MARÍA DEL SOCORRO GONZÁLEZ QUESADA DE TINOCO
(1905-1982)
Nació en la ciudad de Cartago en el año 1905 y murió en Turrialba el día 2 de marzo de 1982. Es hija de Manuel González Zeledón y Olivia Quesada, hija de un exiliado cubano. Casi no aparecen datos biográficos. Fue la esposa del Ingeniero Arturo Tinoco Jiménez y tuvieron dos hijas: Cristina y Celina. Es curioso tampoco existen datos sobre la familia de Manuel González Zeledón.
En el año 1948, un año después de la publicación de su novela Aparta de tus ojos, el Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica, por acuerdo de sus miembros, adquirió 50 ejemplares y el señor Tinoco que se abstuvo de votar regaló 25 más.
LO QUE ESCRIBIÓ MARÍA DEL SOCORRO GONZÁLEZ DE TINOCO
NOVELA
1. Aparta de tus ojos: 1947
Aparta de tus ojos, se publicó en 19471.
Es una novela típica de educación sentimental, de orden pedagógico y moralista. Ya en el inicio mismo de la novela se introduce un poema de Zorrilla dedicado a la Virgen María que esclarece la intención de la autora:
"Aparta de tus ojos la nube perfumada..."2
Está dedicada a Adela Jiménez Oreamuno de Tinoco, hija, nieta y hermana de presidentes de Costa Rica.
Isabel es hija de Rafael Girón pero es Margarita el personaje protagónico. Tiene un hermano, Pedro, y una prima María (huérfana). La novela inicia con el encuentro de Isabel y Jorge en casa de Isabel. Es un presente narrativo posterior a los sucesos de la vida de Isabel. La música que toca Jorge, Estudio No. 12 de Chopin, hace que Isabel recuerde pasajes de su infancia y juventud. Un narrador de tercera persona cuenta la vida de Isabel.
Es una joven muy bella, soñadora y rebelde, de una distinguidísima familia de Cartago, rica y de la alta sociedad. De joven soñaba con un mundo de viajes y riquezas y disfrute de todos los placeres del cuerpo. Sus primeras lecturas de novelas sentimentales le mostraron las posibilidades de una vida menos aburrida que la que llevaba en Cartago. Los paseos y los baños en la Poza Azul, así como los amigos que tenía no llenaban sus aspiraciones. Comenzó por desear y pertenecer a la sociedad josefina, sus bailes, fiestas, y presentaciones teatrales. Después de describir algunas costumbres costarricenses: los lutos, los portales, las fiestas de fin de año, las bodas, los aparecidos, los payasos, los toros y las corridas, Isabel conoce a Joaquín, joven virtuoso y trabajador pero de una familia que había venido a menos económicamente. Se enamora locamente de él, después de algunos malentendidos amorosos y con la misma pasión termina con él por no llenar sus aspiraciones. Luego Fray Andrés los reconcilia y se comprometen. La boda no se realiza porque por esa época comienzan los temblores en Cartago (1910) y llega el terremoto que entre otras víctimas, cobra la de Joaquín y su abuela Magdalena. Sumida en gran tristeza decide aceptar un viaje a Nueva York para disipar las penas. A la vez María, su prima, que había amado en secreto también a Joaquín, decide irse a París a hacerse monja.
En Nueva York comienzan a realizarse sus sueños. Primero en casa de unos tíos: Pat y Luisa, Pero la vida social de ellos y sus primos, a pesar de ser ricos, no llenan totalmente sus deseos. Se traslada a vivir donde otro tío, Jaime, casado con Julieta, que había llegado a Estados Unidos en viaje de negocios. Ahí comienza a disfrutar de las primeras fiestas cuando se entera del regreso de su tía a Costa Rica. Aconsejada por Julieta, propone a su familia sus deseos de entrar al colegio a estudiar. Ahí conoce a Elena, una joven enamorada y triste como ella que la introduce en la alta sociedad neoyorquina. Así conoce a Alfonso, un multimillonario cubano de cuarenta años que se enamora de ella y a Alexis, un ruso noble que vino a menos, protegido de Alonso y que pasaba por rico. Estos amoríos terminan cuando Alfonso obliga a Alexis a desistir de Isabel. Ésta, burlada por Alexis se traslada a vivir nuevamente con sus tíos Pat y Luisa y ahí pasa la Navidad. Asiste a fiestas de caridad y en una de ellas es salvada por Alfonso de manos de un borracho rico que quería besarla para donar una cantidad de dinero por ello, cosa que Julita, esposa de su tío Jaime hacía sin reparo alguno. De regreso a casa de Julieta se entera de las relaciones íntimas de ésta con Alfonso y muy desilusionada, regresa a Costa Rica.
Participa en las procesiones de Semana Santa y en una presentación a que asistió en el Teatro Nacional, se encuentra con Alfonso que en compañía del ministro cubano, le solicita lo acepte como esposo. Tras de alguna resistencia femenina, se unen en matrimonio y comienza una vida intensa de viajes, fiestas, joyas, y diversiones: sus sueños se habían cumplido. Sin embargo esa vida no le Ileana, anhela más y se ve envuelta en amoríos con Francois y descuida a su marido. Cae en una crisis sentimental, (tiene una hija, María Elena, antes de los amoríos). Alfonso enferma, llega a Cuba el Ciclón que arrasa casi con la isla y Alfonso muere. Isabel sigue la vida de placeres hasta que llega la crisis económica del 29 y quiebra. Es cuando aparece Jorge Mirain, primo de Alfonso quien le propone un contrato misterioso que Isabel acepta sin preguntar las intenciones últimas de sus constantes viajes a Cuba, Nueva York y Costa Rica. Isabel sigue la vida bohemia un día aquí y otro allá. Recibe propuestas para casarse con Larry, un joven muy rico y piensa aceptar cuando se entera por Alberto Rezen, hermano de Alfonso de que ella está envuelta en negocios peligrosos con Jorge. Poco después las noticias comunican la muerte de Alberto, asesinado y llega a Costa Rica Jorge para entrevistarse con Isabel. Es esta la forma como se inicia la novela. Isabel tiene sueños que son pesadillas con Jorge (Lucifer), da indicios de enfermedad y en boca de Jorge descubre que ella es una traficante de estupefacientes. Al conocer la noticia mere súbitamente.
La tesis pedagógica de esta novela es evidente: demostrar que las riquezas materiales destruyen el alma y hacen a las personas infelices. María es el modelo de mujer por imitar y, por el contrario Isabel el contra ejemplo. El narrador se ubica dentro de la clase rica del país y ve a los campesinos como "conchitas corronguísimas" y su conocimiento es del mundo de viajes, fiestas, placeres y riquezas que después de vivirlas dejan un sabor amargo.
La novela no es conocida en nuestro medio y su valoración literaria es deficitaria. Es la clásica novela moralista, de valores individuales y de muy limitados logros técnicos, tanto en el lenguaje como la estructura. Sigue la corriente de novelas folletinescas que venimos señalando en los escritores anteriores.
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