(1952)
Rodrigo Quesada Monge nació en Colima de Tibás, San José Centro, el día 24 de noviembre del año 1952. Es historiador de profesión. Ha publicado varios libros sobre la temática de su especialidad e innumerables artículos en revistas y periódicos. Ha trabajado como profesor de historia en la Escuela de Historia de la Universidad Nacional de Heredia. Obtuvo el Premio Nacional de Historia por la Academia de Geografía e Historia de Costa Rica en 1998.
Entre otros. El siglo de los totalitarismos 1871-1991: 1992, Costa Rica y el mercado mundial: 1993, Globalización y deshumanización. Dos caras del capitalismo avanzado: 1995, Recuerdos del imperio. Los ingleses en América Central. 1821-1915: 1998, La fantasía del poder: Mujeres, imperios y civilización: 2001, El legado de la guerra hispano-antillano-norteamericano: 2001, Las inversiones de Keith en Costa Rica: 2003, La oruga blanca. Un retrato de Óscar Wilde: 2003, El Banco de Costa Rica y el desarrollo económico nacional 1877-2007: 2007, Cien años de poesía popular en Costa Rica.1850-1950 (coautor): 2008, El pensamiento antiimperialista de Octavio Jiménez (coautor): 2008 e Ideas económicas de Costa Rica. 1850-2005: 2008 y en el año 2014 publica Anarquía. Orden sin autoridad.
LO QUE HA PUBLICADO RODRIGO QUESADA MONGE
NOVELA
1. El poema perdido de Aurora Cáceres: 2010
POESÍA
1. La Cormucopia: 1971
La novela El poema perdido de Aurora Cásares la publicó en el año 2010.1 Es una novela biográfica, tipo testimonial.
Pertenece, esta novela, al paradigma tradicional que hemos llamado monofónico, de clásico narrador tradicional, logocéntrico y causal.
Los hechos novelescos son presentados bajo una modalidad interesante entre un constante diálogo narrativo básicamente de los personajes protagónicos del momento. Así se dan los acontecimientos como recuerdos, vivencias tanto ocurridas como presentes.
"Su descolorida soledad era lo que todos en la funeraria le notábamos a Ramón, yo, Santiago Montero, en particular..." (p. 3)
La novela la estructura en tres partes: El poema perdido de Aurora Cásares, Anatomía de la melancolía y La clarividente. Cada una de ellas está subdividida en partes que señala con números romanos.
Ya en la presentación que hace, suponemos el mismo autor afirma que el libro es "indescifrable", que es "un libro de libros y que el autor nos lleva de la mano por casi toda la historia literaria occidental" y que además nos cuenta una historia "donde todos tienen una versión distinta de los hechos, las personas y los objetos involucrados".Francamente no pudo haber sido más desafortunada esa presentación.
Lo cierto es que la novela, a través de un narrador personalista, protagónico da testimonio de la vida de un estudiante becado en Europa, Rusia, Francia y sobre todo Inglaterra y sus aventuras conjuntas con otros compañeros de estudio o de parrandas, borracheras, y conversaciones de los iniciados en el mundo de la farándula universitaria y la fanfarria seudointelectual de las más diversas aventuras sexuales, paranoicas, eróticas, imaginables. Es lo que alguna vez llamamos la vida bohemia de la izquierda erótica de los años 70.
Hay un centro gravitacional que centra ese testimonio intelectual-erótico y es el amor por los libros y la búsqueda de ellos por la simple razón de poseerlos, ser dueños. Es una especie de fetichismo que envuelve a todos los personajes en las más descabelladas aventuras como la muerte.
No cabe duda de que el autor conoce los contextos utilizados para esta obra. El recorrido por bibliotecas, museos, etc. en ciudades de Inglaterra, Rusia y Francia es bastante puntual y lo mismo ocurre por la literatura inglesa sobre todo. Pero todos esos riquísimos contextos, hábilmente escogidos como escenario de las vivencias de los personajes se quedan como acopio intelectual y conocimiento erudito pues no logran trascender al nivel literario. Así la novela se convierte en crónica, discurso y pierde la esencia del lenguaje polisemántico característico del arte literario. No hay polifonía de voces sino descripción de aventuras y recorridos nocturnos por departamentos, bares y demás lugares de la vida intelectual en universidades y lugares aledaños.
Es nuestro humilde criterio que lo propuesto rebasó los límites de la creación literaria. Una gran temática pero una deficiente creación literaria.
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