Floria Herrero Pinto

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FLORIA HERRERO PINTO

(1943)

(Imagen propiedad de la autora)

 

Floria María Herrero Pinto nació en El Carmen,  hospital Calderón Guardia, San José el día 23 de noviembre del año 1943. Es licenciada en Artes Plásticas. En 1979 recibió el premio Carmen Lyra de Literatura Infantil por su obra El planeta verde. En 1987 ganó un concurso en Argentina con un poemario. En 1991 obtuvo el primer lugar en el concurso de Literatura Juvenil Esperante auspiciado por la universidad de Northeasten, Illinois con su libro No se detiene el tiempo. Es Premio Carmen Lyra por su libro Planeta Verde en 1979.

 

En 1987 ganó un concurso de poesía de la Fundación Gibré, en Buenos Aires Argentina y en 1991 obtuvo el primer lugar en el concurso de Literatura Juvenil Esperante auspiciado por la universidad de Northeastern Illinois, con su libro No se detiene el tiempo.

Ha escrito otros libros de Literatura Infantil, tales como El duende Bambú, El robot enamorado, La peña Bruja y Los pasos del sueño en poesía. También se dedica a la fotografía como arte.

 

En 1992 publicó su primer libro de poesía para adultos que tituló Galope de luces. Fue traducido al inglés.

 

LO QUE HA ESCRITO FLORIA HERRERO PINTO

 

NOVELA

 

1.   No se detiene el tiempo: 1997

2.   El lugar verdadero: 2004

 

CUENTO

 

1. El planeta verde: 1979

2. El duende

3. Bambú

4. El robot enamorado

5. La peña Bruja

6. Frente al tiempo: 2002

7. El duende Bambú: 2003

8. El Planeta Verde: 2004

9. Abuelas que vuelan: 2006

10. El día en que las hadas: 2010

 

POESÍA

 

1. Los pasos del sueño: 1989

2. Galope de luces: 1992

 

No se detiene el tiempo es su primera novela y la publicó en 1997, a pesar de que la escribió en el año1991.1

 

Es una novela de la que llaman infantil. No lo creemos así, a pesar de que la narración se detenga en los recuerdos de una niña de ocho años y se extienda hasta la adolescencia. El punto de vista superior es de una narradora adulta que concede la voz a un personaje femenino de ocho años y conforme avanza en edad va narrando sus vivencias en una especie de viaje interior. Se da una especie de paralelo entre el transcurrir del tiempo biológico de la niña, social e histórico y el paso cronológico de su edad. Pero este prestar la voz a la niña es solo un pretexto porque el mismo lenguaje, su dominio, su visión de mundo, sus reflexiones son de una adulta que evoca los recuerdos de niña hasta la llegada de la adolescencia.

 

"Dicen que se enamoraron los dos de la misma perra, aquella zaguatilla coqueta que venía a buscarlo de noche."2

"- Genaro vino de Europa con su título de doctor en una mano y su eterno bastón en la otra. Desde que me vio, se quiso casar conmigo. Yo tenía doce años."3

 

Esta expresión subrayada es acusadora de la perspectiva de adulta de quien narra, aunque se disfrace de la niña María, de doce años. Más adelante agrega:

 

"En esa época vivíamos en una casa frente al parque, muy grande y pintada de verde y blanco."1

 

Nos detenemos un poco porque este tipo de fenómenos ocurren con mucha frecuencia en las novelas costarricenses, aún en las actuales. Lo mismo sucede con el tratamiento del tiempo y el espacio en todas sus variantes. Pero el narrador y sus relaciones con el tiempo, el espacio y los acontecimientos, es muy importante. De él depende el verosímil del mundo mostrado en la novela, la distancia con el autor y el lector social, el tipo de lenguaje utilizado y la credibilidad de lo enunciado. De ninguna manera se trata de eliminar la biografía de cualquier novela, cuando precisamente defendemos el carácter privado como un rasgo esencial en este género. Nada se crea de la nada y la ficción, los embustes de la novela, solo son el producto creativo que parten de la realidad, social, ideológica y biográfica del autor y sus contextos. Pero lo cierto es que el verdadero embuste del artista consiste en convertir todo ese material real en una nueva realidad que represente la esencia de la realidad que alimenta su creación y no las circunstancias.

 

María, la niña, desde la respectiva de la adulta, da a conocer sus experiencias vitales ante su familia, el código social de ella, sus prejuicios y valores. Deja ver la disciplina férrea de su abuela y sus tías con excepción de Isaura que es víctima del mismo código moral alienante. La niña es vista como una futura madre, ama de casa, servidora del macho, obediente, ajustada a los cánones estúpidos de la religión católica y más si se trata de una familia emigrante de España. Su visión es crítica pero impotente por lo que se convierte en un héroe degradado igual que Isidoro, sufre la imposición machista de su abuela y añora la ternura de su abuelo, pasan por sus ojos la revolución del cuarenta y ocho, la participación de sus tíos, la búsqueda de su padre para apresarlo, las injusticias hechas a los campesinos por su misma familia, la muerte de Pedro, la expulsión de Herminio de su trabajo por su abuela ya que era sindicalista. Es la toma de conciencia de una niña casi adolescente de la injusticia social, la desigualdad entre los ricos (ellos) y los desposeídos (los trabajadores de su misma hacienda). Novela de denuncia sin aspavientos, tierna, dolorosa, de desaliento, desamor y desencanto. 

 

 La segunda novela, El lugar verdadero, la publicó en el año 2004.2

 

Esta novelita es una versión renovada de la primera. Sigue siendo tradicional y manteniendo los mismos defectos señalados para la anterior. Es aún más ensayística y la autora mantiene su punto de vista de lo que dice, pues casi no se detiene a narrar. Es un discurso del decir, opinar, demostrar sus puntos de vista. El personaje central sigue siendo la adolescente María e incorpora a un tío Gorgonio, un tanto sátiro y su hermano Ruperto. También se enuncia la presencia de su prima, de igual edad, Alicia, unos primos, otras tantas tías y su hipotético novio. Hasta la narradora-autora participa en lo dicho:

 

                    "Cuando regresaron a la ciudad tenían el corazón

estrujado de  nostalgia. El clima  cambia totalmente,

una nube negra lo cubre todo, y el ruido de

los carros nos deja sordos".

La idea central, pues el discurso es ensayístico, es que María simboliza a una joven rebelde, víctima de la educación de su familia y de las monjas del colegio Sión, donde estudia. Sufre una especie de enajenación educativa y se convierte en una mujer, parodiando a Yadira Calvo, víctima y cómplice. Así se describe una serie de situaciones donde la voz de la autora va sugiriendo o presentando momentos en que la adolescente actúa en escenas típicas de los ricos hacendados: vacaciones en sus fincas cerca de la Reforma, una cacería de los tíos (muerte del pájaro bobo), el clásico paseo al puerto y algunas superficiales aventurillas, algunas escenas en el colegio y su relación con las monjas, una fiesta, el cumpleaños, una boda, etc. Todas ellas sirven de marco para desarrollar la tesis de que las mujeres sufren en una sociedad machista, los vejámenes de los hombres (para ellos es el Paraíso, para ellas la pureza y la sumisión) y desde luego detrás de esa visión cierta pero muy simplista está la religión como causante directa de esa desigualdad de género.

 

No se podría negar que la tesis de este ensayo-novela, se ajusta a la verdad pero lo que más sorprende en el final. Tanto las tías, como la madre de María, ejemplo de sumisión  y amor incondicional a su marido, se sobreponen, inician un proceso de mejoramiento, cultivan las tierras dejadas por los hombres en abandono, cambian de conducta y se convierten, de repente en estandartes de mujeres liberadas y emprendedoras. La misma María cambia radicalmente de conducta y convierte sus sueños evasivos en acciones prácticas al lado de la madre que antes odiaba y ahora admira. Hasta su padre, se acerca de nuevo a la casa y comienzan una nueva vida. Todo sucede como por obra de magia, pues la religión sigue siendo la misma, las programaciones sociales no variaron. En otras palabras cambiaron los efectos sin alterar las causas. Un buen deseo pero difícil de suceder. Por eso la novela violenta el verosímil del texto constantemente y la visión crítica inicial termina en un final de cuento de hadas: es la clásica estructura de consolación. El mismo título señala la dirección de lo deseado: el lugar verdadero. Suponemos que existe otro falso.

 



1 Herrero Pinto. Floria. No se detiene el tiempo. Ed Farbe, Norma. San José, 1997.

2 Ob. Cit. p. 19.

3 Ídem, p. 23. El subrayado es nuestro.

1 Ídem, p. 39.

2 Herrero Pinto, Floria. El lugar verdadero. Ed. Farben, San José, 2004.

 

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1 Comment

Donde puedo encontrar el libro Un lugar verdadero no lo encuentro en ninguna librería
Creo que en las librerías está agotado. Lo conseguí en la Biblioteca. En las tres más importantes está. Otra forma como consigo libros agotados es en las compraventas y en la librería de la U.C.R como última instancia.
Benedicto Viquez Guzmán.

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This page contains a single entry by Benedicto Víquez Guzmán published on 13 de Septiembre 2009 4:42 AM.

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