El laberinto del verdugo de Jorge Méndez Limbrick

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ELLABERINTO DEL VERDUGO. NOVELA ESCRITA POR JORGE MÉNDEZ LIMBRICK

 

La  novela, El laberinto del verdugo ganó el premio de la Editorial Costa Rica en el año 2009.1 

 

Esta novela no oculta su categoría. Ya en la portada aparece la leyenda "Novela negra". Por lo tanto coloca al lector frente al género policíaco; y además de ese aviso, su título es elocuente "El laberinto del verdugo". Las reglas son explícitas. No obstante la novela va más allá y se inserta en la San José de hoy. Su estructura policíaca es un pretexto para crear un mundo social en crisis, a través de voces interconexas que dibujan un caleidoscopio de imágenes llenas de preguntas y sin respuestas precisas, solo sospechadas.

 

La novela tiene la siguiente estructura formal. La divide en cuatro partes: Tres narraciones infames, Amapola reina de la noche, Suite nocturnal o variaciones sobre un mismo tema y La esfera suprema.

 

La primera parte está codificada por lugares específicos y personajes protagónicos que reflexionan, sienten, meditan, planean, discurren, sueñan y recuerdan. Son voces que el lector escucha con atención y sigue su recorrido a través de apariciones libres y sin causalidad lógica sino espontánea.

 

El primer espacio por orden de aparición es El hospital psiquiátrico en Pavas y lo encarna Felipe Ossorio y Henry De Quincey, el famoso investigador de los crímenes, abogado e Director de la OIJ y  de quien algunos dicen que es el asesino en serie de varias mujeres prostitutas pero que, todo lo contrario, es el único conocedor del verdadero criminal, el señor Julián Cassorla Brown. Y don Felipe Ossorio, como se va presentando, no es "desmemoriado" y más bien se sabe que es un estudioso de filosofía con gran conocimiento del pensamiento griego y romano. De loco no tiene nada. Es la conciencia más lúcida que la imaginación podría señalar en nuestro medio.

 

El segundo espacio es un lugar en San José cerca del Valle de las Muñecas: El consorcio Jurídico Data-Ius y el personaje que lo representa en Beatriz Muriel Nigroponte. Una bellísima abogada que trabaja en ese lugar y lleva el caso de la compra de La torre Fénix por JC, un ricachón relativamente joven y misterioso. Ella Morirá misteriosamente

 

El tercero lo representa El OIJ. Y es Ernesto Miranda Rojas el nuevo Director e investigador que presta su voz. Se conocen sobre todo sua actividades  y los archivos del vampiro, etc.

 

Tanto los personajes Henry De Quincy, La Sombra o Julián Cassorla y otros, así como los crímenes de las prostitutas, La Bella sin marcas, La parturienta, Y Medias de seda y el mismo Julián con su mansión en San José de la Montaña y otros hechos relacionados, son retomados de su primera novela Mariposas negras para un asesino. Ello indica que esta novela es una especie de segunda parte.

 

La novela inicia con las voces de estos personajes que sin orden codificado explícitamente van creando ese mundo  laberíntico josefino, de crímenes, negocios, investigaciones y "locuras".

 

Toda la primera parte, más de la mitad del texto, se convierte en una presentación de los hechos criminales, los personajes protagónicos y sus respectivos roles en la historia. Los lugares donde suelen ocurrir esos crímenes: San José, unos viajes a la mansión de don Julián a San José de la Montaña, las diferentes zonas: zona del vampiro, valle de las muñecas, zona del fantasma y referentes específicos tales como la Torre del Pacífico y otros menores como el Sanatorio, El bufete, las Torres y sus relaciones con el señor JC y por fin, la muerte de Beatriz. No se deben dejar de lado la subciudad, el Parque Gregorio y los lugares soñados por Beatriz y Henry, así como el laberinto.

 

La segunda parte la titula Amapola reina de la noche.

 

En ella se narra el escape del la laberinto realizado por Felipe Ossorio y Henry De Quincy, el famoso abogado que trabajara en el OIJ y que fuera acusado de los asesinatos de las prostitutas. Su refugio en el edificio del Pacífico, cerca de las terminales del ferrocarril y su encuentro con El Gran Archivero de la Noche, nonagenario que conoce todos los archivos judiciales y nunca sale de ese lugar misterioso y terrorífico, más parecido a un laberinto de la historia no oficial de San José y el ojo omnipresente, testigo de las zonas del crimen y el Valle de las Muñecas así como la vida nocturna josefina.

 

Esta segunda parte permite al lector un recorrido físico e histórico, no oficial, así como sociológico de la San José y sus crímenes desde 1890 hasta el presente, pasando por las Cuevas del Virilla, los asesinatos de las jovencitas del barrio Don Vosco, todos, sin encontrar al asesino y la sombra de poderes ocultos detrás de ellos vestidos de políticos y ricachones, eventualmente miembros de Cofradías con rituales insospechados. Ese es quizás el verdadero laberinto del verdugo.

 

No escapan al ojo de los personajes protagónicos, la vida oscura en las zonas del crimen, viejas y nuevas. Las recientes nominaciones de la llamada Zona Roja, y la famosa calle 12 hasta los alrededores extendidos hacia el sur, el oeste y el este en las cercanías de la Universidad de Costa Rica con la ya triste y famosa Calle de la Amargura. Pero no se crea que la película caleidoscópica se quede en los niveles del bajo crimen. Todo lo contrario sube a las esferas de los poderosos en las Torres privadas, los hoteles de cinco estrellas, las mansiones, las guaridas de los ricos seudo profesionales, los nuevos moles, las quintas y los condominios, alejados de los lugares "contaminados".

 

No escapa a esa conciencia de los personajes que van enumerando, los hechos que esclarecen los crímenes. El viaje del Gran Archivero de la Noche al Distrito Federal con una beca para estudiar la restauración y mantenimiento de libros. Los encuentros con personajes importantes como Blackwood y Rocco y la búsqueda de los libros de Paul Morphy y luego la búsqueda del libro El Ismalión en Londres. (En verdad Morphy fue un famoso ajedrecista norteamericano y no creo que escribiera libros de esa naturaleza).

 

La tercera parte es narrada por una especie de conciencia particular: la de Julián y es así como el lector se acerca a él, desde una perspectiva cierta, creíble y conoce los más íntimos pensamientos y hechos realizados por él y sus amigos.

 

"El Valle de las Muñecas en los últimos años ha reverberado en luces y en más pasiones y en más droga... pero algunos lo pueden ver, otros son ciegos a la bufonada, en la risa orquestada de los "monigotes con poder" que vos y Francesco Rocco han fabricado para deseos propios y ajenos."1

 

Esta técnica, a pesar de que no es un estado profundo de conciencia, permite salirse del clásico narrador omnisciente y presentar los hechos tal y como los vivió el personaje. Es moderna y tiene grandes posibilidades semánticas y literarias.

 

También es utilizada, para presentar al personaje Henry De Quincy y narrar las últimas aventuras de este personaje al lado de Felipe Ossorio, hasta concluir con la muerte de Julián o JC y la propia, de ese demente-cuerdo  que es el causante del asesinato colectivo en el Sanatorio.

 

La novela deja hilos sin concluir y es de esperar la tercera patrte para cerrar el ciclo, como es ahora costumbre con las llamadas sagas. Es formalmente policíaca y como tal respeta su estructura y características pero tiene un trasfondo social y político importante que la convierte en una obra que penetra en los antros del poder económico y morales de la San José de las últimas décadas, sin escatimar referencias a las primeras décadas del siglo XX. Tiene como fondo las llamadas cofradías que siempre han existido. Hombres que periódicamente se reúnen para realizar rituales sobre todo criminales y satisfacer sus aberraciones de poder, religiosas, espirituales y sexuales. Los asesinatos de jovencitas en el Virilla y los rituales en las famosas Cuevas, son testigos de esas manifestaciones, lo mismo que los crímenes de las prostitutas. Y como se realizan en determinadas fechas por sus mismas creencias, se convierten en crimines seriales. A veces las realizan individuos solos, que no pertenecen a esas cofradías y lo que delatan son personas con serios trastornos emocionales, tales los casos del llamado EL Cóndor que fue apresado y hasta hoy se desconoce qué pasó con él y los famosos crímenes de La Carpintera que también se mantienen en el anonimat.

 

Como corolario de esa situación, la novela no sólo trata de esclarecer los crímenes y los culpables sino, y esto es quizás lo más importante, ofrecer al lector un retrato vivo de la problemática criminal de San José, los lugares más peligrosos y los vicios sociales de todo género. No podría escapar a ello el trafico de estupefacientes y sus estragos en todos los estratos sociales del país.

 

Extrañamos (y esto no forma parte del comentario literario) un tanto la carencia de una realidad nueva de la violencia. Si antes existía, pues es congénita al hombre, como manifestaciones en las guerras, las luchas por el poder político y económico, cofradías del terror, o simplemente para imponer mitos y costumbres machistas como los pleitos callejeros de los pueblos, los bochinches a golpes en las cantinas y bailongos, y las peleas campales los domingos después del partido de futbol, lo cierto es que tenían causas y móviles diferentes a la violencia de hoy. En los pueblos no se peleaba por comer, por dinero, por aspectos materiales, salvo excepciones. Traiciones, rivalidades, quizás herencias, borracheras, etc. El robo, por lo tanto no tenía la vigencia motora que hoy tiene. La violencia por el poder económico era propia de los estratos altos, los políticos y los gamonales y ésos crearon la violencia institucional, la desigualdad, y la pobreza generalizada.

 

Hoy, existen crímenes sexuales,  por alcanzar el objeto deseado y nunca logrado para satisfacer pasiones y matan, pues un muerto no puede reconocer al autor. No conozco estadísticas pero se podría afirmar, sin temor a equivocarnos, que la mayoría de los crímenes tienen como móvil la obtención del dinero. Claro que se dan otros móviles de los más variados pero creemos que son los menos. El consumo de drogas es fuente de grandes fortunas y los poderosos del mundo capitalista no les interesa extirparlo, pues de ello depende su riqueza. La guerra contra el narco es una patraña pues si elimina el consumo o lo legaliza, se termina el negocio, la fortuna.

 

Nos agradó la novela. Es un logro literario importante en nuestras letras y evidencia una generación de escritores que se abren camino en ese difícil arte y se insertan en las corrientes más importantes de la Literatura de Hispanoamérica.

 

También es oportuno señalar que el verosímil en el relato, las leyes internas del mismo en algunas ocasiones se ven violentadas, tal el caso de la explicación que da el narrador sobre el origen de Don Julián. El lector fácilmente se da cuenta que, en estos tiempos un vecino de Los Hatillos, humilde, y que pasa desapercibido y de pronto se convierte en multimillonario por una herencia que le deja a su muerte un abuelo materno, no es tan digerible. Tampoco conviene, según nuestro entender, que el autor en plena narración de un acontecimiento importante, serio, trascendental, se detenga a explicar que a una exposición fueron invitados Carlos Cortés, Rodrigo Soto y él mismo autor, con más muestras de jocosidad que de seriedad. "Pecatas minutas".



1 Méndez Limbrick, Jorge. El laberinto del verdugo. Ed. Costa Rica, San José, 2009.

1 Méndez Limbrick, Jorge. Ob. Cit., p. 183.

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2 Comments

Me gustaría leer fragmentos de la novela, solamente pusieron uno. Gracias

Gracias por su comentario Ignacio. Esta novela ganó este año y hoy dieron la noticia el premio a la mejor novela del año 2010.
La novela está a la venta. La editó La Editorial Costa Rica. Puede conseguirla en las principales librerías del país y por Internet, a través de la misma editorial.
Saludos
Benedicto Víquez Guzmán

Señor Benedicto Víquez Guzmán: lo felicito por su enorme labor de crítica literaria.
De usted su servidor: J. Méndez Limbrick

Gracias Jorge. Es muy generoso y noble, tu comentario.
Saludos,
Benedicto Víquez Guzmán

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This page contains a single entry by Benedicto Víquez Guzmán published on 6 de Julio 2010 6:24 PM.

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