Virgilio Mora Rodríguez 2

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La octava novela la llamó Mano a mano y la publicó en 1998.1

 

En esta novela se plantea el problema de la identidad a través del racismo. Es una cruda desmitificación de la Costa Rica blanca. Sale a flote, (como otra de sus novelas), descarnadamente esa verdad, oculta tantos años por la historia oficial (carlista) y la educación encubridora. Es una novela polifónica, epistolar, carnavalística y de viajes: un viaje físico hacia Europa, principalmente Francia y España, desde donde se establece la enunciación epistolar en una sola dirección, de allá hacia acá, de Morarodríguez o Polo Moro a Gerty, una destinataria pasiva, amiga común de ellos, crítica de Literatura, buena para bailar. Este viaje dura unas pocas semanas y se puede catalogar como turístico, lo realiza Morarodríguez, su familia, y desde luego su computadora en donde viajan los personajes que salen de ella y se incorporan a la vida sin ninguna dificultad. El otro viaje es histórico-psicológico, se trata de las confesiones de la negra Celina y su núcleo familiar, al psiquiatra, Morarodríguez, su vida, sus frustraciones, depresiones, anhelos, sueños, complejos, alienación, enajenación, en lo psicológico y la búsqueda de la identidad como perteneciente a un grupo social importante de Costa Rica: los negros y el racismo disimulado y encubierto por la cultura e historia oficialistas.

 

Antes de iniciar un diagnóstico descriptivo y una posible interpretación de la novela, deseamos dejar claro algunos aspectos teóricos sobre la obra literaria. Lo primero que debemos anotar es que la novela, como toda obra literaria, es ficticia, es creación, es embuste, es mentira y el autor no pertenece a ella, ni el destinatario, aunque tengan el mismo nombre y se explicite como real. El Morarodríguez o  Polo Moro, son personajes de la novela y por lo tanto son creaciones, invenciones del autor que no aparece, ni podrá aparecer nunca en el texto, porque, en el momento en que lo haga, pierde la credencial de autor y toma la de personaje aunque en la novela se diga que es el autor. Todo ello no son más que trucos del verosímil narrativo. Siendo esto así, no podemos estar de acuerdo con la crítica española Margarita Borreguero Zuloaga, que establece planos reales y ficticios cuando dice:

 

"Se cuestiona el poder del autor, fuera y dentro de la ficción, su capacidad de manejara al personaje. Se otorga a los personajes una vida propia, una total independencia y estamos otra vez en el eterno dilema entre ficción y realidad".2

 

La realidad es la materia primaria que brinda al autor, la sustancia para realizar la obra literaria, a través del lenguaje. Ése es su papel. Una vez que el autor publica la obra, ésta es autónoma, es una creación propia, con su verosímil interno, sus leyes, sus esencias, sus rasgos, su propia naturaleza. Las relaciones que se puedan y deban establecerse entre ficción y realidad son propias de la valoración que hace el lector o el crítico. No agregan ni quitan nada a la obra. Hasta aquí la aclaración2. El segundo aspecto que deseamos aclarar brevemente tiene que ver con el punto de vista o narrador. En esta novela se explota con gran propiedad las posibilidades infinitas y los juegos entre ellos que permiten crear una obra polisignificativa, polifónica y audaz. Es un ejemplo brillante de la utilización tecnológica en favor de la expresividad y la polisemia, propias de la literatura.

 

La enunciación es la mínima forma de comunicación, en presente, del acto de comunicación. Un sujeto comunica un enunciado a un destinatario. Así de sencillo.
 
"Gerty:
Ayer abrí una cesta llena de gusanos. El Polo, de seguro para refregarme su autonomía, me envió, desde esta computadora, un fax al hotel."
 
El esquema es el siguiente: Sujeto de enunciación (Morarodríguez) + Enunciado (lo dicho) +Destinatario (Gerty).
 
Esto pertenece a la obra, es parte consustancial de ella. El autor de carne y hueso no aparece ni debe aparecer, a pesar de los trucos. El lector social, yo, mi excompañera María Amoretti Hurtado, la prologuista, no formamos parte de ella. Obsérvese que todo acto de enunciación está en presente, aunque lo que diga o cuente sea pasado, presente o futuro. El sujeto del enunciado está determinado por un "YO" abrí una...y por contexto sabemos que se trata de Morarodríguez y se convierte en un narrador de primera persona, una voz, esto es, una perspectiva, y muy importante en la novela. Gerty es otro personaje de la novela que ocupa el rol de receptor, para nuestro gusto, un tanto pasivo. Hubiese sido importante que se transformara en sujeto de enunciado y contara su historia, su visión de los hechos. No se abrió esa veta, lástima, a la larga hubiese sido interesante. Pero Polo, el personaje aludido en el enunciado sí cambia de rol y asume el papel de narrador, es otra voz y de igual o superior nivel que la de Morarodríguez. Ya tenemos dos perspectivas importantes en la novela, la de Morarodríguez y la de Polo Moro, falta otra no menos importante, la de Celina Gracilaso Garcilaso, otro personaje que forma parte del enunciado, tanto de Morarodríguez como de Polo Moro. La primera, ligada al psicoanálisis, la confesión ante el psiquiatra, es la relación individual, paciente-doctor. La segunda, la de Polo Moro, está más relacionada con la ficción, la suposición, los efectos, las apariencias, lo social, lo histórico y es aquí donde la novela cobra la mayor importancia y significación, tanto a nivel polisémico como literario: las dos historias se unen, sufren una simbiosis, se convierten en un punto de confluencia, es su síntesis. Lo social, la raza, los negros, el racismo, la parte real dentro del relato, se funde con lo individual, la ficción, la creación, lo maravilloso, lo sobrenatural, la frustración, la enajenación, los sueños y permiten al lector social interpretar el texto como la vida de los negros en la patria chica y los resultados en ellos como producto de una epidemia social: el racismo, los prejuicios, la hipocresía. Y es que esta novela no podría ser distinta, en ese aspecto a la constante de don Virgilio Mora Rodríguez. En esta sociedad los problemas mentales y las enfermedades relacionadas con ellos son, en gran medida, y desconocemos el porcentaje, pero es grande, producto de las programaciones sociales, los prejuicios, las impotencias, las necesidades, los falsos valores, las frustraciones, propios de una sociedad enajenada y enajenante, castrante, hipócrita, de rueda de Chicago en el poder, de corrupción, de injusticias, de desigualdad, de todo para mí y nada para ti.

 

El lector en esta novela, bajo esos viajes y a través de las cartas, podrá disfrutar, conocer, sufrir, vivir, toda una serie de vivencias que, desde la más  trivial, hasta la más maravillosa, la más real, hasta la más cruel, cercanas al tremendismo; el incesto, la explotación, los vicios, los amores que matan de una madre enajenada hasta de su propia raza, sobre protectora pero terriblemente humana, ¿comedia? o más bien tragedia, aunque el final sea aparentemente positivo, deja la puerta abierta a un mal que pareciera no tener remedio o por lo menos, no se vislumbra.

 

"No somos más que lo que los padres piensan de uno, especialmente a esta edad. Celina convenció al nieto de que él era el hijo de ella, blanco y muy inteligente. Tato, a pesar de los espejos, a pesar de su fisonomía, a pesar de las bromas de sus compañeros, tener "el pelo malo" como dicen algunos caribeños, Tato hubiese jurado por su madre, por Dios, que él era blanco."1

 

No es de extrañar que en toda la novela se den estos dos niveles, el real y el irreal, siempre dentro de la irrealidad de la obra, y convivan armónicamente, como pertenecientes al género maravilloso. Así, el negro se ve blanco porque su madre lo determinó. Hijos frustrados porque sus padres escogieron su nombre, su escuela, su profesión, su oficio, su esposo o esposa, su casa, su auto, el nombre de sus hijos, todo. Conocemos, en abundancia padres que nunca pudieron realizarse como seres y repiten en sus hijos lo que sus padres hicieron con ellos. Esto sucede también a nivel social. Así los personajes de la novela, tales como Polo Moro, se independizan, como queriendo decirnos, haga usted lo mismo, se rebelan, se desprograman, salen de la camisa de fuerza en que los someten los autores, padres o escritores y dan una lección a sus progenitores al enfrentarse a ellos y tratar de realizar sus proyectos aunque estén equivocados. Es un canto novelesco a la vida plena, al equivocarse, al enmarañarse, al disfrute (aún en el vino) en sus propias decisiones, hasta donde ello sea posible. Es la búsqueda de la sanidad mental y física en la libertad, en el autodefinirse, en ser él, tal cual es, sin colores, sin ropajes prestados, es la búsqueda de la identidad en su propia diversidad, a pesar de tantas barreras históricas y sociales. El hombre debe salir de ese determinismo existencial si es que aspira a ser un hombre feliz y sano.

 

La novela está hecha por un escritor que conoce el oficio y maneja inmejorablemente las técnicas del relato que desde la perspectiva del narrador o punto de vista o la utilización del sujeto de la enunciación y los cambios, cruces, interferencias entre ellos, es infinito. El prólogo de la profesora española es elocuente y esclarecedor al respecto aunque deben tomarse en cuenta nuestras observaciones.

 

La novena novela que ha publicado este escritor costarricense la llamó Memorias de un psiquiatra y la publicó en el año 2005.

 

La décima novela la llamó Enfermedad Mortal2 y la publicó en el año 2009.

 

Esta novela es la última, hasta hoy,  que escribe Virgilio Mora Rodríguez y forma parte de tres novelas consecutivas, Mano a mano: 1998, Memorias de un psiquiatra: 2005 y ésta, Enfermedad Mortal: 2009. Es un ciclo de novelas que de alguna manera intensifican el discurso narrativo en las vivencias de un personaje Polo Moro, sustituto del mismo autor. En todo caso es la visión de Virgilio Mora que de sí mismo tiene, a través de este sustituto. Es su propia visión que se convierte en su verdad.

Ya había escrito un cuento, el segundo de la colección que llamó La distancia del último adiós, en 1995, con el mismo título y lo desarrolla en esta novela. En realidad toda la colección le sirve de material para estructurar dicha novela. También aparece el cuento Nora que tiempo después convertiría en una pieza teatral.

 

En esta novela se dan dos constantes que sobresalen primordialmente: la muerte y la evocación. Las dos simbolizadas por un viaje vital y físico de encuentros y desencuentros, llenos de soledad existencial pero de reconciliación consigo mismo y su circunstancia. Ha desaparecido el rencor y entra en una etapa no solo de reconciliación sino de positivismo, de comprensión  De esta manera el viaje se convierte en un "tour" por diferentes lugares que ha visitado el personaje con  su esposa, a veces, sus hijos y algunos amigos. En estos lugares, un tanto turísticos tiene espacio, no solo para sus cervezas, sino para recordar pasajes de su pueblo Desamparados, sus amigos, Sonia Jones, Norita Garita, María (Amoretti) y otros de su infancia así como las constantes evocaciones de los muertos. Hay, quizás,  un gran temor a ese momento que en el personaje se torma un tanto cercano y da la impresión que la vida se le escurre y de ahí ese deseo tácito de no terminar el viaje o por lo menos alargarlo. 

 

En la novela se da lo que alguna vez diría a una alumna mía que lo entrevistó:

 

"La vida mía es como la de cualquiera, con muchos ratos de alegría, muchas tristezas, muchas frustraciones, muchos muertos, muchos nacimientos, muchas cervezas, muchas noches agradables, muchas noches desagradables, y mucha soledad."1

 

Sólo le faltó "con muchos viajes y solo uno sin regreso".

 

Pero la novela no empieza y termina con los viajes. Existe una novela insertada que viene a recobrar las clásicas narraciones de Virgilio Mora Rodríguez. Se trata de la biografía de María De La Cruz y Carmelo De La Cruz. Se da en dosplanos, uno oficial y otro privado. Disfrazada de película y vista en uno de los cines baratos de la capital. Es aquí donde ese mundo privado del crimen, del narcotráfico, del político depravado, la escoriasocial de las altas esferas religiosas y políticas deciden la vida de las mayorías sociales. Y esa historia reciente y vigente de nuestro país descarna la hipocresía y la mentira de nuestros gobernantes, de los últimos años antes de 1995.

 

El poder de los dólares, el narcotráfico, la degradación de nuestras adolescentes, los negocios bajo la mesa, los nexos con la iglesia institucional entre políticos y arzobispos; todo ese mundillo oculto, privado, ese cáncer de nuestros señorones se descarna y cobra vida en los personajes María y Carmelo y Juan y Venancio y presidentes y jerarcas religiosos y los gringos, jueces y mandamases todopoderosos.

 

Algunas citas podrían resaltar y asustar a los incautos:

 

"La casa de Carmelo en las inmediaciones del aeropuerto es una fortaleza a todo lujo... Jhon honesto y capaz toma champan a pico de botella...las muchachitas y las muchachotas no pueden creer lo que oyen sus oídos, lo que ven sus ojos lo que prueban sus palabras...muchas no resisten la impresión, el despliegue de poder y se entregan gratis en el segundo piso en donde faltan cuartos..." 2

 

"María aprende que el jefe máximo de la iglesia institucionalizada del país usa peluca, que uno de los expresidentes de la nación libre y soberana es puto, playo, mujer,, le gustan los carajillos, tiene una finca en la que hace orgías todos los güiquenes..."

 

"Que les cuento. Viajes aquí y allá gastos pagados, todo pago señores siempre y cuando usted doblara la cabeza, obedeciera a la gente que controla el narcotráfico y por supuesto siempre y cuando usted doblara la cabeza obediente ante los jefes del Coloso del Norte".3

 

Y así se va evidenciando el cáncer que carcome y mata a nuestra sociedad.

 

Novela que cierra el círculo biográfico con la muerte de la tía del narrador-personaje, muy cercano al autor.



1 Mora Rodríguez, Virgilio. Mano a mano. Ed. ICODE, San José, 1998.

2 Mora Rodríguez Virgilio. Ob. Cit. pp. 112-113.

1 Ídem, p. 121.

2 Mora Rodríguez Virgilio. Enfermedad Mortal. Ed. EUNED, San José, 2009.

1 Entrevista de una alumna con el autor, 1986.

2 Mora Rodríguez, Virgilio. Ob. Cit., p.241.

3 Ídem, ´. 257.

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I can articulate, that out of all time I have spent online, reviewing blogs, I never read one as short and snappy and well written as this one, I don't often comment on blogs and forums but for yourself I felt the need to make an exception, this is certainly really higher quality work and absolutely opposite to the drivel, that i spend the vast majority of my time on line, reading. Thanks a lot with regard to spending some time and expending your energy to present your readers with a 1st class editorial. I look forward to reading a good deal more of your work, just as before thank you. Jesse
(Puedo articular que fuera de todos los tiempos, he pasado en línea, revisión de blogs, nunca leí uno como corto y snappy y bien escrito como éste, no suele comentar blogs y foros, pero usted mismo me sentí la necesidad de hacer una excepción, se trata de un trabajo de calidad superior, sin duda, realmente y absolutamente opuesto a la drivel, que i pasar la gran mayoría de mi tiempo en línea, lectura. Gracias mucho con lo que se refiere a pasar algún tiempo y gastar su energía para presentar tus lectores con una primera clase editorial. Estoy deseando leer mucho más de su trabajo, como antes gracias. Jesse )

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This page contains a single entry by Benedicto Víquez Guzmán published on 7 de Marzo 2010 12:33 AM.

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