ROCÍO PAZOS BALDIOCEDA
(1948)
Rocío Pazos Baldioceda nació el 24 de diciembre de 1948, en San José. Es graduada por
LO QUE HA ESCRITO ROCÍO PAZOS BALDIOCEDA
NOVELA
1. La estirpe del volcán: 2002
La estirpe del volcán la publicó Rocío Pazos Baldioceda en el año 2002.2
Esta novela de Rocío Pazos es la primera novela que asume sin ambages el realismo maravilloso y se inscribe en él desde el mismo inicio del relato. No interesa, por ahora realizar comparaciones con la novela del colombiano Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, porque es obvio que tiene gran cantidad de elementos similares, tales como la fundación de un pueblo, los orígenes de los fundadores, las características de algunos personajes, uno con cola de cerdo y otros emplumados, la circularidad del relato, la reiteración de motivos, la genealogía, las exageraciones, los personajes excéntricos, los ritualismos, etc. Aquí lo que interesa es la particularidad de la novela, sin importar si se parece a otra o no, o si en Costa Rica aparecen las obras después de treinta años de haberse creado en otros países latinoamericanos.
La novela nos agradó porque al fin un escritor da cabida sin restricciones a la imaginación y abre los horizontes a un mundo fuera de la rutina folklórica y costumbrista, de crítica evidente y aburrida de la sociedad y se coloca en un mundo donde las fronteras son mayores. Éste no es el camino de Rocío en exclusivo. Contamos con varios autores costarricenses que han inscrito, en los últimos años novelas en lo maravilloso, lo fantástico y lo extraño y es de esperar que la producción sea cada día mayor. Con esto descartamos que se desee una literatura alejada de la realidad, todo lo contrario, es la visión de ella, el tipo de crítica y la creación literaria lo que está en juego y no el apego a paradigmas anquilosados que agotaron sus límites.
La estirpe del volcán es una novela circular, donde el tiempo se da más allá de la linealidad. Así la novela inicia con el matrimonio de Teodoro y Rosa Alejandra y su llegada a Costa Rica, a las faldas del volcán Rincón de
Hay dos acontecimientos que asumen el liderato del relato, el primero es la queimada que abre la novela al mundo maravilloso, a esa visión fantasiosa de la realidad. Es un ritual de iniciación, de purificación, de limpieza, de identidad. El segundo acontecimiento aparece casi al final de la novela y se le señala como el ritual de la menstruación. Está relacionado con la llegada del ciclo menstrual a Maruja que es el punto de convergencia de toda la novela. Estos dos hechos abren los múltiples procesos de los personajes que se dan bajo dos circunstancias diferentes: bodas o emparejamientos y muertes, bajo la tradicional forma social de la familia. Así forman parte importante las familias que inician la historia: Leandro-Elvira y Teodoro-Rosa Alejandra, por una parte y el Hijo del volcán y
El otro aspecto señalado es la muerte. A pesar de que es inevitable aparece como un personaje más de la novela y conversa con los vivos como si fuera uno de ellos. Se da una simbiosis entre vivos y muertos en la estirpe. Realmente los muertos no desaparecen de la escena familiar, conviven con ellos y los motivan y guían sus pasos. Este culto a los muertos es propio de ambas culturas, la occidental y la nuestra que a pesar de originarse en el volcán poco influye en la emigrada que la asume y la opaca por no decir la aniquila. Debe entonces estar atento a los rituales mortuorios de los miembros de las parejas que conforman las bodas y los cruces fuera de matrimonio para entender la unión de las dos posiciones culturales y su mezcla que enfrenta una posición alejada de la tierra, en un más allá inalcanzable con la otra que une al muerto con la tierra, en el acá y lo liga con la naturaleza, lo hace vida en ella y no muerte en la eternidad con una vida más allá del acá.
Por último debe señalarse que los personajes más importantes son femeninos y resaltan el papel redentor de la mujer que lucha por liberarse de la esclavitud masculina a que la ha confinado la cultura occidental. También aquí se da esa dicotomía y es la mujer la que emprende la reivindicación social. No sólo deberes tendrá la mujer sino derechos y la novela los plantea claramente, quizás demasiado esquematizados. Aquí faltó la creación y el elemento mágico.
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