Velma Sari Montero Gutiérrez

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VELMA SARI MONTERO GUTIÉRREZ

(1935)

(Imagen propiedad de la autora)

 

Velma Sari Montero Gutiérrez nació en Moravia, San José, el día 02 de noviembre del año 1935. Se define como escritora y poetiza. No sabemos cuál es su profesión y su especialidad, si es que tiene alguna.

 

LO QUE HA ESCRITO VELMA SARI MONTERO GUTIERREZ

 

NOVELA

 

1. La cruz del ceibo: 2006

 

POESÍA

 

1. Los versos de mi vida: 1997

2. Poemario a la Virgen María: 2000

3. Poemario de las mieles del amor...Nocturnos de pasión: 2000

4. Gotitas de fantasía: 2002

5. Canto a la naturaleza: 2002

6. Pensamientos del alma: 2002

7. Burbujitas de colores: 2003

8. Sentimientos del alma: 2003

9. Desolación...Carcajadas del silencio: 2004

10. Mariposas de colores y duendes al momento: 3004

11. Ocasos de sol: 2005

 

 

Velma Sari Montero Gutiérrez escribió la novela La cruz del ceibo en el año2006.1. Es una novela tradicional, logocéntrica, monofónica, causal y legitimadora de las programaciones sociales: machismo, religiosidad como alienación, sumisión de la mujer, etc.

 

Se presentan hechos familiares de finales del siglo XIX. La historia narrativa la inicia con el matrimonio por conveniencia (en ella no se cuestiona) entre don Betulio Roldán, rico hacendado y una humilde campesina. De este matrimonio nacieron tres hijas: Rebeca, Eulalia y Lucinda. Se exalta el código de la mujer sumisa y hacendosa, hogareña y madre de los hijos que Dios tuviera a bien mandarle. Esto se repite cada vez que una de las muchachas se casa. Llama la atención la conducta amorosa y civilizada de don Betulio que primero trata con cariño ganarse la confianza de la esposa y días después la hace su mujer con toda la consideración necesaria. ¿Sería eso posible en esos tiempos machistas y sobre todo de emigrantes españoles?

 

"-Mira Elenita, eres mi esposa y siempre tendrás lo que necesites, solo tienes que pedirlo."2

 

La novela se torna reiterativa en sus explicaciones y se hace cada vez más confusa. Inserta la narradora muchos personajes a la vez y luego se enreda en el relato y la justificación de su permanencia.

 

De seguido pasa a narrar las vicisitudes de Abigail, una joven hortelana que vive con su padre en una covacha y su único sustento proviene de la venta de hortalizas. Es bella, de unos 29 años pero debido a su trabajo se presenta como desgreñada, pobremente vestida, andrajosa, etc. Eso no impide que el destino le tenga preparado un esposo cuarentón bueno, honrado y cariñoso, también de origen español, llamado Don Genaro Castellón. También en su presentación introduce varios personajes de sopetón y enreda la historia: Fredo, Mardoqueo, Toño Caliche Alfredo Antonio Mungía, Eugenio Chamorro, etc.

 

Lo importante es que Don Genaro se enamora de Abigail y con gran rapidez se ejecuta la boda. Es otro matrimonio muy parecido al de Elenita con Betulio, casi perfecto. El esposo, también hacendado y rico, quizás supera en atenciones al primero pero las campesinas son felices como en los cuentos de hadas. Aquellas novelas de  inicios del siglo XX donde los hijos del gamonal y el propio gamonal se burlaban de las campesinas y después de dejarlas embarazadas las abandonaban a su suerte, son hechos del pasado. La visión desde el presente de familias  y amores de un pasado anterior (S. XIX) es positiva. Seguro después empeoró.

 

"-¡Era tan bella así de sucia- pensó él!"1

 

En síntesis las dos bodas son positivas de personajes puros. No importa la diferencia económica, ni la educación, ni su origen. Todo es perfecto por lo menos en la novela. Ricos y pobres viven en un paraíso terrenal y en perfecta armonía. Luego vendrán los hijos y los hijos de estos: Justino y Cristiana Casilda. Hay otra entrada de personajes nuevos Brígida y su hija Remedios, Florinda y su hija Juana, etc. 

 

Y aparecen poco a poco los personajes malos. El primero en llegar es Mauro, un vaquero que después de dos meses se lleva a la hija de Chamorro y Brígida. Por fin Juana se va a servir a Abigail y estos muestran su contento.

 

Luego viene la educación de Justino y poco después la de Cristiana. Ambos son depositados en manos de un seminarista, Miguel Aguirre, hijo de Mardoqueo, que ya realizó los estudios secundarios. Este los educa bien y recomienda a don Jenaro que envíe a Justino al Seminario para que continúe los estudios superiores. Así lo hace y a su salida su padre desea enviarlo a España para que realice una especialización pero Justino no acepta y prefiere volver a la hacienda donde está su ambiente deseado.



1 Montero Gutiérrez. Velma Sari. La cruz del ceibo. Ed. B. S. Montero G., San José, 2006.

2 Ídem, p. 19.

1 Ídem, p. 35.

 

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