¿POR QUÉ SE LEEN LAS NOVELAS?
Son muchas y diversas las razones que se aducen para leer novelas:
1. Por entretenimiento
Para muchos lectores el leer novelas no es más que un pasatiempo. En ellas encuentran un mundo novedoso que les saca de la abulia y les mantiene ocupados en situaciones, conflictos, pasiones, etc., ajenos, pero que, de una u otra forma les distrae y les emociona. La lectura de novelas llega a convertirse en un vicio, en una necesidad casi vital. Son consumidores cotidianos de novelas. Los más apasionados ni siquiera seleccionan autores o títulos. Las leen porque no resisten la tentación de dejar de hacerlo. Basta que los libros lleven título de novela para sentirse atraídos por ellos. Sobre todo son lectores de novelas del género negro y de aventuras, lo mismo que folletinescas. El esfuerzo que ponen en la lectura es el mínimo y se ajusta al interés placentero de la intriga de ellas y las situaciones conflictivas sin más. Es un lector que tiene un acercamiento emotivo, y a veces pasional, hacia el texto novelesco.
2. Por aprender
Leen con fines didácticos. Para estos lectores el motivo principal al leer una novela es que ésta les deje alguna enseñanza. Ellos seleccionan a los autores y de éstos, algunos títulos que por referencia de amigos consideran importantes para determinados fines educativos. En ocasiones se hacen asesorar, leen a los críticos y generalmente tienen predilección por escritores de una misma corriente filosófica e ideológica. Así, por ejemplo, leen, algunos, novelas de autores existencialistas: Kafka, Camus, Sartre, etc. Estos lectores, por lo general, son profesionales, intelectuales, y de vasta cultura. Saben que las novelas muestran mundos privados de la historia y de los personajes que la representan. Conocen que a través de ellas adquieren conocimientos sociales, psicológicos, geográficos, históricos y humanos. Su fin es el conocimiento más que el simple entretenimiento aunque éste también desempeñe una función colateral.
3. Por obligación
Este tipo de lectores está conformado por estudiantes básicamente. Leen las novelas que los profesores les exigen como lecturas obligatorias, porque necesitan explicarlas y para aprobar la materia. Desde luego, en esta categoría pueden existir aquéllos, que, a pesar de ser obligados a leer una o varias novelas, se entretienen y obtienen conocimientos de ella. A pesar de no acercarse a las novelas por propia voluntad o deseo, ya sea de entretenimiento o por el deseo de aprender, al final logran obtener, muchas veces a su pesar, resultados positivos de la lectura de ellas.
No se debe olvidar que la publicidad juega un papel muy importante en la compra de lectores. Es a través de ella que se crean los betsellers más destacados, Corín Tellado, Pablo Coello,
Joanne Catherine Rowling, autora de Harry Potter y en Costa Rica, Lara Ríos (Marylyn Echeverría Zürcher). No Hay que olvidar que existe una sociedad de consumo y la mercancía literatura se ofrece como tal.
Los editores publican algunas novelas masivamente, sobre todo de aquellos autores que se han convertido en bestsellers y con ellos abaratan los costos y ofrecen a los lectores precios relativamente cómodos. Estos se organizan en clubes, fans, y establecen sistemas de intercambio, compraventas, préstamos etc. El fin es el consumo de novelas altamente promocionadas aunque su valor literario sea precario.
Existen diferentes razones para que los lectores se acerquen a las novelas: porque evocan la época de su juventud, les trae recuerdos, los acerca a la ciudad natal, los hace vivir amores frustrados, conocer costumbres de antaño o de pueblos remotos y desconocidos para él, porque enseñan a vivir, concientizan, humanizan, dan conocimientos nuevos, enseñan Geografía, Historia (infrahistoria) Psicología, Sexología, Magia, etc. En todo caso porque el lector se siente liberado, desestresado, humanizado. Lo cierto es que leer novelas es todo eso y mucho más. Es un género que en vez de dar muestras de morir, como algunos creyeron, vive y se consolida hoy más que nunca y se constituye en el género literario por excelencia y el más solicitado por los lectores.
En síntesis, podemos afirmar que a pesar de existir diferentes razones para leer novelas, lo más importante es que ella ofrece al lector lo que él desea: ficción y verosimilitud, realidad y ensueño, verdad y mentira. La novela es un proyecto vital complejo, oculto, privado que se pone de manifiesto en el texto sin censura alguna, espontáneo, crudo, provocador y abiertamente contestatario. Es por esto que algunos buscan solo el entretenimiento, mientras otros, además del placer, el conocimiento. Sin descartar en todo ello las programaciones sociales acerca del gusto literario, la ideología dominante y la influencia ejercida por los medios de comunicación masiva.
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