SEGUNDA GENERACIÓN: 1942. NEORREALISMO
(1949-1964)
NACIDOS:
GESTACIÓN:
VIGENCIA:
La generación de 1942, que en nuestros textos, tanto historiadores como críticos literarios llaman, generación del 40, marca, para las letras nacionales y sobre todo para la novelística, el primer gran momento de nuestra literatura. Es la generación que trasciende el ámbito nacional e inserta nuestra novelística, en el concierto universal.
Esta generación se inclina, en Latinoamérica, por la temática social de zonas de la realidad, que de una forma u otra, tuvo que ver con la explotación de la clase social trabajadora. Así la zona atlántica y las bananeras transnacionales, el cacaotal, el cafetal, la montaña, así como el latifundio y la explotación de sectores de estos países totalmente desprotegidos, tales como los indios, los negros y los campesinos en general, son considerados como materia prima de estas novelas. Con ellas realmente podemos hablar de una verdadera conciencia nacionalista y un marcado antiimperialismo.
El novelista cree con certeza o sin ella que su poder es importante para denunciar las injusticias sociales, el robo de nuestra riqueza por las transnacionales y los ricos criollos entreguistas. Cree en la causa de los desprotegidos, de los trabajadores, de los indios y los negros, por eso el mundo mostrado se divide claramente en dos: buenos y malos, ricos y pobres, nacionales y extranjeros, explotados y explotadores, etc. Crea el personaje colectivo, representativo que va más allá de sus propios intereses: aparece el obrero, el proletariado, el negro, el indígena, el esclavo, el capitalista, el marginado.
Esta temática y esta visión de la realidad exigió, en algunos novelistas la creación de un paradigma estilístico nuevo que algunos críticos llamaron Neorrealismo. Y a esta literatura se le llamó de compromiso, de denuncia de realismo crítico.
En Latinoamérica la formaron novelistas de la talla de Juan Rulfo (1918-1986), José María Arguedas (1911-1969), Juan Carlos Onetti (1909-1995), Julio Cortázar (1914-1984), Augusto Roa Bastos (1917-2005), Fernando Alegría (1918), Ernesto Sábato (1911), Arturo Úslar Pietri (1905), entre muchos otros de gran relieve e importancia.
Los siguientes novelistas costarricenses pertenecen a la generación de 1942, llamada Neorrealista. Muchos de ellos no escribieron novelas que la crítica considerara importantes y tampoco se unieron a un paradigma que los novelistas latinoamericanos ya venían configurando. Se puede rescatar de esta generación la importancia de que por primera vez, los novelistas costarricenses forman una generación de ellos. Tal vez no están a la altura de los novelistas hispanoamericanos, pero lo importante, es que aparece un paradigma que unifica a varios novelistas que creen en él y lo testimonian con sus obras.
De ésta, que realmente podemos llamar la primera generación de los novelistas costarricenses, debemos destacar a los siguientes novelistas con sus respectivas obras. Adolfo Herrera García (1914-1975), con su novela, Juan Varela:
Ciriaco Zamora Fernández (1905-1987)
Manuel Antonio Argüello Montero (1906-1994)
Emmanuel Thompson Quirós (1908-1989)
Carlos Luis Fallas Sibaja (1909-1966)
José Neri Murillo Porras (1910-1966)
Gonzalo González Murillo (1910-2005)
Mario Valverde Álvarez (1913-1987)
Euclides Chacón Méndez (1913-1957)
Víctor Manuel Castro Luján (1913)
José David Elizondo Quesada (1913-1992)
Luis Barahona Jiménez (1914-1987)
Adolfo Herrera García (1914- 1975)
Carlos Enrique Ossenbach Karlhinz E, (1914-1980, Alemán)
Alfonso Ulloa Zamora (1914-2000)
Antonio Morales Rivera (1915)
José Ramírez Sáizar (1915-2001)
Yolanda Oreamuno Unger (1916-1956)
Íver Romero Rojas (1916)
José Abel Barroso Samudio (1917-1999)
Alfredo Cardona Peña (1917-1995)
Luis Enrique Muñoz Fonseca (1917-2001)
Rosalía Muñoz de Segura (1917)
Fabián Dobles Rodríguez (1918- 1997)
Joaquín Gutiérrez Mangel (1918-2000)
Otto Jiménez Quirós (1918-1998)
Juan Andrés Solano Montoya (1919)
Fabio Soto Delgado (1919-1999)
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Benedicto Víquez Guzmán