CATALINA MURILLO VALVERDE
(1970)
Catalina de los Ángeles Murillo Valverde nació en San José, el día 06 de junio del año 1970. Desde muy joven se trasladó a Cuba a realizar estudios en
LO QUE HA ESCRITO CATALINA MURILLO VALVERDE
NOVELA
1. Largo domingo cubano: 1995
2. Marzo Todopoderoso: 2003
Esta obra llamada, Largo domingo cubano, y que se le da el título de novela, se publicó en 1995.1
Esta obra no pertenece al género novelístico y tampoco es literaria. Es una crónica descriptivo-ideológica de algunos lugares y gentes de Cuba. La autora da juicios, opina, con o sin razón de la forma como viven los cubanos, sus limitaciones, sus relaciones con los extranjeros, la participación oficial del gobierno cubano, la vida de una costarricense, casada con un cubano, su hija y nietos, durante treinta y cinco años. Esta familia y una amiga de estudio, permiten a la autora formular una serie de críticas al gobierno cubano y la manera de mantener el poder en la isla. La crítica es efectista, sin análisis socioeconómico y partidista. No viene al caso ofrecer un comentario sobre esa posición pero se nos presenta bastante superficial. Baste sólo una pregunta: ¿Cuál país de Latinoamérica, de los más desarrollados, soportaría por tanto tiempo un embargo económico por parte de EU y sus aliados? Si se tratara de Costa Rica, no desaparecería si se le hiciera por un año.
La segunda novela que publicó Catalina Murillo Valverde le dio el nombre Marzo Todopoderoso y la publicó en el año 2003.2
Ésta es realmente la primera novela de esta joven escritora. Pertenece al paradigma tradicional, es monofónica. Se inicia con un narrador en primera persona con género femenino pero en varias ocasiones durante ciertas partes de la novela se convierte en narradora omnisciente y hace guiños referenciales al lector social y a personajes históricos como el arzobispo, en ese tiempo, de San José. A pesar de ello se mantiene bastante alejada de los personajes, sobre todo de Azul, la protagonista e interviene poco con preguntas retóricas y juicios de valor. Es una sola perspectiva la que domina la novela desde dos puntos de vista, la omnisciente y la de Azul que fácilmente se confunden como si fueran una sola.
La novela ocupa un tiempo cronológico que comprende los tres meses tradicionales de las vacaciones universitarias. Va desde el primero de diciembre hasta el marzo, al inicio del otro período lectivo. El espacio se circunscribe a la calle Cáutica en los alrededores de
No cabe duda que Azul es el centro de todas las relaciones. Sobre ella gira toda la novela. Tiene diecinueve años y es estudiante de periodismo en la universidad de Costa Rica y vive con su madre. Su padre había muerto. Es de clase media y se tipifica como la clásica niña bien, desenvuelta, liberal, crítica, rebelde, inconforme. A partir de ella se puede establecer un sistema complejo de relaciones: Azul y su hogar, ella y la sociedad, Azul y los hombres (representados por Lota y sus amigos) y por último y no por ello de menor importancia, Azul con Azul.
La novela planteada de esta forma se estructura como un relato de personajes, de relaciones, de conflictos, de enfrentamientos. Es la tesis existencial de una mujer que busca encontrar su proyecto vital y así lo dice al final de la novela:
"Un hombre de verdad, voy por la vida buscando".1
Y la narradora omnisciente agrega:
"Y Azul por las aceras pensando, al próximo, qué le hará"
La búsqueda de Azul de un verdadero hombre abre la problemática social de las programaciones tales como la religión y sus códigos, del machismo, del sexismo, del hogar, del matrimonio, de la infidelidad, de las adicciones al alcohol, la coca, el sexo, la calidad de la educación, las relaciones madre-hija y madre-hijo. Toda la novela refleja una joven, Azul, que es impredecible, cambiante, de pronto quiere algo y luego selecciona lo contrario, que tiene más dudas y preguntas que respuestas, que busca en las relaciones "amorosas" con Lota su proyecto vital que tampoco es claro, a veces es tierna, y otras cruel. Sus relaciones con su madre son confusas, desea libertad absoluta pero descuida sus más elementales responsabilidades. En otras palabras Azul vive entrampada, busca y busca y no encuentra nada y por otra parte los lugares donde busca quizás no sean los mejores, si es que los hay. Durante la novela se muestra como liberal para unas cosas, desenvuelta, osada, atrevida y en otras ocasiones, segundos después, aparece como una niña tímida, inexperta, sufrida, anhelante, ansiosa. De veras que se comporta como una joven verdaderamente humana, con virtudes y defectos, dudas, alegrías y tristezas pero terriblemente impotente, enajenada a pesar de las luchas angustiantes que lidera por salirse de esa trampa social. Por eso la pregunta que subyace en la novela es ¿Puede en esta sociedad enajenada, castrante, machista, sexual, devaluada, deshumanizada, encontrar una mujer (y yo agregaría un ser, no importa el sexo) la posibilidad real de desarrollar su propio proyecto humano? La respuesta en la novela es categórica: No. Una sociedad programada en serie, en masa, para seres iguales, materialista, vacía, de prohibiciones, de doble moral, condicionante, de frustraciones y consolaciones abstractas, difícilmente puede satisfacer o siquiera permitir que los seres individuales conscientes puedan se libres, felices, inmersos en ella.
Excelente pagina en realidad. He estado esperando por este tipo de información.
Es Ud. muy amable, Julia
Gracias
Benedicto Víquez Guzmán
Te felicito exelente tu página por que das a conocer los valores de la literatura de los pueblos