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La Confesión y Flor Roja. Dos poemas de Virginia Grütter Jiménez

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LA CONFESIÓN

Qué de flores marchitas, qué de rodillas,
Qué de horas arenosas y amarillas,
De candelabros,
Yo hincada siempre hincada y suplicando.
Golpeando no sé dónde por mis entrañas
Desesperada
Por encontrar pecados
Dentro del alma.
Era como meterse la mano por la boca
Para sacar un mono o una sompopa.
Algo muy feo
Para poder mostrárselo al cura añejo
Que me esperaba austero tras la cortina
De aquel confesionario de negra harina.

Los panes rotos
De mis sueños sencillos, hasta aquel foso
Yo le llevaba
Como prendas de buena enreligionada
Y así aprendía
A odiar mis vanidades con mis sortijas
Y a buscar males
Donde sólo habría habido noches serenas
Pero me hincaba
Muy dentro de mí misma y le espetaba
Todo lo que podía ir recogiendo
En mis horas de santo recogimiento
De cas y ortigas
De sierpes venenosas y lagartijas
Lo que juntaba
En horas de ejercicio desmelenada
Y así aprendía
A creerme lo de afuera y lo de arriba
Que yo inventaba
A base de mi histeria dosificada.

Vírgenes dolorosas en sus sitiales
Caras almidonadas tras los vitrales
Mirando al cielo
Enseñando el camino de aquel consuelo
Me contorneaban
Y yo buscaba el suelo con la mirada
Toda cohibida
De no ser aceptable para esa vida
Cual fruta fresca
Que quiere sacar savia de rama seca.
Aprendí a mentir males para los otros
Yo soy vieja maestra en esos modos
Y ahora estoy aprendiendo en esta vida
A no mentirme males para mí misma.

 

FLOR ROJA

Detrás de la vitrina 
Está la flor fea 
La flor triste e hirsuta
la flor de piedra 
La flor que cuando llega
La madrugada 
Sólo tiene un sentido 
Con la mirada. 
La flor del campo
Temblorosa 
Busca el sol con los ojos
Entre las hojas
Y encuentra
Si agua le llega 
Rumor de mariposas
En sus orejas.
El campo limpio
Donde los labradores
Hicieron sitio.
¡Y si no miren 
ojos mortales 
la flor de la amapola
Por los trigales!

La flor del nacimiento
Y la de la novia
Suelen ser siempre blancas
¿Porqué no rojas?
Roja es la vida
Rojos los pajarillos
Roja la espiga
Todo lo que revienta
Suele ser rojo
Si se tiene bien limpio
Entrenado el ojo.
Las flores blancas
Si se miran bien vistas
Si no son santas
También son flores
Son música y palabras
Son de colores
¡Y si no miren
Ojos mortales

Ámbar: poemario de Flory Chaves Quesada

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Con este poemario, publicado en el año 2008, Flory Chaves Quesada nos regala un ramillete de sensaciones e imágenes llenas de colorido, encanto y emoción. Escogí dos poemas para que el lector se adentre en ese manantial refrescante.

También acompaño esta nota con una foto del padre de Flory, Joaquín Chaves Barrientos que introduce su libro Un hombre, un pensamiento: Joaquín Chaves Barrientos en sus fuentes. Es una especie de biografí de él a través de las noticias y comentarios que se realizaron en revistas y periódicos de la época, cuando aún vivía y después de fallecido.

CONJUNCIÓN

 

Amigo,

construyamos un nuevo mundo,

un mundo nuestro.

¿Y los otros?

Qué más da,

no nos comprenden.

 

La música

y la poesía

juntas.

Horizonte abierto

para cantar,

para expresar

lo que del hombre más genuino es,

el amor,

la angustia

y la fe.

 

Los dos

esta tarde

nuestra mirada

pongamos

en lo que germina hoy,

en sus múltiples formas,

En colores diversos.

y en los pétalos

de esta delicada

 flor,

se encierra

el secreto

de la vida.

 

 

DESCANSA CORAZÓN

 

Es ya tu hora

descansa corazón

de la febril batalla,

la vida es una lucha

del hombre,

del animal,

de todo ser viviente.

 

Y

en este conflicto

encarnizado,

los fuertes vencedores

imponen presurosos

 

 

La Santa Inquisición en Costa Rica, Cartago.

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La Santa Inquisición en Costa Rica, Cartago.

 

El Doctor Esteban Curti, un médico italiano fue la víctima, llegó en el año 1790.En 1794 se le apresó por orden del Santo Oficio y se le dio en custodia a Joaquín Oreamuno. Después de viajar como reo por León, Guatemala llega a México y ahí se le sentencia al destierro en los presidios de África el 24 de marzo de 1798. Escapó del convento y desapareció. Murió en Filadelfia de muerte natural. Véase el librito El Doctor Esteban Curti y La Inquisición en Cartago, escrito por Franaco Fernández Esquivel, historiador, en 1998 y por la Editorial Grafotécnica Editorial e Impresora SRL, Lima, Perú.

 

 

 

EL DOCTOR DE ALMAS Y CUERPOS

 

Por Nicolás Guntanis Papayorgo

 

I

 

A Cartago el Dr. Esteban Curti vino,

pocos entendieron que él era como un trago de vino,

Que deja un buen sabor,

cuando se lo toma sin pudor.

llegó un día que no anocheció,

porque con su presencia a Cartago resucitó,

Alejó a toda peste,

vistiendo a la ciudad de celeste.

Con él vino la sapiencia

pero entre tanta inocencia,

ésta la entendieron por brujería,

Al no comprender que con su presencia Cartago amanecía.

 

II

 

Así se da una contienda entre cristianos y curtianos,

los unos acusaban al Doctor,

porque trató a la vida de quitarle el dolor,

los otros se defendían, aduciendo que a nadie se ofendía,

al entender que después de Él,

no existe nada con sabor, y mucho menos con dolor.

¿Y entonces para qué un Doctor?

 

III

 

Contienda que tiene por escenario un juicio,

donde el Doctor los vuelve a sacar de quicio,

dado que al acusarlo de hereje, los que querían así mandarlo al peje.

El argumentó que el verdadero purgatorio,

es vivir en un pueblo en el que todos creen en el demonio,

pero que se hacen acompañar de un gran odio.

Y aquellos que se creían cristianos

eran en el pensamiento enanos,

al juzgar al milanés,

porque algunas sacó de la viudez.

Parecidos a los que hoy, botan al mar los bananos,

dejando sin comida al hambriento,

y al mundo terrenal con su mayor tormento.

 

IV

 

Ésos con su miopía, a Cartago lo volvían a llenar de hastío,

pues a  la partida del Doctor quedaba un gran vacío.

al dejar a los hombres y niños sin curación,

y a las mujeres sin su consolación.

Algunos pocos lloraron su partida,

los que comprendieron que con su ausencia Cartago perdería

la vida,

al irse con el milanés,

la oportunidad de salir de la idiotez.

sufriendo así la ausencia

de la incivilidad y la Ciencia,

que hubiesen a Cartago resucitado,

si el Doctor de almas y cuerpos, no lo hubieran sacrificado.

 

El vandalismo del lirio. Poemario de Carolina Ángeles

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Carolina Ángeles nació en San Rafael de Heredia el día 25 de diciembre del año 1988 y éste es su primer libro de poemas que ha publicado en este año de 20010. Brindamos al lector unos poemas para que conozcan y disfruten su creación.

 

DIVINO AZAR

 

¡Qué mentira azul

es saber que sí existes!

 

Si se acaba tu ausencia

y la aurora retorna

su mañana absoluta,

Tú compartes silente

lo que yo no comprendo,

y me miras buscando

que algún loco te crea,

y esperas otra noche

que podamos llorar...

 

¡Qué mentira que escondes

tanto mar en tus ojos!

 

Caminando en la roja

soledad de la duda,

me escuchaste gritando

tan cansada de mar

y volviste de nuevo

asustado, a buscarme,

a entregarme Tus alas

por si ansiaba volar...

 

¡Que mentira, Dios mío,

que seas Dios por azar!

 

MÓVIL HERIDA

 

¡Yo no sé cuánto cuesta

desnudar esta vida!

Esta historia que llega

entre abriles y jueves

a explicarnos, novatos,

que la luz es su incendio,

¡y que el mar no es mentira!

 

Yo no sé -¡te lo juro!-

si este miedo incipiente

me manchó de distancias,

o si solo he fingido

una móvil marea

como todos, de nuevo.

 

Sólo sé que tus ojos

son verdad en secreto,

que la próxima herida

me hallará alguna noche

aunque yo no la espere.

 

Solo sé que el mañana

se presume de nieblas,

y que el hoy es un grito

traspasado sin tregua

totalmente de azul.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Dias. Poema de Faustino Chamorro González

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Días

 

           

            Yo siento que estoy despierto y siento

que el viento fresco refresca las madrugadas.

Viene cantando el yigüirro

y escucho y río.

El zoterré me sonríe

y se abren de par en par

las alas de la ventana

para soltar los trinos de mi calandria:

que en las crestas de las cumbres

me espera el alba.

 

            Yo sé que vivo y respiro mil aromas

de tomillo y de plantíos,

sahumerios de mi hogar y de albahaca.

Bástame saber de anhelos

para brotar entre ensueños las auroras

y bañarme  en nacimientos de mañanas.

Bástame saber...

que detrás de los ocasos

en las crestas de las cumbres

me espera el alba.

 

Fastos

                        En el día que dicen "del Padre" (1997)

Un soneto de Jenaro Cardona Valverde

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UN SONETO DE JENARO CARDONA VALVERDE

 

 

Este documento tiene doble o triple mérito:

 

  1. Es un soneto inédito.
  2. Lo envía Alfredo Cardona Peña en una carta como respuesta a una consulta que le hiciera una alumna mía Srta. Cecilia Barrantes Mata en un curso de Literatura Costarricense que impartí en la Universidad Nacional en el año 1985. Hoy Alfredo ha muerto y eso nos viste de luto por la partida de uno de los mejores exponentes de nuestras letras.
  3. El valor literario del soneto y documental.

 

 

La carta la transcribo en forma completa:

 

 

Alfredo Cardona Peña

Cocoteros 42, Col. Nueva Santa María

Mexico, D. F. -02800

 

 

México, D. F., 31 de mayo, 1985

 

Srta. Cecilia Barrantes Mata

Apartado 2120-9

San Francisco de Guadalupe

San José, Costa Rica, C. A.

 

Estimada señorita Barrantes:

 

 

                                              Debo pedirle disculpa por contestar hasta ahora su carta del 9 de abril, debido a múltiples contratiempos, enfermedades, etc.

 

Es magnífica su noticia de una biografía a mi abuelo Jenaro, y desde ahora le deseo éxito. Ojalá no haya terminado su trabajo. Deseo informarle que casi todos los datos que puedo darle están en el prólogo que escribí para "El Primo" (Edición de la "Editorial Costa Rica") que ya usted debe conocer. Sin embargo...

 

Sería bueno que revisara el fichero bibliográfico de Jenaro Cardona en la Biblioteca Nacional. Estoy seguro de que allí encontrará todo lo que necesita. Yo en la Biblioteca Nacional pude localizar su discurso de ingreso en la Academia Costarricense de la Lengua, correspondiente de la Real Española, pronunciado el 14 de agosto de 1926. Es valioso por sus observaciones como filólogo: Le sugiero:

 

1- Un análisis de su obra "La esfinge del sendero", la obra más importante.

2. Un análisis de su obra como cuentista en su libro "Del calor hogareño".

3. Poco se ha dicho de su poesía, que está dispersa y merece recogerse en volumen. Su poema más importante para mí es "La Quema" publicado en "La Revista Agrícola" que fundó don Carlos Gagini. También cultivó "La Conchería", con su poema "Los dos rivales" firmado con el pseudónimo "Luis Quiroga" en 1928. Fue importante su contribución al soneto costarricense, entre éstos el titulado "La Lavandera", (Laureado). Mire, se lo voy a transcribir de memoria:

 

Va por la calle con andar ligero

moviendo el busto en equilibrio airoso;

en la cabeza, el peso fatigoso

de enorme lío atado con esmero.

 

Cual si fuese la nuca fino acero

y sus muslos macizos roble añoso,

ni el cansancio la rinde, ni el fragoso

caminillo que baja al lavandero.

 

Al despuntar el alba está sonriente

con las piernas desnudas entre el río,

restregando la ropa en la corriente

 

que retrata en azul las verdes frondas

y va arrastrando en tímido desvío

la espuma del jabón sobre sus ondas.

 

 

Es un fino retrato del paisaje tico tradicional, ya desaparecido en la capital pero que todavía puede verse en el interior de la provincia.

 

Es todo por ahora; le deseo, repito, éxito en su trabajo y me es grato enviarle un cordial saludo:

 

Y firma Alfredo Cardona Peña.

 

Les prometo buscar y publicar. "La Quema" y "Los dos rivales" Benedicto Víquez Guzmán

 

La muerte de la Madre Teresa de Calcuta

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LA MUERTE DE LA MADRE TERESA

 

 

Nació el 26 de agosto de 1910 Skopje. Esta mensajera luminosa del amor de Dios nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, una ciudad situada en el cruce de la historia de los Balcanes. Era la menor de los hijos de Nikola y Drane Bojaxhiu, recibió en el bautismo el nombre de Gonxha Agnes, hizo su Primera Comunión a la edad de cinco años y medio y recibió la Confirmación en noviembre de 1916. Desde el día de su Primera Comunión, llevaba en su interior el amor por las almas. La repentina muerte de su padre, cuando Gonxha tenía unos ocho años de edad, dejó a la familia en una gran estrechez financiera. Drane crió a sus hijos con firmeza y amor, influyendo grandemente en el carácter y la vocación de si hija. En su formación religiosa, Gonxha fue asistida además por la vibrante Parroquia Jesuita del Sagrado Corazón, en la que ella estaba muy integrada.

Cuando tenía dieciocho años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxha dejó su casa en septiembre de 1928 para ingresar en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, conocido como Hermanas de Loreto, en Irlanda. Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux). En el mes de diciembre inició su viaje hacia India, llegando a Calcuta el 6 de enero de 1929. Después de profesar sus primeros votos en mayo de 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad de Loreto Entally en Calcuta, donde enseñó en la Escuela para chicas St. Mary. El 24 de mayo de 1937, la Hermana Teresa hizo su profesión perpétua convirtiéndose entonces, como ella misma dijo, en "esposa de Jesús" para "toda la eternidad". Desde ese momento se la llamó Madre Teresa. Continuó a enseñar en St. Mary convirtiéndose en directora del centro en 1944. Al ser una persona de profunda oración y de arraigado amor por sus hermanas religiosas y por sus estudiantes, los veinte años que Madre Teresa transcurrió en Loreto estuvieron impregnados de profunda alegría. Caracterizada por su caridad, altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro y por un talento natural de organizadora, vivió su consagración a Jesús entre sus compañeras con fidelidad y alegría. 

El 10 de septiembre de 1946, durante un viaje de Calcuta a Darjeeling para realizar su retiro anual, Madre Teresa recibió su "inspiración," su "llamada dentro de la llamada". Ese día, de una manera que nunca explicaría, la sed de amor y de almas se apoderó de su corazón y el deseo de saciar la sed de Jesús se convirtió en la fuerza motriz de toda su vida. Durante las sucesivas semanas y meses, mediante locuciones interiores y visiones, Jesús le reveló el deseo de su corazón de encontrar "víctimas de amor" que "irradiasen a las almas su amor". "Ven y sé mi luz", Jesús le suplicó. "No puedo ir solo". Le reveló su dolor por el olvido de los pobres, su pena por la ignorancia que tenían de Él y el deseo de ser amado por ellos. Le pidió a Madre Teresa que fundase una congregación religiosa, Misioneras de la Caridad, dedicadas al servicio de los más pobres entre los pobres. Pasaron casi dos años de pruebas y discernimiento antes de que Madre Teresa recibiese el permiso para comenzar. El 17 de agosto de 1948 se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado convento de Loreto para entrar en el mundo de los pobres.

Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras en Patna, Madre Teresa volvió a Calcuta donde encontró alojamiento temporal con las Hermanitas de los Pobres. El 21 de diciembre va por vez primera a los barrios pobres. Visitó a las familias, lavó las heridas de algunos niños, se ocupó de un anciano enfermo que estaba extendido en la calle y cuidó a una mujer que se estaba muriendo de hambre y de tuberculosis. Comenzaba cada día entrando en comunión con Jesús en la Eucaristía y salía de casa, con el rosario en la mano, para encontrar y servir a Jesús en "los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba". Después de algunos meses comenzaron a unirse a ella, una a una, sus antiguas alumnas. 

El 7 de octubre de 1950 fue establecida oficialmente en la Archidiócesis de Calcuta la nueva congregación de las Misioneras de la Caridad. Al inicio de los años sesenta, Madre Teresa comenzó a enviar a sus Hermanas a otras partes de India. El Decreto de Alabanza, concedido por el Papa Pablo VI a la Congregación en febrero de 1965, animó a Madre Teresa a abrir una casa en Venezuela. Ésta fue seguida rápidamente por las fundaciones de Roma, Tanzania y, sucesivamente, en todos los continentes. Comenzando en 1980 y continuando durante la década de los años noventa, Madre Teresa abrió casas en casi todos los países comunistas, incluyendo la antigua Unión Soviética, Albania y Cuba.

Para mejor responder a las necesidades físicas y espirituales de los pobres, Madre Teresa fundó los Hermanos Misioneros de la Caridad en 1963, en 1976 la rama contemplativa de las Hermanas, en 1979 los Hermanos Contemplativos y en 1984 los Padres Misioneros de la Caridad. Sin embargo, su inspiración no se limitò solamente a aquellos que sentían la vocación a la vida religiosa. Creó los Colaboradores de Madre Teresa y los Colaboradores Enfermos y Sufrientes, personas de distintas creencias y nacionalidades con los cuales compartió su espíritu de oración, sencillez, sacrificio y su apostolado basado en humildes obras de amor. Este espíritu inspiró posteriormente a los Misioneros de la Caridad Laicos.  En respuesta a las peticiones de muchos sacerdotes, Madre Teresa inició también en 1981 el Movimiento Sacerdotal Corpus Christi como un"pequeño camino de santidad" para aquellos sacerdotes que deseasen compartir su carisma y espíritu. 

Durante estos años de rápido desarrollo, el mundo comenzó a fijarse en Madre Teresa y en la obra que ella había iniciado. Numerosos premios, comenzando por el Premio Indio Padmashri en 1962 y de modo mucho más notorio el Premio Nobel de la Paz en 1979, hicieron honra a su obra. Al mismo tiempo, los medios de comunicación comenzaron a seguir sus actividades con un interés cada vez mayor. Ella recibió, tanto los premios como la creciente atención "para gloria de Dios y en nombre de los pobres". 

Murió en el año 1997.

Toda la vida y el trabajo de Madre Teresa fue un testimonio de la alegría de amar, de la grandeza y de la dignidad de cada persona humana, del valor de las cosas pequeñas hechas con fidelidad y amor, y del valor incomparable de la amistad con Dios. Pero, existía otro lado heroico de esta mujer que salió a la luz solo después de su muerte. Oculta a todas las miradas, oculta incluso a los más cercanos a ella, su vida interior estuvo marcada por la experiencia de un profundo, doloroso y constante sentimiento de separación de Dios, incluso de sentirse rechazada por Él, unido a un deseo cada vez mayor de su amor. Ella misma llamó "oscuridad" a su experiencia interior. La "dolorosa noche" de su alma, que comenzó más o menos cuando dio inicio a su trabajo con los pobres y continuó hasta el final de su vida, condujo a Madre Teresa a una siempre más profunda unión con Dios. Mediante la oscuridad, ella participó de la sed de Jesús (el doloroso y ardiente deseo de amor de Jesús) y compartió la desolación interior de los pobres.

Durante los últimos años de su vida, a pesar de los cada vez más graves problemas de salud, Madre Teresa continuó dirigiendo su Instituto y respondiendo a las necesidades de los pobres y de la Iglesia. En 1997 las Hermanas de Madre Teresa contaban casi con 4.000 miembros y se habían establecido en 610 fundaciones en 123 países del mundo. En marzo de 1997, Madre Teresa bendijo a su recién elegida sucesora como Superiora General de las Misioneras de la Caridad, llevando a cabo sucesivamente un nuevo viaje al extranjero. Después de encontrarse por última vez con el Papa Juan Pablo II, volvió a Calcuta donde transcurrió las últimas semanas de su vida recibiendo a las personas que acudían a visitarla e instruyendo a sus Hermanas. El 5 de septiembre, la vida terrena de Madre Teresa llegó a su fin. El Gobierno de India le concedió el honor de celebrar un funeral de estado y su cuerpo fue enterrado en la Casa Madre de las Misioneras de la Caridad. Su tumba se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y oración para gente de fe y de extracción social diversa (ricos y pobres indistintamente). Madre Teresa nos dejó el ejemplo de una fe sólida, de una esperanza invencible y de una caridad extraordinaria. Su respuesta a la llamada de Jesús, "Ven y sé mi luz", hizo de ella una Misionera de la Caridad, una "madre para los pobres", un símbolo de compasión para el mundo y un testigo viviente de la sed de amor de Dios.

Menos de dos años después de su muerte, a causa de lo extendido de la fama de santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían, el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su Causa de Canonización. El 20 de diciembre del 2002 el mismo Papa aprobó los decretos sobre la heroicidad de las virtudes y sobre el milagro obtenido por intercesión de Madre Teresa.

La madre Teresa es un ejemplo para toda la humanidad. Murió dando vida. Hoy que los imperios del poder luchan por la riqueza y arrebatarles a los otros, los pobres lo poco que aún les queda, ella se convierte en un estandarte de la humanidad. La madre Naturaleza agoniza ante la inmisericorde explotación y la voracidad del poder, del todo para mí. Sí, la Madre Naturaleza se destruye y los políticos siguen anunciando , con palabras, que debemos cuidarla Paz con la naturaleza cuando sus obras la crucifican con guerras estúpidas, explotación de los recursos naturales sin medida, luchas fratricidas, contaminación masiva con insecticidas, plaguicidas, tala de bosques y envenenamiento del agua. Es que esa bestia, con perdón de ellas, llamada hombre,  no se da cuenta que están destruyendo su casa, que pronto no habrá agua potable que el hombre, ese mismo que la destruye no podrá salir a la calle, contemplar el amanecer, los atardeceres ni cantar las  aves, ni bañarse en el mar y menos asolearse. Su casa será la cárcel no importa si existen mega hoteles, piscinas y canchas de gol. Todo será en vano si el hombre sigue por el camino de la destrucción. ¡De qué vale el poder y la riqueza si ya no existe nadie ni nada sobre los que puedan hacer uso! ¿Qué será de nuestros hijos y de nuestra madre Naturaleza?: Morirán.

 

LA MUERTE DE LA MADRE TERESA

Llegó sin desearla. Calladita. Cuando menos se esperaba.

De noche, cobijada en el manto negro de las tinieblas,

Detrás del amor, del Cariño, de la solidaridad.

Y no pidió permiso, no avisó. Entró con paso lento

Como la suave brisa, como sale la luna todas las noches.

Y nadie la vio, a pesar de su fría presencia,

Con la rapidez acostumbrada,

Llenó de tristeza la casa del amor.

 

Día tras día se encontró con ella y la desafió.

Desde niña luchó por la vida, corrió tras ella.

Se inició en la escuela del dolor y del amor,

Y con ellos emprendió caminos maravillosos,

Senderos de inspiración, de servicio y de entrega.

El trabajo guió sus pasos por veredas llenas de espinas, abrojos e incomprensión.

No solicitó nada para ella, sino perdón,

Visitó hospitales, casas cunas, campamentos de refugiados,

Donde residía la enfermedad, la muerte, el dolor,

Y entre la sangre, el sufrimiento y la muerte,

Ella entregó, por cada miseria, un bocado de ternura.

No dejó lugar de la tierra que dejara de visitar,

No para pasear o recibir menciones honoríficas,

Sino para entregar su mayor riqueza,

Pedazos de su corazón.

 

Los ancianos olvidados por el egoísmo de los hombres,

Los niños que aún no nacían, por la decisión de los políticos,

Los presos, los desposeídos, los leprosos,

Los que nada dan, por carecer de todo.

Ésos fueron sus amigos y con ellos vio la luz del amanecer

Y, sobre ellos derramó océanos de amor.

 

Solo la muerte pudo separarla de esa entrega,

Cegarla por designios naturales,

O por el paso lento y seguro del proceso de la vida.

Pero nunca por flaqueza de su espíritu,

Por falta de abnegación,

Sino por fallecimiento de su cuerpo.

 

Así murió brindando lo que le sobraba

Y a tantos nos hace falta, solidaridad, comprensión.

Llenó de vida lo que tocaba.

Se ha ido la Madre Teresa

Y con ella la amiga, la hermana,

La mensajera del amor.

 

Por ella tuvieron nombre los desheredados,

Los olvidados, los enfermos, los paralíticos, los que sufren, los que para muchos,

Producen repugnancia, solo al mirarlos.

 

No importa que la Madre Teresa nos haya dejado,

Su ejemplo de amor, de entrega, y desprendimiento,

Siempre vivirán en nuestro corazón.

La muerte del lirio. Poema de Roberto Brenes Mesén

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LA MUERTE DEL LIRIO

 

Por: Roberto Brenes Mesén

 

 

Acuéstame, mamá, sobre las rosas deshojadas;

Acuéstame, mamá, sobre mis sueños,

Como sobre una almohada;

Estoy yerta y triste como una flor enferma;

Se ha muerto para mí toda esperanza.

Acuéstame, mamá, porque me siento

Colgando de la vida sobre el mundo de la nada,

Como en el campo los flotantes lirios

De la efímeras arañas.

 

Así estoy bien, mamá. Entreabre ahora

El cristal de la ventana;

Quiero sentir ese jardín fragante

Sentada al borde de mi cama,

Como un amigo

De la infancia

Que acerca a mis narices su pañuelo

Empapado de esencias de montaña.

 

Mamá, dame perfumes

Porque me embriagan;

Yo entiendo lo que dicen

Las tímidas gargantas de las flores olorosas.

 

Mamá, se rizan los claveles y hablan

Una lengua penetrante,

En cuyas sílabas de aroma muchas cosas olvidadas

Resucitan

Se levantan,

Y ríen lo mismo que los niños en tu alcoba

Si los despierta el sol por la mañana.

 

Acércame el florero: me gustan los claveles;

Su piel, su color y su alma.

¡Es una alma tan serena

El alma de esa flor que nunca engaña!

Mamá, ¿tú crees que hay alma? ¿la tenemos todos?

Si el alma es mariposa, ¿la del hombre es una larva?

-No, sueño mío, ¡tú no piensas! Oye;

Tu padre

-Sí, perdóname, ¡tú lo amas!

¿Te ha comprendido alguna vez mi padre?

¿Verdad que no?...Tu labio tiembla y calla,

Porque temes decir una mentira;

Jamás te ha comprendido, alma de mi alma,

Tus ojos me lo dicen,

Me lo cuenta el silencio de tus lágrimas,

 ¡A mí Luis no me comprende!

-¡Cálmate Blanca!

 ¿Por qué te martirizas? ¿Por qué lloras?

Lirio de amor, ¡ten calma!

-¡No me comprende Luis! Supón, me ha dicho

Que las niñas de mi edad no tienen gracia,

Que no hay en los capullos

Ni un hermano del perfume que se oculta en las entrañas

De las rosas bien abiertas

A la luz de la mañana,

Que las damas de treinta años,

Como copas rebosantes de Champaña,

Están llenas de luz, están llenas de fuego,

Y tienen  a sus pies, como a una sierva, la palabra.

Nosotras las de quince,

No sabemos cómo se ama

Nos seducen los semblantes

O el color de la corbata.

Ignora Luis que toda mi existencia

Está suspensa de las alas de su voz, porque me llega

Como de un bosque fresco, con la carga

De tesoros que no he visto nunca,

Sino a través del tragaluz de su mirada.

Por ella he descendido

Al fondo de una gruta de esmeralda

Y sorprendida me  venció el encanto

De la lámpara

Misteriosa que Aladino ha sepultado

En un rincón de esa alma,

Sólida y luminosa

Como el agua congelada

Que duerme en las pupilas del diamante.

Mamá, Luis no me comprende, y no ama

Quien no puede comprender

A la persona amada.

 

Extiéndame la colcha,

La colcha blanca;

Será mi último sueño

Y quiero morir amortajada

Para que nadie aje mi cuerpo

Ni siquiera con la luz de una mirada.

 

¿Di a Luis, cuando me busque

Que me dormí con la esperanza

De volver a los treinta años!

 

Deja abierto el cristal de la ventana

Quiero sentir ese jardín fragante

Sentada al borde de mi cama,

Como un amigo

De la infancia

Que acerca a mis narices el pañuelo

Empapado de recuerdos y de esencias de aquella alma.

 

 

 

 

.

 

 

 

 

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