Javier Moya Sancho nació en San José Centro el día 17 de julio del año 1973. De Alicia no aparece la fecha de nacimiento.
LO QUE HAN ESCRITO ESTOS AUTORES
NOVELA
1. Muerte en la capilla: 1990
Esta novela es escrita por dos autores Javier Sancho y Alicia Juncos Moyano y la publicaron en 1990.1
Es una novela policíaca y la primera que es escrita por dos autores. Es tradicional, causal, deductiva, sin pretensiones literarias. Es de simple entretenimiento. Está bien escrita a pesar de que la estructura narrativa presenta algunas deficiencias en lo verosímil, y da desde el inicio indicios muy claros, un tanto groseros de lo que vendrá a suceder poco después en la narración, adelanta a través de ellos lo esperado. Es el caso del frasco de pastillas del señor León, su conversación con Nina, la insinuación de un veneno, los posibles muertos en el laboratorio. Hay una fuerte inclinación a resaltar que habrá un muerto y que tiene que ver con un veneno y se insinúa a Nina como posible autora y al profesor de español que fue despedido y dice que deseara verlo (a León) muerto. Además, entre muchos otros la muerte de León en el confesionario y hallado después por la conserje es inverosímil porque al entrar al confesionario lo esperado es que alguna persona llegue a confesarse y lo encuentre muerto. No tiempo después. Otro detalle que viola la verosimilitud es que lo primero que hacen es llamar la policía, sin saber si estaba realmente muerto o no. Lo primero por hacer es llamar al doctor y luego la forense. Solo después deberá intervenir la policía. Lo que ocurre es que hay prisa por abrir la investigación de un asesinato, sin conocer si realmente lo fue. El narrador sabe y así lo testimonia que fue un asesinato o dos, como se verá después de iniciada la investigación, cuando se incorpora el segundo asesinato, en este caso de la profesora Nina con la misma sustancia Arsénico.
La historia detectivesca es morosa y pierde interés y suspenso. Las entrevistas, de casi todos los profesores, se tornan tediosas y reiteradas. Realmente se convierten en una investigación verbal, impresionista, discursiva y el asesino previsto, el Físico se delata casi infantilmente, a pesar de que no existen pruebas contundentes para enjuiciarlo. Es una investigación donde los especialistas casi no intervienen profesionalmente. Se podría afirmar que nos recuerda las investigaciones, en los colegios, de robos o pérdidas de objetos.
La narración es cronológica y superficial. Carece de interés literario y si el fin era entretener, tampoco, pensamos, que lo logra. Es aburrida y tediosa.
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