.

 

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This page contains a single entry by Benedicto Víquez Guzmán published on 24 de Septiembre 2009 8:57 PM.

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