No sé si por tanta propaganda y noticias sobre el fin del mundo y los pueblos que se sublevan ante tantos gobiernos que los ignoran, lo cierto es que soñé y no fue una pesadilla, más bien una agradable visión, por lo menos para los que luchan por obtener ganancias de los consumistas ciudadanos.
De pronto me encontré en un enorme, casi una ciudad, supermercado, con enormes pasadizos, impecablemente limpios y unos estantes cargaditos de toda clase de mercaderías, debidamente acomodadas y casi hechizando las miradas de los clientes que diverída y cómodamente se desplazaban por ellos.
Pero lo más sorprendente y original de todo era que los carritos para echar las mercaderías escogidas, de vistosos colores y todos los tamaños eran halados por perros. ¡Que belleza, mascotas de todos los tamaños, colores, clases y bellamente decorados de angelitos, diablillos, hadas, extraterrestres y los más variados disfraaces. Los niños se volvían locos tomados de un cordoncito que tiraba al perro que con cuerdas doradas o plateadas hacían caminar el carrito. Sin duda alguna eran mascotas adiestradas paara tal oficio y esmeradamente cuidados de tal manera que sus necesidades vitales quedaban en bolsitas especiales discretamente colocadas que simulaban otros adornos más a esas encantadoras carrosas perriles. Los padres y los adultos de la familia solo tomaban los productos y con sumo cuidado los colocaban en los encantadores carritos. Aquello más que un supermercado se asemejaba a un parque de diversiones.
Y lo más sorprendente era lo que sucedía en los enormes parqueos. Los perritos llevaban la mercadería de sus carros hasta el propio automóvil del comprador. Esperaaaaba que descargaran su mercadería y luego recibían del niño o cliente una galleta que previamente le daba el cajero después de pagar la acuenta. El perro sólo ya volvía a su sitio original. Ahí en una sala especial, lo atendían los veterinarios, lo cambiaban de atuendo y los enviaban nuevamente a su trabajo.
Sin duda alguna toda una innovación que tenía por finalidad:
Un cliente feliz hará grande a tu país.
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