MANUEL GONZÁLEZ ZELEDÓN (Magón)
(1864-1936)
Manuel González Zeledón (Magón), nació en San José, el día 24 de Diciembre de 1864 y murió también en San José, el 29 de mayo de 1936, pocas semanas después de haber llegado de Nueva York, muy enfermo. Fue hijo del maestro Joaquín González y doña Jesús Zeledón.
Manuel describe su vida a José María Arce, dilecto amigo, en una carta que le envía desde Washington, el 21 de marzo de 1933, tres años antes de morir. El nació en San José el día 24 de diciembre del año 1864 y murió el 29 de mayo del año 1936, también en San José. Ésta es la mejor biografía que pudimos encontrar de Magón, por ello la incluimos textualmente:
"Mi querido José María:
Con el placer de costumbre recibí y leí su interesante carta del 18, con la que me devolvió las copias de "Elocuencia y Calvin Coolidge". Se la contesto por orden de asuntos.
Educación- De 1870-71, Escuela privada de doña Eusebia Quirós en donde aprendí el abecedario y medianamente a silabear y desovar o sea leer cancaneando; catecismo de Ripaida: contar hasta cien y hacer números dígitos con pizarrín y pizarra y uno que otro palote y curva, preparatorios para el curso de caligrafía que después hice bajo la dirección de mi padre quien era un de los mejores penalistas de aquel tiempo (Véase mi artículo "Para justicias el Tiempo").
De 1871-75 Escuela pública elemental bajo Chepe Céspedes, Adolfo Romero, Amadeo Madriz y Juan de Dios Trejos. Allí me distinguí de tal manera que al fundarse el Instituto Nacional, fui escogido en compañía de Nicolás Chavarría Mora para ocupar las dos becas que la provincia de San José tenía derecho en ese Instituto, 1876-80, cursé enseñanza superior con el resultado que describo en mi artículo "Mi primer Empleo", ganando todos los cursos, muchas medallas de primera clase en los concursos de oposición a premios y muy señalados elogios de mis profesores. La circunstancia de haber ganado todos los primeros premios (medalla de oro en el quinto año) me daba derecho, ipso facto, a que se me confiriera cualquiera de los grados que el Instituto confería, a saber: Bachiller en Artes, Maestro de Obras, Perito Mercantil o Perito Agrónomo, según promesa formal del entonces Rector de
La gran pobreza en que se encontraba mi familia me obligó a trabajar todo el día y parte de la noche para cubrir nuestras necesidades y, estudiando sin maestros, aprendiendo prácticamente en el expediente de oficinas judiciales y bufetes de abogados y notarios, adquirí suficientes conocimientos para llegar a tener a mi cargo, bajo inmediata vigilancia de su propietario Licdo. don Inocente Moreno, la sección notarial de su oficina de abogado y notario, considerada entonces como la mayor clientela y una de las más acreditadas en todo el país. Fue en ella que, al ponerse en vigencia la nueva codificación, escribí y publiqué mi librito "Fórmulas usuales en el ejercicio del notariado", que fue usado por todos los notarios de aquel entonces y aceptado por el gobierno como correcto, después de oída la opinión de expertos jurisconsultos.
En 1889 fui a Bogotá y, estando allá, el gobierno de Costa Rica me nombró vicecónsul. Allá cultivé las bellas letras y escribí en varios periódicos bajo deferentes seudónimos, en su mayor parte acerca de Costa Rica. Durante los dos años y medio que pasé en Bogotá, hice muy íntimas relaciones con notables prosistas y poetas colombianos: Jorge Isaacs, Jorge Pombo, Santiago Pérez Triana, Rafael Pombo, Roberto MacDouall, José Asunción Silva, Julio Flores, Samuel Velázquez, Rivas, Fradey Rivas Groot, y otros cuyos nombres se han borrado de mi memoria. Ese roce me fue de mucho provecho como educación literaria y para formar mi estilo.
De vuelta en Costa Rica, tomé de nuevo a mi cargo la notaría del Licdo. Moreno, la que había decaído notablemente. Acepté después
Fui elegido (1895) ¿1896?, en la administración Iglesias, diputado al Congreso por San José. Milité en la oposición. en escasísima minoría, pero allí me distinguí por mis luchas para evitar manejos contrarios a los intereses del país, especialmente, establecimiento del talón de oro, para el cual el país no estaba preparado aún y que, como Ud. sabe, fracasó pocos años después de establecido; hipoteca a cortísimo tiempo y alto interés de las acciones de Costa Rica en el ferrocarril de Costa Rica que, como Ud. sabe, se perdieron por la miserable suma de poco más de cien mil libras esterlinas y nos quitaron voz y voto en los manejos de la administración de esa empresa; y nombramiento del presidente de Francia para árbitro en nuestra contienda de límites con Colombia (después Panamá) que trajo por resultado el que yo preveía: la pérdida de cerca de
Fue a principios de mi actuación como diputado que rompieron a escribir mis cuadros de costumbres (1895) en
Al final de la administración Iglesias, 1900-1902, fundé y edité mi diario El País (Véase el prólogo, Con el autor, de mi libro
Durante esa larga y acongojada refriega cultivé las mejores plumas que entonces lucían en Costa Rica y algunas extranjeras como Chocano Soto Hall, Julio Flores, Uribe Uribe, y otros.
Pasada la administración Esquivel que terminó con la traición que éste nos hizo en 1906 me vine a Nueva York y me establecí definitivamente aquí.
Ya en 1893 yo había estado de paso en Nueva York y había visitado también de paso Inglaterra, Holanda, Bélgica, Francia e Italia, y, como mal que bien entendía y hablaba inglés, francés e italiano, juzgué que no me sería difícil obtener ocupación, lo que efectivamente ocurrió.
Desde aquí en Nueva York esporádicamente escribí cuentos que enviaba a Costa Rica, en donde eran muy bien acogidos. Los contiene la segunda edición de
Escribí también en
En Costa Rica fui aclamado miembro del ateneo.
Por allá de los años de 1909 o 10 fundé en Nueva York, con varios literatos latinoamericanos, americanos y españoles, el Círculo Literario Hispano que contaba con cerca de 600 socios y que dio varias veladas literarias que fueron muy lucidas y aclamadas. Fui su presidente y se me reeligió cada año durante los cuatro de su existencia. Allí pronuncié el discurso de inauguración y varios otros que publicaron periódicos españoles de aquí y de otras partes.
En unión de varios buenos españoles e hispanoamericanos reorganicé
De
En 1904 fui nombrado Comisionado General de Costa Rica para
Por allá, por 1924, fui nombrado Inspector General de Consulados de Costa Rica en los Estados Unidos, cargo que serví ad honórem hasta que en mayo de 1932 se me encomendó
En la sección literaria del New York Times y del New York Tribune se publicaron reseñas de mis cuentos y de mi Oda a Costa Rica, ambas de la pluma de Mrs. Muna Lee, bien conocida y nombrada escritora americana que hoy es profesora de
Muchos de mis cuentos han sido reproducidos en España y en América y hasta se me ha pirateado mi libro
Desde hace cinco años he venido trabajando en la formación de un vocabulario o vademécum, titulado El Médico, la enfermera y el paciente extranjero, en seis idiomas (español, inglés, italiano, francés, portugués, alemán), que tiene por objeto facilitar a los médicos y enfermeras el hacerse entender de pacientes que hablan cualquiera de estos idiomas solamente. Todos los médicos que lo han visto lo han declarado utilísimo y hoy mismo está sometido en Dallas, Texas, el cual seguramente lo refrendará a todos los miembros de
En Nueva York desempeñé el cargo de facturador comercial e intérprete en
En una u otra forma he dado conferencias en varias ciudades americanas.
Por encargo especial de la colonia española de Nueva York hice la presentación del gran dramaturgo español Jacinto Benavente ante un auditorio de no menos de dos mil personas en el New York Theatre.
En 1922 fundé con otros
Y no recuerdo qué más cosas he hecho o ayudado a hacer.
¡Ah, sí! En 1906 fui profesor de castellano y literatura en el Liceo da Costa Rica y el Colegio de Señoritas en San José.
Creo que fue en 1815 que fui profesor de castellano en
En 1953, se le declara Benemérito de las Letras Patrias y se crea el Premio Nacional de Cultura, Magón. Su esposa se llamó Olivia y era hija de un cubano llamado Manuel Quesada y Loinaz.
LO QUE ESCRIBIÓ MANUEL GONZÁLEZ ZELEDÓN
NOVELA
1.
CUENTO
1. El clis de sol: 1871
2. Las cosas claras: 1925
CUADROS DE COSTUMBRES
1. Un baño en la presa: 1896
2. Dos músicos: 1896
3. Un día de mercado en
4. Unos novios: 1896
5. Una obra de misericordia: 1896
6. Camañuelas: 1896
7. ¿Quiere usted quedarse a comer? : 1896
9. Un almuerzo campestre: 1896
10. Nochebuena: 1896
11. Una Vela: 1896
12. Un baño en la presa: 1896
13. Nochebuena: 1896
14. Al baratillo: 1896
15. La muñeca del Niño Dios: 1898
1|6. El Tequendama: 1898
17. Dos de noviembre: 1900
18. La guerra franco-prusiana: 1910
19. El mozotillo de Pochet: 1913
20. Para justicias, el tiempo: 1919
21. Todo Pasa: 1924
22. ¿Qué hora es? : 1925
23. Quince a diez: 1925
24. Semper Fidelis: 1925
25. El cacao del año: 1933
26. El tren de las dos: 1933
27. Cal de concha: 1937
Magón publicó otros artículos de diversa índole, como comercio, educación, religión, etc.
Aquí no los señalamos.
Manuel González Zeledón, a pesar de no ser un novelista como tal y sólo haber escrito un relato para los primeros Juegos Florales de 1909,
La obra que él presentó como una novela corta a los primeros Juegos Florales,
Repite la misma historia que hemos venido analizando en novelas o relatos anteriores. Es el clásico triángulo amoroso que tanto ha explotado la literatura costarricense hasta nuestros días. En este relato se aprovecha de él para resaltar la oposición entre la ciudad y el campo, entre un gamonal ñor Julián Oconitrillo y los campesinos, entre el poder del dinero y el castigo por la ambición desmedida de la campesina María Engracia y su madre. El triángulo se presenta en forma doble ya que ñor Julián es casado y María Engracia termina entregándose a Aureliano Meléndez. La ruptura se presenta cuando se viola el código moral previamente establecido por la sociedad. Por un lado ñor Julián viola las normas de su hogar, se separa de su esposa Micaela, abandona y avergüenza a sus hijos, Bernabé y Zoila, el primero huye de su casa y se va a trabajar a la bananera, donde enferma de paludismo y la segunda se dirige al centro de San José, donde se convierte en prostituta. Su esposa Micaela sufre, como la que más, su abandono y desprecio y la pobreza en que ñor Julián la ha postrado. Él mismo se convierte en asesino al matar a Aureliano, víctima de los celos, cuando María Engracia huye con él y se refugia en su casa. María Engracia y su madre violan el código moral también al aceptar el amor pasional de ñor Julián, por dinero. Y para completar el cuadro naturalista experimental, determinado por el ambiente y la violación de los códigos morales, la hija de ñor Julián se convierte en prostituta. Es la campesina que, víctima de la degradación de su padre, sufre las consecuencias. Toda la familia se degrada y desintegra como consecuencia de la ruptura moral por parte de ñor Julián, por ambición, por apetencias sexuales. Es el castigo a quien viola el código moral establecido. La situación final es degradada. Ñor Julián, es visitado, en la cárcel, por su esposa (
El narrador de este relato es tradicional y se mantiene inmerso en él y maneja los acontecimientos y los personajes bajo un estricto código moral personalista. No da la palabra a los personajes femeninos. Estos son útiles al narrador-autor para sus fines moralistas, críticos e irónicos. Ñor Julián es un gamonal ignorante, tosco, grosero y libidinoso. Posee riquezas pero carece de virtudes.
"En la sala Ñor Julián Oconitrillo, el dueño del beneficio y del cafetal y del cerco y del potrero y de la "bueyada" y de las sacas de leña y del trapiche del bajo y del cañal que lo rodea y del potro azulejo que en el caedizo se regodea con su buen cajón de pasto picado, atiende a la delicada tarea de la pesa de los sacos llenos, a la costura que sus hijos Bernabé y Zoila desempeñan y a la marca que Micaela, su mujer les planta orgullosa con la lámina perforada "J. O. London" y la brocha untada de negrísimo betún."1
Toda esta riqueza se pierde por violentar el código moral. Y el narrador le califica de:
"Ñor Julián, cholote panzudo, peliparado, afeitado de barba y boca, con camisa gris de lana, pañuelo de seda arrollado al pescuezo robusto de toxo, banda de redecilla que ciñe por bajo del vientre el calzón pardo de casimir y calzado con zapatos burdos de becerro amarillo."2
No es un oligarca de nobleza, del grupo educado y fino al cual pertenecían los exportadores de café, sino un bruto con plata, un campesino con riqueza y mucha ignorancia. Más se nos parece al mandador de una finca cafetalera que a un exportador de café. Es más un campesino propietario de una pequeña hacienda y dueño de un mediano capital que fácilmente perdió en sus desvaríos amorosos. No interesa al narrador-autor describir con detenimiento, como vino a menos, para él lo importante era castigar, degradar, destruir al personaje que violó el código moral de la familia.
Y para las campesinas, escogedoras de café, María Engracia y su madre, la moral campesina del costarricense, tampoco les adornaba, eran ambiciosas y no escatimaban conducta alguna, con tal de disfrutar de los placeres materiales. Personalmente se me parecen más, en ese tiempo, a las citadinas que, a escogedoras de café de un pueblo costarricense. Luego veremos otras novelas donde la campesina sufre las consecuencias de su ingenuidad, humildad, candorosidad y falta de malicia. Aspectos que no presentan estas campesinas de don Manuel González Zeledón. Quizás el rasgo más sobresaliente de este relato es la fidelidad, abnegación, sumisión de Micaela, esposa de ñor Julián, virtudes de esas mujeres campesinas que las convertían en víctimas del machismo de antes y de ahora. Pero ese aspecto se destaca con alguna ironía (
Somos del criterio de que a Magón no le gustaban los ricos groseros, burdos y poco refinados y de ellos se burla y hace escarnio, a pesar de que en esa Costa Rica, abundaban y eran los más. Es parte de su ideología burguesa aristocrática y clasista que se puede fácilmente descubrir en sus escritos.
Muchísimas gracias por esta reseña tan hermosa. De verdad que admiro tanto a este hombre maravilloso, siempre amó a nuestro país.. Aún cuando no tuve la dicha de conocerlo, lo quiero tanto... Dios lo tenga en su gloria.. Gracias querido Magón, y muchas gracias por este artículo tan especial
bueno pz esta mui bn esto.
me gusto muxo
m,m,m,m,
la vedad no me gusta leer tanto ,
y queria buscar el cuento de :
´´ Unos Novios ´´ pero nunca lo encontre
meee choooooca¡¡¡¡¡
ok bye :)
Unos novios es un cuento de Magón que publicó en el periódico El Heraldo de C. R. el día 12 de abril de 1896.
En la obra Cuentos de Magón, publicada por Antonio Lehmann en 1968, aparece en la página 68.
Si tiene paciencia lo voy a transcribir en mi blog para que Ud. y otros lectores puedan leerlo, antes de una semana.
Benedicto Víquez Guzmán
es muy padre saber cuentos de el¡¡¡¡¡¡¡!!!!!!!!
gracias por esta informacion porque me sirvio para mi tarea ,aparte de que esta muy suave el cuento del ''clis de sol
O_o
Me alegra mucho que te haya sido útil.
Benedicto Víquez Guzmán
is divetido
Gracias
Por favor, a mi hijo le dice la profe de español que descargue de internet el cuento Para justicias el Tiempo de Magon, pero no lo hallamos por ninguna parte, ¿usted lo tienen para fotocopiar, o escanear, o algo asi?
Gracias
Sí lo tengo, Gabriel. Te lo voy a poner en mi blog,antes de ocho días, esté atento para que lo pueda leer y adquirir. Es un excelente cuento
Gracias por leer mi blog
Saludos
Benedicto Víquez Guzmán
MAESTRO! Qué bendición! su ayuda ha sido de maravilla! me dio placerleer el cuento! Y salvamos la tarea de mi hijo! Es una maravilla internet! Me acuerdo cuando yo estuve en Generales enlos años 70, usted nos díó creo que era Castellano o fue en filología?El caso es que fue una sorpresa encontrar su nombre ayer en un blogasociado a Mi búsqueda de MAGON. Qué actualizado está usted, imagino que está pensionado? Exelente su blog, yo vivo acá en San Rafael de Heredia! Gabriel
Estoy Jubilado Gabriel pero sigo escribiendo y estudiandoGusto en saludarte y porte ser útil.
Saludos
PZZ...
LA VERDAD ESTA MEGA INCREIBLE ESTA RESEÑA ME WUSTO MUXXO .
Y ME SIRBIO PARA MI TAREA MUXXAS GRAXIAS
Y FELIXXIDADES POR OBTENER TODA SU VIDA DE:
MANUEL GONZALEZ ZELDON.
¡Cuánto me alegra que te haya servido! Saludos.
Benedicto Víquez Guzmán
pz la verdad si esta chido el cuento pero pz la neta ni me gusta leer asi que lo lei mas afuerzas que de ganas a si que esto se lo dejo para los que si les gusta leer y que mas que decir arriva la wueba jajajajajaja