Máximo Soto Hall (Guatemalteco)

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MÁXINO SOTO HALL (Guatemalteco)

(1871-1944)

 

 

Este escritor diplomático y político nació el 5 de Julio 1871, en un caserón  de grandes patios y corredores, estremecidos por la muerte  reciente del jefe de familia Dr. Marcelo Soto, en Santiago de los Caballeros, Guatemala  y murió Buenos Aires, Argentina en 1944.

 

Hizo los estudios primarios en la capital guatemalteca, así como los secundarios. Máximo Soto Hall recuerda un episodio de su infancia, a la edad de 4 años, cuando  su buena tía lo llevaba de la mano pues se cambiaban de casa al Callejón de Jesús, donde sería su morada durante  su infancia y  parte de su juventud.

 

A la edad de 5 años su madre lo mandó a una escuelita muy especial, que estaba a cargo, por lo general de señoras solteronas bondadosas, de antiguas familias aristocráticas. Los niños  que allí estudiaban eran de familias distinguidas.

 

La familia de Soto Hall estaba vinculada  con  Honduras,  de donde su padre, el abogado y médico don Marcelo Soto, era originario y fue candidato a la presidencia. Su muerte fue misteriosa. En noviembre de 1871 visitó  El Salvador por motivos comerciales.

 

Le correspondió fundar la Universidad en Honduras  y en El Salvador  practicar la medicina legal.

 

La madre de Máximo fue doña Guadalupe Hall Lara, hija de una familia importante de Guatemala. Fue muy estricta con la educación de sus hijos y le gustaba mucho la lectura.

Muerto el Dr. Soto, en casa de Guadalupe se siguieron reuniendo los personajes más ilustres de  Guatemala.

 

Máximo Soto Hall y su hermana, María, impregnaban sus infantiles espíritus con aquellas polémicas y así fueron forjando en el alma del escritor, su decidido amor  por las ideas liberales y su afición por la política.

 

Creció el joven Soto Hall sin necesidades económicas y con una buena educación formal y ambiental. El general Barrios, amigo de su padre, le regaló un caballo inglés Shetland con el que el joven solía pasearse al lado de un viejo héroe nicaragüense que le contaba las más variadas historias.

 

De niño le tocó presenciar un fusilamiento, aunque su madre tratara de evitarlo.

 

Asistió al colegio El Cosmopolita.

 

Visitó San Francisco de California y a su regreso, muere su madre y los deja huérfanos antes de los 14 años.

 

Después de terminar sus estudios secundarios en el Instituto Nacional de Varones, antigua casa de estudios de los Jesuitas, viajó a Europa. A los 21 años lo nombran secretario  de la Legación en Madrid. Visitó  París,  Londres e Italia, donde radicó por espacio de tres años.

 

A los 24 años regresó a su patria. Se detuvo en Costa Rica y publica deferentes artículos en los periódicos. Se dedica, además de la diplomacia a la política. En este país conoce a Estrada Cabrera (famoso tirano guatemalteco) que sucede en Guatemala al presidente Reyna Barrios, asesinado. Lo nombran Ministro Plenipotenciario en Costa Rica, El Salvador, Honduras, Panamá y Venezuela. Así inicia una larga carrera diplomática. La permanencia fue en Costa Rica pero viajó por varios países, entre ellos Estados Unidos.

 

De regreso a Guatemala después de un viaje a los Estados Unidos conoce a Amy Niles, hija de un matrimonio norteamericano radicado en Guatemala y se casa con ella.

 

Escribió sobre política, cultura y literatura, sobre todo novela y poesía.

 

El 31 de diciembre de 1943, murió Máximo Soto Hall, en Argentina.

 

Vivió durante varios años en Costa Rica  y  ejerció mucha influencia en los primeros años  del siglo XX, en el ambiente cultural del país, formó parte del llamado grupo europeísta o del Olimpo.

 

Durante el tiempo en que desempeñó el cargo diplomático plenipotenciario en Costa Rica, del gobierno guatemalteco, mostró grandes dotes de escritor. Gustaba de la poesía y la escribía, la historia y la política. Fue un liberal que viajó por muchos países  en representación de su patria. Ocupó puestos diplomáticos en Costa Rica, Venezuela, Honduras, El Salvador, Argentina, etc. Fue un fiel representante de la diplomacia guatemalteca.

 

Colaboró significativamente con escritos en el Repertorio Americano. Desde Argentina mandaba sus  trabajos para que fueran publicados en esta revista. Sus ensayos giran alrededor  de figuras destacadas  de Latinoamérica, tales como Sandino, Juan Santamaría, Tomás de Acosta, Juan de Dios de Ayala, José Cecilio del Valle, José María Castro Madriz, Juan Rafael Mora, José María Gutiérrez, para citar sólo algunos.

 

Escribió novelas y sus temas preferidos fueron  alrededor de asuntos políticos sufridos por los países centroamericanos, En ellos  se destaca  como liberal y nacionalista. Un ejemplo de lo dicho se destaca en su novela El Problema: 1899. En ella trata el tema  del río San Juan como tránsito interoceánico, la soberanía, tanto de Nicaragua  como de Costa Rica, y las relaciones políticas de estos países con los Estados Unidos de Norteamérica.

 

Fue fundador del periódico El diario de Costa Rica, en 1885, en compañía de Albero Masferres y en la revista Pinceladas fue redactor, junto con Rafael Ángel Troyo, en 1898.

 

 

LO QUE ESCRIBIÓ  MÁXIMO SOTO HALL

 

NOVELA

 

1. El Ideal: 1894

2. El  Problema: 1899

3. Catalina: 1900

4. La sombra de la Casa Blanca: 1927

5. Don Diego Portales: 1935

6. La divina reclusa: 1938

 

CUENTO

 

1. Dijes y bronces: 1893

2. De México a Honduras: 1900

3. Cuentos para niños: 1905

 

POESÍA

 

1. Para ellas: 1890

2. Poemas y  rimas: 1893

3. Aves de paso: 1896

4. Amores Trágicos: 1898

5. Ramillete de rosas: 1908

6. En la estepa: 1910

7. Herodías: 1926

8. Dijes: 1927

9. Bronces: 1927

10. El Ideal: 1928

11. Una Vida: 1928

12. La niña de Guatemala: 1942

13. Abanicos: Sfp

14. Monteagudo: Sfp

15. Trinidad Ido-heroica: Sfp

 

TEATRO

 

1. Don Juan Loco: 1909

2. Sandino: 1926

3. Por un nombre historia: 1928

4. Madre: Sfp

 

OTROS

 

1. Notas Broncíneas: Sfp

2. Un vistazo sobre Costa Rica en el siglo XIX: 1901

3. Revoluciones íntimas de Rubén Darío: 1925

4. El jardín de la leyenda: 1927

5. Nicaragua y el Imprerialismo Norteamericano: 1928

6. Los Mayas: Sfp

7. La sombra de Casablanba: Sfp

8. Monteagudo, el San Francisco de Asís: 1949

9. Pedro de San José Betancourt: Sfp

10. Martí y el general Justo Rufino Barrios: 1952

11. Apuntes de una vida: Sfp

 

Escribió diversos ensayos, crónicas y artículos que publicó en revistas y periódicos de ese entonces, en diferentes países del continente. 

 

Es importante resaltar, sobre todo, la novela El Problema, publicada en Costa Rica en 1899, de este escritor guatemalteco.1

 

En primer lugar el escritor vivía, en ese entonces en Costa Rica y participaba activamente del ambiente cultural  y político del país y desde luego formaba parte de la segunda generación del Naturalismo que se llamó Modernista. Fue, en cierta medida la primera novela que se publicó en Costa Rica, con características formales  pertenecientes al género novelístico y se ubica en un espacio sustancialmente costarricense: los márgenes del río San Carlos y  hace alusiones a San José, además de que, como veremos más adelante, la novela tuvo sus implicaciones en los escritores costarricenses de esta generación, tales como Genaro Cardona Valverde (El Primo) y  Carlos Gagini Chavarría (El árbol enfermo y  La caída del águila).

 

Este autor, así como su obra se mantuvieron en el olvido durante mucho tiempo y no  fueron  tomados en cuenta por la crítica literaria nacional. No es sino hasta  1985  que es objeto de un estudio por parte del crítico chileno radicado en Costa Rica Juan Durán  Luzzio  con un artículo que publicó  en la revista Casa de las Américas: Estados Unidos versus Hispanoamérica: en torno a la novela del 98 y el crítico costarricense Álvaro Quesada  Soto  con su ensayo El Problema: primera  novela antiimperialista, publicado en Aportes en 1984 y su libro La formación  de la narrativa nacional costarricense publicado por la editorial Universidad de Costa Rica en 1986 y por último, del mismo escritor  La voz desgarrada, publicado  por la misma editorial en 1988. A este crítico se debe también la publicación de la novela  El Problema en su segunda edición por la editorial Universidad de Costa Rica en  1992. A esta edición corresponderán nuestras citas.

 

Compartimos, en parte,  la valoración ideológica hecha por ambos críticos  y que aparecen en sendos ensayos de esta segunda edición. Disentimos en la visión antiimperialista que ambos ven en esta novela y el interés y centralización del análisis. Ha sido nuestro criterio que el crítico no debe llegar  exclusivamente a una obra literaria o de arte en general particularmente interesado por algún aspecto que le haya llamado la atención, a pesar de que ello es lícito y comprensible y cualquiera lo puede hacer. Somos del criterio de que la obra literaria, en este caso esta novela, es un todo y tiene significado en la medida en que su análisis no deje nada de ese todo sin ser objeto de estudio. No basta escoger una parte de ella  y referirse sólo a ésta en detrimento de su totalidad. Este, a nuestro criterio, ha sido la limitación de los estudios hechos por los destacadísimos estudiosos antes citados. Sólo  dedicaron su atención al enfrentamiento, ciertamente propuesto en la novela, entre Estados Unidos y, en este caso,  la raza latina, representada por Costa Rica y más que ella por Centroamérica. También consideramos que es la tesis de la novela y  que ella acapara, sin duda alguna la  atención del autor y la apelación al lector. A pesar de ello consideramos que la novela es un todo y que, en este caso es más que lo expuesto por ambos  críticos.

 

Como ejemplo de los análisis parciales a que son sometidos los  novelistas, recordamos uno que por ser extremista nos sirve de ejemplo. Nos correspondió, cuando era profesor  en la Universidad Nacional asistir en calidad de oyente pasivo a una exposición  para optar al grado de Licenciado en Literatura,  de una  tesis  que examinaba las novelas de don Joaquín Gutiérrez Mangel. Lo  sorprendente era la hipótesis  que sustentaba: las novelas de Joaquín Gutiérrez Mangel son racistas. En más de doscientas páginas, el estudiante se esmeró en demostrar  que  esa afirmación era cierta y para ello examinó desde  Cocorí: 1970  hasta  Te acordás hermano: 1978.  Aprobó la tesis  y se licenció. Sólo faltó  que afirmara que don Joaquín Gutiérrez Mangel era un racista. La novela es compleja y se presta para todo tipo de manipulación  y diversos tipos de lectura: apasionada, filológica, literaria, sociológica, psicológica, antropológica, histórica, ideológica, etc. Lo menos que debemos hacer los críticos es aclarar nuestra posición. Nuestro interés es realizar un estudio literario global de la novela. Utilizamos el texto en su totalidad, lo describimos, lo  explicamos, lo ubicamos en el contexto literario generacional y lo  interpretamos y cuando así corresponda, lo valoramos.

 

El Problema: 18991 del guatemalteco Máximo Soto Hall, pertenece a la segunda generación de novelistas hispanoamericanos llamada modernista y al período llamado Naturalista. Se publicó por primera vez en 1899, en Costa Rica. Es la primera novela de importancia publicada en Costa Rica. En ella, como veremos más adelante, se cumplen los rasgos más sobresalientes de la generación: prosa retórica con adjetivación variada, culto a la belleza formal del lenguaje (no aparece el lenguaje popular), concatenación lógica causal de sucesos y personajes, determinismo natural de la raza, el medio, y la cultura, liberalismo en el pensamiento y  la acción política y económica, narrador omnisciente muy cercano a los personajes, sobre todo a Julio Escalante de tal manera que la tercera persona se puede sustituir por la primera, sin detrimento del sentido del texto, prevalencia del lenguaje discursivo ensayístico sobre el representativo, más propio del ensayo que de la narrativa, descripciones ambientales  cercanas al estado emotivo de los personajes, mantenimiento de un sólo punto de vista, el del autor-narrador, división del mundo ideológico en buenos y malos, es decir en aporías, sin matices; y por último y no por ello menos importante, la utilización del clásico triángulo del amor como relleno narrativo  de las acciones.

 

La novela  distingue dos aspectos claramente distanciados y torpemente manipulados. Por una parte la  clásica historia de amor, en este caso propuesta de dos triángulos amorosos que obedecen a dos espacios diferentes: París- El río San Carlos y el Gran Canal de Nicaragua y   el segundo que sucede  únicamente en Costa Rica (el matrimonio  de Ema y el Gringo se realiza en San José). Julián Escalante  es  el pretendiente de Margarita pero se insinúa  el tercer personaje  separador: Emma. En el segundo triángulo amoroso, Margarita desaparece para dar cabida a la aparición del tercer elemento distorsionador: Mr. Crissey, el gringo, que logra separar a Julio de Emma y unirse con ella en matrimonio. Desde la perspectiva de los triángulos amorosos superficiales esta novela no deja de parecerse a los  folletines franceses de la época. El otro aspecto que engloba a la novela es el ideológico y que corresponde a la propuesta intelectual de la novela: el enfrentamiento de dos culturas, la anglosajona y la latina y el vencimiento de la segunda y la supremacía de la primera. Una superior y otra inferior, una fuerte y la otra débil, una pujante, dueña del futuro y otra incipiente en vías de extinción.

 

La novela utiliza el recurso de presentar los hechos narrados como sucedidos en el futuro. Es decir desde un presente histórico 1899 o algunos años anteriores a su publicación, imagina y crea la  historia  en 1928, unos 30 años después. Esto ha hecho pensar que esta novela insinúa parecido con las de Julio Verne. A nuestro juicio ello no es cierto. En las novelas de Julio Verne se crea el futuro, se  inventa, se abre con asombro como la realidad. Los viajes no son de regreso sino de ida hacia la aventura, hacia lo desconocido, hacia el asombro, lo inimaginable. Ese mundo es verosímil en sí mismo, sin torpezas ni manipulaciones e inicia el género de la ciencia-ficción o mundo maravilloso moderno. Por el contrario en la novela del guatemalteco, no se crea un futuro sino una caricatura de futuro. Es el regreso del personaje al mundo de partida que encuentra transformado, cambiado. Este mismo espacio físico y social sólo se ha cambiado en parte,  y muy arbitrariamente. La propuesta de que una región salvaje, natural, incivilizada, en 30 años haya sufrido la pérdida del idioma, sus costumbres y sufrido una transformación en sus edificios, es totalmente inverosímil, dentro del mundo planteado. Además de  que cuando los personajes principales  Julio y Emma se encuentran y participan del idilio amoroso, la ciudad  moderna, la Venecia, se convierte en una floresta, un bosquecillo o un gigantesco árbol que los cobija del abrasador sol. Este tipo de contradicción aparece constantemente, entre el enunciar y la acción de los personajes. Lo verificaremos después.

 

La fábula utilizada en esta novela es muy simple y se crea a partir de los triángulos amorosos: Julio Escalante, siendo muy  joven, apenas contaba con cinco años, fue a estudiar a Europa y se graduó. Ahí conoció a Margarita, una joven costarricense que por razones políticas había emigrado a Francia con su padre, don Joaquín y sus hermanas. Visitaba con frecuencia su casa y poco a poco se fue creando un idilio amoroso entre Julio y Margarita  que llegó hasta el compromiso  matrimonial. Las relaciones de Julio y Margarita se narran como recuerdos, después de que Julio regresa a su pueblo natal, a orillas del río San Carlos y el Gran Lago. Este es el primer encuentro amoroso de Julio y permite al narrador presentar a Margarita como un modelo tradicional de mujer latina, dulce, amorosa, tierna, sentimental, como la compañera del hombre pero sin inteligencia. Es un estereotipo  machista de la mujer que sirvió de modelo a muchos escritores y que aún hoy se vende barato  en algunas librerías.

 

A su llegada a  la ciudad "moderna", Julio empieza la novela, y da inicio al segundo triángulo amoroso. Pronto llega Emma, su prima que poco a poco gana sus favores a pesar de que ella nunca le confiesa su amor, que obviamente guardará para el gringo Mr. Crissey, con quien finalmente se casará, Poco después de la boda, Julio decide suicidarse de la forma más sensiblera posible. Monta un brioso caballo y se le tira de frente al tren que traía de regreso a los novios, ya esposos, de San José. Nos cuesta imaginar una ciudad moderna  con caballos, montes y trenes (no se dice que sea eléctrico) y esa clase de suicidios  más propios del siglo XIX.

La tesis de la novela  es evidente y explícita. Observemos algunas expresiones:

 

"porque la raza nueva se tragaba a la suya"..." vio  claramente que aquélla no era una  raza conquistadora sino absorbente: que no ejercía dominio sino influencia. Había llegado al país con su fuerza y su saber para luchar por la vida; se encontró con una raza superior, muy superior  en espíritu, pero inferior en materia  y pasó lo que tenía que pasar: La sangre poderosa cogió, transformó, y se asimiló la sangre débil. El músculo de hierro venció a la idea de oro. De esa gran lucha  debía nacer naturalmente la admiración de los débiles por los fuertes; la fascinación  del triunfo; acabando por dejarse devorar los primeros sin resistencia y sin dolor, como el ave hipnotizada por la serpiente hipnotizadora"1.

 

Estas expresiones no son de un personaje, pertenecen al autor-narrador. Es su  tesis. En ellas no refleja un enfrentamiento entre  Estados Unidos y América o lo que podría ser más explícito: no hay un antiimperialismo, por ningún lado que se le busque. Lo que es evidente es una síntesis ideal de dos razas. La propuesta no es otra y la novela se resuelve  con el matrimonio de Emma, mujer latina pero educada en Estados Unidos, inteligente, fuerte, emprendedora, sin sentimentalismos, materialista, calculadora, etc. y el vencimiento de la raza débil representada por Julio Escalante. Y  lo que es más destacable, todo sucede "naturalmente", sin imposición, como algo necesario, deseado por todos, esperado y apetecido.

 

Las tesis de  las novelas El Primo de Jenaro Cardona Valverde, Él árbol enfermo y La caída del águila de Carlos Gagini Chavarría, Abnegación de Joaquín García Monge y todas aquellas que enfrentan lo extranjero con lo nacional, lo citadino con el campo, etc., son totalmente contrarias a la tesis de esta novela. No solo hay enfrentamiento sino que la síntesis  de la  lucha de los contrarios favorece a lo nacional o campesino. Esto no sucede en la novela El Problema.

 

El carácter expositivo  ensayístico de esta novela  impide que  lo narrado sobresalga sobre lo expuesto. Esto hace que el personaje Mr. Crissey aparezca de pronto en la novela como un Dios todo poderoso en el momento en que aparece una huelga en la fábrica de don Teodoro, padre de Julio. Los trabajadores que todos eran gringos se sublevan para dar pie a la prepotencia de Mr. Crissey que la resuelve con don de mando. Obliga a los trabajadores a volver a su trabajo sin considerarles ningún beneficio y despide al jefe de ellos sin ninguna consideración. Todos le obedecen como mansos corderos. Nunca en la historia  hemos podido encontrar algo parecido. Estas apariciones de personajes  héroes, sin presentación, como supermanes, obedeció a la intención de los autores de defender tesis y nunca narrar hechos. Son personajes falsos, vacíos, manipulados.

 

Llegamos a la conclusión de que esta no es una novela antiimperialista sino favorable al imperialismo, por  sus beneficios que nos traería, gracias a la alta tecnología, al progreso y la fuerza del trabajo y el empeño, que la síntesis es la combinación de una raza fuerte, avanzada con una débil inteligente. Esta fue la ideología del autor Máximo Soto Hall (1871-1944) y que en su práctica política fue diplomático durante muchos años en el mandato del tirano guatemalteco Estrada Cabrera.

 

Es una novela de escasísimo valor literario, donde el narrador-autor prevalece sobre el mundo mostrado con un lenguaje casi unívoco, expositivo, manipulador y los personajes son simples monigotes que éste maneja a su antojo conforme a su  ideología. Tiene el mérito documental de haber sido escrita en Costa Rica en 1999, antes de que el género novelístico cobrara alguna importancia en nuestro país.

 

La otra novela de Máximo Soto Hall la llamó Catalina y la publicó en 1900.1

 

Es poco conocida y la crítica la ha ignorado, posiblemente con razón pues es una novela de corte amoroso, con triángulo amoroso incluido y muerte de Catalina por amor y ser despreciada por Ricardo a quien amaba. La historieta es simple y sigue un orden lógico, casi cronológico. Es una novela monofónica y de escaso valor literario. El señor Valuart, francés, huye de su país por los estragos del cólera. Llega a Costa Rica y se afinca en San José, poco tiempo después se casa con maría Teresa Blancot, con quien, después de un tratamiento médico, logra engendrar un hijo: Ricardo, posteriormente María teresa muere. Mientras su hijo crece, también lo hace su fortuna pero la mala administración y otros factores le llevan a la quiebra. Antes de dar a conocer su pobreza, quema su fábrica para aparentar que fue este suceso el culpable de su quiebra y no otra cosa.

 

Ricardo se traslada, ya adulto a San Rafael de Desamparados huyendo de su deshonra y se establece ahí. Conoce a Catalina y establece un romance amoroso con ella. Pero esta relación se ve interrumpida por el amor de Ricardo a Eloísa Delgado, con quien se casa. Esto conduce a la muerte de su otro amor: Catalina, que da nombre a la novela.

 

Es poco lo que se puede comentar de esta novela, a no ser que es un eslabón más entre las novelas de corte tradicional, sentimentales, de triángulo amoroso y de escasos recursos literarios.



1 Soto Hall, Máximo. El Problema. Imprenta Española, 1899.

1 Soto Hall, Máximo. El Problema. Ed. Universidad de Costa Rica, San José, 1992.

1 Íd. pp. 66-67.

 

1 Soto Halla, Máximo. Catalina. 1ª. Ed. María V. de Lines, 1900.

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Por lo general no hago comentarios en blogs, pero tu pagina me motivo. Muy buen trabajo.
En esta página sus comentarios serán atendidos y muy bien recibidos
Saludos
Benedicto Víquez Guzmán

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