Dorelia Barahona Riera

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Dorelia Barahona Jiménez (1959)

DORELIA BARAHONA RIERA

(1959)

 

 Dorelia Barahona Riera nació en Madrid el día 30 de junio del año 1959. Hija de padre costarricense, Luis Barahona Jiménez y madre española (mallorquina). Hace algunos años radica en Costa Rica. Estudió filosofía y pintura, en la escuela de Bellas Artes de la Universidad de Costa Rica. También realizó otros estudios en Madrid, tales como Historia del arte y otros en México. Ha obtenido algunos premios en su corta trayectoria literaria. La maternidad la inició a los 21 años. Su primera novela De qué manera te olvido: 1990, recibió el premio Juan Rulfo en 1989. El poemario La edad del deseo, el premio Editorial de la Universidad de Costa Rica en 1996 y como pintora ha expuesto en diferentes países de Centroamérica y Europa. Se dedica, de preferencia, a la literatura.  Es guionista de televisión y directora de talleres narrativos. Junto con otros escritores fundó en  2004 la editorial LUMBRE que preside.

 

Es profesora de Filosofía en la Universidad de Costa Rica. 

 

LO QUE HA ESCRITO DORELIA BARAHONA RIERA

 

NOVELA

 

1. De qué manera te olvido: 1990 (Premio Juan Rulfo, 1989).

2. Retrato de mujer en terraza: 1995

3. Los deseos del mundo: 2006

4. La ruta de las esferas: 2007

5. Milagros Sueltos: 2008.  Esta es una novela colectiva. La hicieron entre siete autores 

 

CUENTO

 

1. Noche de bodas: 1991

2. Un amor posible: 1994

3. La señorita Florencia y otros relatos: 2003.

4.. Hotel Alegría: 2010

 

POESÍA

 

1. La edad del deseo: 1993.

 

TEATRO

 

1. Terminó una obrita teatral, su primera, sobre Yolanda Oreamuno Únger: 2010

 

La primera novela que escribió Dorelia Barahona Riera la llamó De qué manera te olvido y la publicó en el año 1996.1

 

Esta novela es sencilla, de estructura lineal y narrador omnisciente aunque se mantiene muy cerca de los personajes y les da independencia. El argumento también es corriente y muy frecuente. Se trata de tres mujeres que inician su amistad desde su estadía en el colegio de Guadalupe. Comparten ilusiones, actividades sociales y estudiantiles. Se trata de Leda, María y Claudia pero los nombres interesan poco, más bien es sus diferencias, sus proyectos vitales, la planificación y el futuro anhelado. Es a través de la vida familiar y social como cada una va creando su propia historia y por qué no su tragedia. María es más práctica, sus sueños se ajustan más a la realidad, un hogar en el campo, hijos y una vida tranquila. A pesar de algunos fracasos iniciales, al final logra lo que buscaba, tras muchos sacrificios y limitaciones. Claudia es la más inquieta y audaz, la más liberal, se hace periodista pero en el amor sufre fracaso tras fracaso. Se va por un período largo a trabajar a Canadá y ahí se desempeña como periodista y vive sola algún tiempo hasta que conoce a Valentín e inician un romance íntimo, suspendido a veces por ausencias de él, debido al trabajo de revolucionario. Un día descubre su soledad y en cierta forma el fracaso amoroso y decide regresar a Guadalupe. Aquí es recibida con alegría por sus familiares y amigos y reinicia la vida pueblerina de antes con los fantasmas y aparecidos del paso del tiempo. Se entrevista con María que viene a San José a realizar unos exámenes sobre su salud y a través de ella se entera de que Leda había muerto en Salvador en un accidente (¿suicidio?) y la debieron enterrar en ese país por diferentes razones en presencia de sus padres. Claudia sufre esa pérdida y se siente culpable, egoísta por la separación de ella sin haberla ayudado. El tiempo transcurre y Claudia es agasajada en la soda Esmeralda el día de su cumpleaños. La vida "norma", cotidiana la absorbe y se ajusta al discurrir del tiempo y el ruido de la ciudad. Termina la novela escuchando la canción "De que manera te olvido" más pensando en Leda que en Valentín.

 

Es novela de formación, de dudas, de proyectos y fracasos, de incertidumbres, de más preguntas que respuestas. Es que la vida hay que vivirla o ¿durarla? Y no existen recetas, manuales auque sobran los expertos. ¿Qué hacer con nuestra libertad? ¿Cómo lograr la felicidad? y ¿La familia? ¿Es una cárcel? Y ¿Cómo relacionarme con los muchachos? ¿Hago o no el amor? ¿Mantengo o mando al carajo la virginidad? No parecieran ser preguntas retóricas, sobre todo en una sociedad degradante, una educación alienante sino contestemos la siguiente pregunta ¿Para qué es apto un estudiante que obtiene el grado de bachillerato después de cinco años, en el menor de los casos, de estudio? La respuesta parece obvia. Para nada, a no ser para luchar por ingresar, cosa que no es fácil, a la universidad pública.

 

Pareciera que la tesis de la novela es que cada quien viva, desarrolle su vida como mejor lo pueda hacer y trate de ser feliz a pesar de todos los obstáculos que lo impidan. De nuestra parte nos gustaría agregar que la esencia de la vida es tener problemas, en el sentido griego y nuestra irremediable tarea es resolver esos problemas sin perjudicar a los demás ni violentar sus derechos y libertad. Tamaña empresa en esta sociedad degradante y alienante.

 

La segunda novela de Morelia la llamó Retrato de mujer en terraza y la publicó en el año 2002.2                                                                                                                                                      

                                                                                                                                                      

Esta segunda novela de Dorelia es la más conocida y elogiada. Es una novela policíaca (novela negra) a pesar de que se ocupa de otros aspectos que por lo general este tipo de novelas de entretenimiento no los considera, tales como la denuncia de la corrupción, la problemática social, la búsqueda de la identidad, los contraste entre sexos, etc. Tampoco es típicamente una novela policíaca, a pesar de que la autora hace con frecuencia a ese tipo de novelas o películas, representadas por James Bond. Desde esa estructura el final de la novela es bastante deficiente y hay muchos elementos que aparecen como casuales y otros sobran o no tienen casi explicación dentro del verosímil de la novela. El lector no entiende el final de la                                                                                                                                                         

novela y la relación de Helia con una Asociación o Partido ya que la novela nunca posibilita la justificación de esa relación y menos que se entregue al gringo Snell para obtener alguna información que solo al final medio se aclara. Tampoco es entendible la intervención de la Cía para asesinar a Snell, a pesar de que él había sido miembro de esa organización. La muerte o asesinato de D. Elena por el cambio de copas que hace Snell es muy floja. La Cía no mata con venenos y nunca se arriesga ni se expone a errores tan groseros. ¿Para qué sirvieron las fotos que tomaron Héctor y su amigo de Snell y Helia? Ni siquiera se utilizan en la narración y menos para esclarecer el tráfico de drogas que era conocido por todo el pueblo. Además, es ingenuo pensar que Snell se arriesgara personalmente en esos trabajos y menos que expusiera a su amante Helia. El papel de Juvenal, padre de Helia, se justifica como personaje distorsionador.

                                                                                                                                                              

La parte interesante de la novela radica en el contrate que se da entre progreso (drogas, vicios, pobreza del pueblo, corrupción, etc.) con la naturaleza y su protección. El personaje D. Elena está muy bien logrado, es una especie de doña Bárbara, disciplinada, exigente, emprendedora, pero con un gran amor por la naturaleza. Era profesora de Ciencias Naturales y a la muerte de su esposo decide comprar la tierra que había sido de sus abuelos para terminar sus días junto al mar y rodeada de la exuberante novela, en paz consigo y con la Salvaje que llevaba por dentro y termina, como Marisela, en Doña Bárbara, encarnada por su nieta, por parte de la hermana, Helia quien al final venga su muerte, mata a su amante gringo Snell y vislumbra un futuro más acorde con sus ideales.

                                                                                                                                                    

Los tres amigos de temporada de D. Elena, el mejicano Héctor y los gringos, Samuelns y Lorenzo deciden por su propio riesgo realizar una investigación sobre el caso Snell y durante seis años Héctor y Lorenzo asisten todos los veranos a pasar la temporada en La Orilla, complejo turístico de D. Elena en el pueblo de Corroóre al sur de la vertiente pacífica de Costa Rica. Samuelns abandona la empresa después de casarse con Amparo y son los otros dos quienes terminan la investigación cuando golpean al enviado de la Cía.  Brubaker, lo amarran y lo echan en un neumático y lo sueltan mar adentro.

                                                                                                                                                                   

Es una novela bien escrita, sin recargos alambicados de técnicas narrativas modernas, llana lineal pero de gran valor expresivo y penetración de los personajes. Permite la voz de un narrador omnisciente alejado de los hechos, casi pasa desapercibido y da la oportunidad de que algunos personajes, tal es el caso de Héctor, se ocupe de narrar parte de los acontecimientos así como otros personajes.

                                                                                                                                                                   

La tercera novela la llamó Los deseos del mundo en el año 20061.

 

Es una novela polifónica. El narrador omnisciente se oculta para dar la oportunidad a otras voces de contar historias ligadas a una codificación superior paradigmática. Es una novela cuyos discursos narrativos giran alrededor de personajes. Todos ellos llenos de soledad, fracasos, incomunicación, tras la búsqueda de la felicidad que no llega sino para unos pocos, al final de la novela. Son personajes marcados por el destino, víctimas de sus propios yerros que anhelan amar y ser amados pero que se topan con la traición, el desengaño, el fracaso, un mundo lleno de vacíos, caminos sin salida, búsquedas sin objetivos, encuentros que más parecen desencuentros, uniones-separaciones, triángulos amorosos desafortunados. Los personajes son más antihéroes que héroes, degradados aunque conscientes de su propia tragedia y ello los desgarra aún más.

 

Los personajes creados por los otros personajes autores, más importantes son Betania Romero y Ofelia. Ambas, de una u otra forma terminan, en la novela con inicios de proyectos familiares; la primera con sus hijos y la segunda en Limón formando un hogar estable con Yafet.

 

Esta novela hace pensar que el hombre es un habitante más de este mundo sin sentido, alienante. Es un solitario en el centro de las multitudes, es un viajero obligado por su propia impotencia que huye de los espacios conocidos para llegar a otros iguales a sus originales. Son personajes cultos, preparados, todos profesionales y escritores que se refugian en un espacio físico, solitario, casi desconocido y personalmente individualistas fracasados, necesitados, menesterosos, vacíos. Esta condición los lleva a crear sus propios personajes con la esperanza de llenar en ellos el vacío de sus fracasadas vidas. No por otra razón acuden a la droga, a las mujeres fáciles, al retiro, al olvido, "a la nada".

 

Este texto es un adelanto formal, por lo menos, a la novela colectiva futura que los autores titularon Milagros Sueltos, que publicaron dos años después.

 

De los cuatro personajes que se reúnen en una solitaria casa de playa para escribir la novela, uno muere, Julio Tales, formalmente porque en vida ya estaba muerto, tras las prostitutas que le brindaban amores ocasionales. Orozco deambula por la playa tras de amores superficiales, producto de su propia incapacidad para amar. Vega confiesa que es gay y se siente impotente para seguir escribiendo. A la única mujer, Betania Romero, se le comunica del accidente en el volcán Arenal, de su esposo Teo y sus hijos. Termina abrazada a Vega, dándose apoyo mutuo en la tragedia y la vuelta a la taza de arroz la que era la jabalí salvaje o por lo menos pretendía ser. Es el regreso a lo establecido, a lo cotidiano porque el ser humano de éxito se adapta al mundo. Lo válido son los deseos del mundo y no los del  hombre.

 

Novela de personajes, rica en interioridad de ellos y desgarradoramente real. Es el hombre de nuestros tiempos que busca su identidad cuando ella es pluralidad y complejidad. El mundo ya no pertenece al hombre sino el hombre al mundo y esto es difícil aceptarlo.

 

La cuarta novela la llamó La ruta de las esferas y publicó en el año 2007.1

 

Esta obra quizás es la más ambiciosa de Dorelia Barahona Riera. Es de narrador omnisciente pero no de linealidad causal cronológica. Más bien su material novelado es retazos de la historia patria que va hilvanando alrededor de personajes, también históricos, unos y otros reconocidos y pintorescos de la ciudad de Cartago. Es precisamente el famoso primer telegrafista de Costa Rica, Nicolás Papasito, casado con la ennovia de Juan Santamaría y con la que procreó siete hijos que heredan oficios importantes, tal el caso de Buenaventura, el picapedrero de Cartago y de construcciones como la iglesia de San Joaquín de Flores que según afirmaban los antepasados traían de Cartago las piedras en carretas.

 

Es así como la novela une la aristocracia, los políticos y cafetaleros, filibusteros ladrones, con los trabajadores de pie en tierra pero forjadores de nuestra patria. Todos unidos bajo el símbolo maravilloso del colibrí (gorrión), que se convierte en su ángel guardián, a través de su viaje de aventuras que completa su hijo Buenaventura. Es una rara mezcla entre la historia oficial y la infrahistoria, tomada casi desde sus orígenes indígenas. Es el recorrido por las rutas de las esferas, por los trillos de nuestra pequeña Costa Rica.

 

Una vez muerto su padre Papasito, su hijo Buenaventura inicia el viaje de su vida, más que de ella de la búsqueda de su identidad, de su origen. Viaja por los Montes del Aguacate, donde encuentra las dos esferas indígenas que simbolizan las llaves capaces de abrir los misterios de los antepasados y la misma fuente de la vida. Recorre los caminos más intrincados de la costa sur del país hasta llegar a la región de Diquís, acompañado por el colibrí que era el ave que se citaba en el mito azteca de Quetzacóalt, ahí radica por un tiempo en casa de Pilar y luego inicia, no sin antes sufrir un sinnúmero de aventuras ligadas con las esferas de piedra indígenas, a su casa en Cartago. Muere antes de llegar en la morada de una familiar y deja como herencia sus dos piedras redondas y pequeñas, el oficio de picapedrero y una memoria casi desconocida de lo que realmente fue.

 

Ésta es una novela de aventuras, de viajes. Por lo menos tres de ellos se dan simultáneamente: el viaje físico por los caminos del Pacífico Sur de Costa Rica, el viaje histórico que lo conduce hasta los misterios, hasta hoy desconocidos, de las esferas de piedra encontrados en la zona sur del país y algunos pasajes sobre la lucha contra los filibusteros y los negocios de Minor Keith en Costa Rica, así como la extinción de nuestros aborígenes por parte de los españoles, incluyendo los curas. En algunos casos cita los nombres históricos como el cacique Pablo Presbere, héroe Nacional, aunque no declarado, el combate entre el ejército costarricense y la quema del mesón por Juan Santamaría, contra William Walter, el fusilamiento de Mora y Cañas en Puntarenas y otras historias más recreadas que oficiales como el matrimonio de Mercedes con Papasito, la enfermedad de Cristina (Teresa), esposa de Minor Keith, mezclada con la caída de ésta en un ascensor en New York, cuando en realidad fue la muerte de la señora.

 

Por último hay que resaltar que la novela asume un discurso maravilloso, sobre todo con la participación de Buenaventura, sus curaciones y encuentros con la energía cósmica de las esferas. Eso convierte, entonces, la obra, en una novela maravillosa, de aventuras espacio-temporales, alimentada con acontecimientos históricos, de espacio interior y búsqueda de la identidad nacional e individual.

 

Escribió una novela colectiva, Milagros Sueltos en el año 20081. En ella participaron seis autores más.

 

Este artificio ha sido utilizado por muchos autores. Los resultados nunca han sido ni siquiera bien vistos por la crítica literaria. El arte y especialmente la literatura es un acto personal, único, subjetivo y en el caso de la narrativa, a pesar de contar historias, hechos concatenados en una misma visión de mundo, éste es privado.

 

Ya el título sugiere la aceptación de una verdad: existen los milagros y estos, son producto de la religiosidad, sobre todo la católica. Ya la misma Virgen de los Ángeles, patrona de Costa Rica, se configura como una verdad incuestionable, a pesar de ser una leyenda y tener una explicación histórica poco creíble.

 

La novela es lineal, de corte tradicional, monofónica, a pesar de ser narrada por varios autores. Cada uno de ellos se encarga de uno o más personajes y los lleva hasta el final. Utilizan Internet para comunicar, por entregas, el discurso narrativo.

 

La situación de la novela y de los personajes es negativa. Todos sufren una condición problemática. El hecho que une las historias de los personajes es el robo de la Virgen de los Ángeles y sobre él suceden los más variados acontecimientos. Es el personaje Paola, una niña de diez años, quien centra la atención de la intriga. Ella escapa de su casa y se dirige a Cartago, más en busca de sus padres y hermano, que por un acto de fe, con el fin de demostrar que deben tomarla en cuenta en sus decisiones. En el camino le ocurren algunos acontecimientos importantes que involucran a un asesino, un detective, un caballista, un español, una abogada, unos "maleantes buenos", etc. y desde luego, la imagen de la Negrita.

 

Después de un sinnúmero de aventuras y ¿milagros? Sueltos, esporádicos de la Virgen, algunos inverosímiles y no por ser milagros sino porque de acuerdo con el discurso narrativo es imposible que sucedieran,  se llega al final feliz de la historia novelesca. Los personajes, de una u otra forma, superan sus problemas, casi casualmente, y todo vuelve a la "normalidad" inicial del relato.

 

No es este el momento, ni el espacio, para realizar un análisis pormenorizado de la novela, los acontecimientos que sobrepasan lo verosímil del discurso narrativo, los personajes que como el detective más hace reír que investigar, la niña-adulta Paola que lo mismo se comporta como una niña de escasa edad que sobrepasa la sensatez de una adulta y es capaz de inducir que la muñeca encontrada en la bodega,  es la Virgen de los Ángeles, el asesino de niñas quien no pudimos averiguar en la novela el porqué de esa conducta, el cura loco que aparece de pronto en el relato, etc. Todo ello aunado a lo fortuito, los derrepentes, lo casual, lo sacado del bolsillo, configura un discurso narrativo improvisado, sin censura, desligado de la problemática religiosa, la ignorancia y la superstición del pueblo.



1 Barahona Riera, Dorelia. De qué manera te olvido. Ediciones Era, México 1990.

2 Barahona Riera Morelia. Retrato de mujer en terraza. EUNED, San José, 2002.

 

1 Barahona Riera, Dorelia, Los deseos del mundo. Alfaguara, San José, 2006.

1 Barahona Riera, Dorelia. La ruta de las esferas, Ed. Norma, San José, 2007.

 

1 Barahona Riera, Morelia. Milagros Sueltos. Ed. Lumbre, San José. 2008. Novela colectiva.

 

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