LA TRADUCTORA DE POE. NOVELA DE JUAN FRUTOS VERDESIA
La traductora de Poe es la sexta novela escrita por Juan Frutos Verdesia. Ve la luz en el año 2014 y es una edición privada.
Novela del recuerdo de los tiempos idos y la nostalgia de ese pasado.
Azalea Barroeta y Elena Quesada son dos mujeres solitarias, que perdieron a sus compañeros y con ello sus proyectos de vida, Trata, por todos los medios de asirse al pasado y a un presente precario que las hace vivir la cotidianidad casi como una programación implacable en un marco revolucionario casi cómico e irreal.
El narrador omnipresente describe y expresa, más que narra un mundo de dos mujeres degradadas y un contexto histórico más lirico que épico. No es de extrañar que el discurso se acerque a un poema vivido por las dos mujeres, inspirado por la poesía lacerada de Poe.
La estructura de la novela la constituyen doce capítulos, sin título, lineales, descriptivos, expresivos de una exquisita descripción.
Encontramos párrafos de tres páginas que no solo paran el aliento sino nuestra respiración. Parecen poemas en prosa y su lenguaje un instrumento expresivo de gran aliento literario.
Poco a poco, lentamente las mujeres se van delineando: Azalea viviendo los recuerdos del guerrillero el sueco Bohumil, un amor más accidental que otra cosa, y Elena a su esposo también fallecido. Ambas tentadas por el espectro de Poe a través de los versos de su poesía El Cuervo y la dedicación a Elena. Azalea trata de traducirlo a Elena y se dan los primeros indicios de amor a Poe por parte de ella que cree en la veracidad de su declaración y se ilusiona con la idea de encontrar un verdadero amor.
Azalea vive la poesía como si fuera su propia existencia y se aferra al daguerrotipo de su amor casual. Así ambas mujeres se aferran a sus propias degradaciones y su vida estéril y vacía. Azalea sabe que Poe es un impostor cibernético y se enfrenta a él con tal certeza a pesar de que ese fantasma conoce muy bien la poesía de Poe y confunde a la traductora, mientras Elena espera la traducción y da señales de amor al anafrero que la acosa cuando lo visita en la venta, y termina aceptándolo cuando termina la revolución y Azalea es declarada presidenta del país en un acto más cómico que cívico.
Se dan inicios de la aparición de Poe, reencarnado en un monje y el checo en un anciano. Pero tal aparición de esos elementos sobrenaturales, de ninguna manera presenta una ambigüedad tal que logren del lector una alteración de credibilidad que convierta la novela intencionalmente fantástica.
La traductora de Poe es una novela bien escrita, con una fuerte presencia del narrador todo poderoso, descriptiva, más que narrativa, lírica, concisa, inspiradora e inteligente.
Pero es necesario decirlo, la novela es como un anunciado y esperado banquete del cual salimos con hambre.
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