JORGE CARDONA JIMÉNEZ
(1888-1975)
Jorge Cardona Jiménez nació en San José, el día 07 de junio del año 1888 y murió el 25 de abril del año 1975 en Los Ángeles, California. Es hijo de don Jenaro Cardona Valverde y doña Elena Jiménez, hija de un don Salvador, un preclaro costarricense. Hermano de Rafael Cardona Jiménez, y padre de Alfredo Cardona Peña y Álvaro. Forma parte de esa genealogía de excelentes escritores, músicos y pensadores de Costa Rica. Todos provienen de la familia conformada por Alejandro Cardona Llorens que nació el 21 de enero del año 1827 y se casó con Gregoria Dolores Valverde Castro. Sus hijos fueron Alejandro, Jenaro, Elena, Ester e Ismael. Se conocen poco sus obras a pesar de que escribió en prosa y verso y con frecuencia enviaba sus escritos a los periódicos de la época. Sabemos que Jorge trabajó en El tren al Pacífico, en Puntarenas. Fue maquinista y mecánico. En esa ciudad conoció a una joven distinguida de la familia Peña, Caarmela Peña y se enamoró de ella. El padre de la muchacha no lo aceptaba por razones sociales pero tuvo que acceder a la boda de ellos por súplicas de su hija que padecía de tisis, una enfermedad que en ese entonces no tenía cura en nuestro medio. Precisamente poco tiempo después de nacer Alfredo Cardona Peña, murió su esposa y Jorge quedó viudo. Luego se casaría en segundas nupcias con Alice Hine. Fue el abuelo de Dylana Jenson, la violinista de renombre internacional más joven y oadre de Álvaro Cardona Hine, escritor, poeta y publicista. Su obra ha sido editada en Nueva York por Scribner. Es casi desconocida en Costa Rica. Las antologías norteamericanas poseen textos de este poeta.
Con la muerte de Jorge terminan esas generaciones viejas de los Cardonas y brotan las nuevas, las cercanas.
Su hijo, Álvaro cumplió su último deseo. Así su cuerpo fue incinerado y las cenizas ezparacidas en el mar.
Fue un gran defensor de las ideas unionistas de Morazán. Idealista y compasivo. Amaba con pasión su patria.
Jorge publicó crónicas en el diarios de la época y fue, por algún tiempo el director de la Eevista Agrícola que fundara Carlos Gagini. Pero su única obra más sobresaliente y elogiada es Hombres y Máquinas escrita en su vejez, a los setenta y tantos años.
LO QUE ESCRIBIÓ JORGE CARDONA JIMÉNEZ
NOVELA
1. Hombres y máquinas: 1958
Hombres y máquinas, que algunos ubican en el género novelístico, la escribió en el año 19581.
No es propiamente una novela. Es un libro de recuerdos de juventud, cuando él se inició en el aprendizaje y trabajo, en los talleres ferrocarrileros del país, tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Su lectura es muy reconfortante porque la obra está muy bien escrita. Muestra una riquísima observación del detalle, de la descripción y una finísima conciencia social. No sólo se asiste al detalle de la vida cotidiana de los trabajadores de esta profesión, desde los cargos más elementales hasta las jerarquías altas. No se evaden críticas a las relaciones entre los trabajadores, los propietarios y los asalariados, su explotación en las jornadas de trabajo, las condiciones ambientales en que se desempeñaban, los peligros y muertes de algunos de ellos, los viajes en tren a Limón y Puntarenas, las dificultades, los tipos de máquinas, los pueblos y sus necesidades, etc.
Todo descrito y relatado en forma amena, objetiva, y con el conocimiento de quien vivió esas experiencias. Es por ello que la obra se convierte en testimonio de una época, de una vida, de una profesión y evocación de un pasado significativo para el desarrollo del país y las condiciones laborales de quienes hicieron posible ese esfuerzo, a veces sacrificando su propia vida. Es una historia poco conocida y menos narrada de los años iniciales del siglo veinte, de 1906 en adelante.
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