Danilo J. Granera López

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DANILO J. GRANERA LÓPEZ (Nicaragüense)

(1966)

Foto tomada de ECCENATURE - Danilo J. Granera López

 

Danilo J. Granera López nació en Estela, Nicaragua, el 18 de abril de 1966. En 1979 emigró a Costa Rica con su familia y se radicó en San José, donde viven actualmente.

 

Estudió Administración de Empresas, Computación y en la actualidad estudia Derecho, su pasión. Es casado y tiene una hija.

 

 

LO QUE HA ESCRITO DANILO J. GRANERA LÓPEZ

 

 

NOVELA

 

 

1.   Las almas de nadie: 1998

 

Las almas de nadie es la primera novela que escribe Danilo J. Granera López y la publicó en el año 1998.1

 

Es una novela tradicional, causal, que puede ubicarse en lo que algunos críticos llaman  realismo crítico. El protagonista de esta novela es el niño de la calle y la sociedad que los mira impávida, inalterable, cómplice, es el espacio global y las  calles de la ciudad, la única casa donde ellos aparentan vivir, a la vista de todos.

 

Es una novela monofónica, logocéntrica, causal, apegada al código moral religioso, sentimental, sin ningún interés literario. Es más bien una historia típica de una problemática social del país y de muchos otros: los niños de la calle. Escoge dos, Pablito y Menchita, después se agregarán otros y cuenta su historia que es la misma de miles de niños pobres,  que día tras día recorren las calles de nuestras principales ciudades, pidiendo dinero para llevarlo a sus padres, a veces padrastros, tíos, hermanos, etc. con los mismos problemas: sin casa o ranchos cubiertos de latas y cartones, sin ir a la escuela, víctimas de la agresividad de los mayores, padres o familiares, violados, vejados, son hambre, maltratados, etc. Niños no solo sin futuro sino sin presente humano. El autor narrador testigo se hace amigo de Pablito y narra esa relación de información. La historia es tétrica, cruel, emotiva, sentimental y mueve un grupo de conocidos, así como su familia para ayudarles a esos tres niños, les da comida, alguna ropa y juguetes. Su tesis es que si todos ayudamos a esas almas de nadie, cumplimos con un principio religioso de caridad, de amor al que más necesita y resolvemos esa problemática social, con la ayuda de Dios.

 

Conscientemente realizamos un comentario que nada tiene que ver con la crítica literaria, pero que consideramos importante incluirlo en esta investigación.

 

Estos problemas sociales, los niños de la calle, la delincuencia juvenil, la drogadicción desde cualquier edad, el alcoholismo, la prostitución, el tráfico de blancas, la pornografía infantil, la venta de órganos vitales humanos, el tráfico de drogas, nunca, ni antes, ni ahora y posiblemente tampoco en el futuro, se han resuelto o resolverán con actos de caridad, ni enfrentando los efectos uno por uno. Estas enfermedades sociales, así como las pestes o epidemias se pueden y deben atacarse en sus efectos curativos, pero solo mientras se vencen las causas que las provocan. Si aparece el dengue las autoridades sanitarias fumigan y matan el mosquito portador del flagelo pero tarde o temprano los brotes vuelven a reaparecer, a pesar de enfrentar una de las causas. El verdadero tratamiento consistiría en eliminar el ambiente propicio que favorece el nacimiento y reproducción del mosquito: eliminación de suciedades, entubar caños, limpiar lotes baldíos con basura casera, eliminar tugurios, y aguas estancadas, etc. En otras palabras lograr que los seres humanos vivan en condiciones higiénicas adecuadas y estos comprendan la necesidad de mantenerlas. Esto por lo general no se hace y así, cuando llegan las lluvias el problema del dengue ataca a los pobres que viven en condiciones de salud inadecuadas. De igual manera, si el problema social de los niños de la calle se ataca con actos caritativos como ayudas para que tengan al menos ropa, comida y juguetes, las causas de la problemática siguen produciendo más y más niños de la calle cada día. No es que no deban realizarse las actividades tendientes a paliar las necesidades básicas de esos niños o que deba eliminarse la caridad y solidaridad con ellos. Lo que afirmamos es, que si no se atacan las verdaderas causas de esas enfermedades, ellas no solo no desaparecerán, sino que se multiplicarán cada día más y aparecerá, como consecuencia, la delincuencia, la violencia. Por lo tanto si eliminamos la injusticia social, la marcadísima diferencia económica entre unos y otros y les damos condiciones sociales y económicas justas y equitativas así como educación adecuada, solo entonces estamos en el camino correcto de extirpar esos cánceres.

 

Tal vez un ejemplo real que llegó a mis manos sea elocuente:

 

"          Mamí espero que ní me busques por que decidí hacer mi vida y el motivo de esto es que estoy embarazada ¡Son tres semanas! Mi papá jamás me va aceptar con un niño además no soy la niña que papi piensa me duele dejarlos pero estoy con el padre del niño y jamás lo voy abandonar ni voy a abortar porque un niño es un regalo de Dios y espero que me comprendan ya que no fue mi culpa.

Espero que le pidas mucho a Dios por la vida que me espera pero realmente voy a estar muy bien.

 

Att. Valeria     Los quiero mucho"

 

Sin comentarios.



1 Granera López Danilo J. Las almas de nadie. D. J. Granera L. San José, 1998.

 

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This page contains a single entry by Benedicto Víquez Guzmán published on 14 de Septiembre 2009 7:32 PM.

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