Mario Zaldívar Rivera

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MARIO ZALDÍVAR RIVERA

(1954)

 

Mario Zaldívar Rivera nació en San José, el día 22 de julio del año 1954. Su niñez e infancia en Barrio México, fue de gran influencia en su obra.

 

En 1977 se gradúa en Administración Pública por la Universidad de Costa Rica. En ese centro de Educación Superior obtuvo el grado de licenciado. Luego, viaja a Brasil a continuar sus estudios de Maestría en la Fundación Getulio Vargas, en Río de Janeiro.

 

Se desempeña como Secretario Ejecutivo de la Comisión Nacional  de Préstamos  para la Educación, CONAPE. También ha sido de 1989 a 1991. Presidente de la Asociación  Panamericana de Instituciones de Crédito Educativo, APICE, con sede en Bogotá, Colombia.

 

No solo novelas ha escrito sino ensayos importantes sobre la música popular y otros.

 

Es miembro de la Junta Directiva de dicha Asociación.

 

 

LO QUE HA ESCRITO MARIO ZALDÍVAR RIVERA

 

NOVELA

 

1. Ahora juega usted señor Capablanca: 1995

2. Después de la luz roja: 2001

3. Herido de sombras: 2007

4. Tres extraños en el Paraíso: 2012

 CUENTO

 

1. Cuentos Esperante: 1986 (Varios autores)

2. Cuento y Poesía: 1994 (Varios autores)

 

 

Ahora juega usted señor Capablanca, publicada en 1995 es la primera novela que ha escrito Mario Zandívar Rivera.

 

Es una novela tradicional, de narrador-autor con todas las limitaciones de este tipo de novela decimonónica y sin pretensiones formales, más allá que las propias de la novela monofónica.

 

El narrador aparece en primera persona singular pero desde dos puntos de vista diferentes: a veces es un niño de aproximados diez años y otras es un  adulto que recuerda la historia que le tocó vivir, cuando era niño. Esas dos visiones están mezcladas en la novela pero confundidas. De pronto está narrando el yo-niño y aparece el yo-adulto, (autor) y da explicaciones, juicios, opiniones y lo que es más grave, en muchas ocasiones se narra desde la perspectiva del niño pero con un conocimiento de adulto, así como la cultura y la valoración social. En otras palabras el narrador-autor es quien manipula, narra, ofrece las opiniones y comentarios y cede, a veces la palabra al niño-personaje, testigo la palabra para que narre algunas escenas  que presenció. El lector fácilmente se percata de que el niño narra como adulto y no como niño. Este es un grave error técnico de esta novela que le hace perder categoría literaria y verosimilitud intrínseca. La homología niño-adulto-autor impide la credibilidad narrativa y ofrece al lector un mundo narrado, manipulado, enseñado, lineal, referencial que pierde la objetividad narrativa, propia de la obra literaria distanciada, independiente objetivada en su propia significación. Observemos algunos ejemplos:

 

"Para mí aquellos años fueron felices, frenéticamente  felices..."1

 

Quien estaba narrando era el niño, pero de pronto aparece el niño ya adulto que da un juicio: la felicidad de aquellos años. Se le da la palabra al niño pero no se le independiza, objetiva, sino parcialmente. Es más evidente en el siguiente ejemplo:

 

"Penetré en la pieza y percibí aquel aroma antiguo, el olor del pergamino que hasta hoy  lo tengo impregnado en la memoria."2

 

Primero aparece el niño narrando desde  su perspectiva, en un pasado próximo, indefinido "penetré" y acto seguido aparece la valoración del adulto desde un presente "hoy"  que recuerda el olor del pergamino. Entonces el narrador es el autor (adulto) que recuerda hechos de su infancia y entonces da la voz a ese autor-niño para que evoque esos recuerdos pero sólo parcialmente porque el niño no tiene autonomía ni independencia, es un mero formalismo.

 

"Yo tenía, más o menos, la edad que hoy tiene  mi nieto."3

 

Al final de la historia novelada el niño desaparece para que un narrador casi omnisciente, siempre cercano al autor, describa los últimos acontecimientos, como fueron la  frustrada embarcación de las pinturas de arte, la captura de Tony Guiteras, el líder de la lucha antimachadista y Laura Sotomayor, la operación frustrada de la entrega de armas y la celada del cura Ordóñez y la huida de Tony y, por último el destierro a Chile.

 

Los acontecimientos se desarrollan en Cuba, al inicio, en una vieja casona, de un  viejo gamonal.

 

 Don Julián Sotomayor y su esposa doña Roma. Aquí. El niño  ofrece, como testigo los hechos familiares, privados de esa familia rica de los suburbios de la Habana. Las veladas con Capablanca, ese personaje pintoresco, diplomático del tirano Machado, y experto ajedrecista, así como mujeriego empedernido. También se conoce sobre la afición de todos ellos con los músicos de la época, sobre todo con  el famoso Lecuona.

 

El niño presta sus ojos para presenciar las costumbres de la familia, sobre todo de sus abuelos pues de sus padres casi no se entiende, los criados, los secretos de la casona y el descubrimiento de la protección que don Julián brinda a los revolucionarios que utilizan un cuarto secreto para ocultarse.

 

En la segunda parte se narran los acontecimientos del embarque frustrado de las pinturas de arte y el apresamiento del líder Tony Guiteras y la hija de don Julián, el pacto de éste con el Capitán Díaz y la celada por parte del cura Ordóñez y la huida de los revolucionarios y el destierro de la familia Sotomayor a Chile.

 

La segunda novela que publicó Mario Zaldívar Rivera fue Después de la luz roja, en el año 2001.1

 

Es una novela sobresaliente, polifónica. Desde el punto de vista literario no tiene nada que envidiar a las novelas más importantes de los últimos tiempos en la producción latinoamericana. Al fin la novelística costarricense comienza a consolidarse en el ámbito nacional. Sin temor a equivocarnos esta novela descollará fuera de nuestras fronteras.

 

La historieta la da el autor al final de ella y es sumamente simple. Transcribimos lo expuesto por Daniel Mondragón, una de las voces más importantes de la narración:

 

"Aquella misma noche, leí de un tirón la novela escrita por mi padre, cuyo título era Después de la luz roja. Era la historia de un fugitivo francés, quien lo había iniciado en los laberintos del arte; este hombre lo llevó a un erudito inválido quien lo embarcó en el proyecto de un Cristo Móvil en Las Juntas de Abangares, junto a un cura coleccionista de rocolas y un ingeniero alcohólico. Allí reencontró a un cantante de tangos y a una matrona obsesionada por las secreciones del cuerpo humano. Al final de su vida, sufrió prisión por causa de una prostituta, quien le dio un hijo hemofílico."2

 

La novela se inscribe dentro de la corriente literaria del realismo maravilloso. Utiliza básicamente dos perspectivas o puntos de vista que se entrecruzan. Son dos voces diferentes que se complementan. La primera es la de un hijo, Daniel que busca la identidad de su padre a quien no conoció y en él explicarse su propio yo, su sentido, su proyecto de vida. Así se establecen dos tiempos diferentes entrecruzados. Su padre Gabriel representa el pasado, el origen, las aventuras bohemias, el San José de 1953, mientras que su hijo está más cerca de los tiempos actuales, los años setentas. Pero ambos tiempos se confunden para darnos la sensación de que, como el reloj de  los franceses del siglo XVII, el tiempo se acelera, se disloca, se ajusta al tiempo de las prostitutas, como luego veremos.

 

Novela de personajes, de formación de Daniel, de espacio social, de privacidad y esto es lo que más deseamos destacar. Ya no se trata de describir y enumerar las costumbres sociales, sean estas del campo o de la ciudad, de la gente sin historia o por lo menos con historia harto conocida, evidente, predecible, en frente de nuestros ojos, de las clásicas historias de prostitutas campesinas que los padres echaron un día de la casa porque quedaron embarazadas, o de alcohólicos empedernidos que se superan después de viejos, o de niños de la calle, o delincuentes en los barrios del sur, ahora, y esto es lo bueno de la novela se abre un mundo privado, oculto, sagrado, enigmático, mítico, ni siquiera soñado, guardado con cien candados, se trata del mundo íntimo de las familias ricas del San José reciente y presente, de los barrios ricos: Los Yoses, Amón, Otoya, Lahaman, falta Bello Horizonte. Del San José fuera del alcance de la mirada de la mayoría y surge lo que siempre despierta intriga e interés, ¿qué se oculta detrás de esas mansiones, siempre cerradas, misteriosas, enormes?, quiénes viven en ellas y ¿cuál es su vida privada? Esta novela corre el velo y aparecen los personajes de esas casas, sus pasiones, sus proyectos, sus aberraciones, sus anhelos, sus virtudes y defectos. Es descubrir la privacidad, parte de ella, del poder en sus múltiples facetas, ir más allá de lo oficial, de la gacetilla periodística complaciente, de lo previsto, panegírico, del adentrarse en el otro lado del reflejo del espejo. ¿Cuántos misterios, historias increíbles maravillosas por lo absurdas y desproporcionadas, por lo increíbles, permanecen detrás del poder eclesiástico, el Castillo del Moro y el de Tibás, y el de Barba y el del Monte de la Cruz, y los sótanos de la catedral metropolitana y los túneles, ¡cuánto nos contó el pintor español, a quien llamábamos don Chema, que llenara los cielo rasos de varias iglesias, entre ellas la de San Joaquín de Flores, de pinturas religiosas los cielorrasos de esos lugares!  Y ¿detrás del poder político y religioso?, de las fiestas suntuosas en haciendas de Liberia con visitas de tiranos centroamericanos y los zares de la droga en el poder y por último ¿la historia privada del poder económico que está íntimamente ligado a los dos anteriores? Eso es lo que no ha hecho la novelística costarricense y que recién comienza a dar los primeros pasos, con timidez, sobre esas arenas movedizas, maravillosas, increíbles, apenas sospechadas. Para quienes buscan la identidad del costarricense se les abre otro campo importante que, sin lugar a dudas desplazará el consabido código de valores de los campesinos buenos, católicos, honrados, trabajadores y su lugar ameno en el campo, ese locus amoenus, tan añorado como engañoso y los gamonales buenos, compungidos, llenos de amor a Dios. Las mejores novelas escritas hasta hoy tienen que ver con la privacidad.

 

La novela posee pocos personajes y no llega a reunir ni siquiera una genealogía. De la familia Mondragón Victory, solo se destacan tres, Gabriel (el padre), Gertrudis (la hermana) y Daniel el hijo de Gabriel. Desde el principio el lector se percata de que el hijo hemofílico (Daniel) no parece tener madre, ella pasa inadvertida, en el olvido, oculta, nada se dice de esa mujer. Al final se descubre que la novela la tenía Margot. Es el doctor Cabezas quien se la entrega y Daniel sorprendido, le pregunta por qué la tenía Margot y recibe la noticia de que ella era su madre. Así se completa la familia. De los abuelos Camilo y Amelia solo se da una referencia sin importancia. Toda la novela recae en esos personajes y los amigos de su padre que Daniel va conociendo, poco a poco. El francés Laprade es del círculo del clan de amigos. Es un pintor francés, erudito que introduce, poco a poco a Gabriel, en las artes, así comienza a relacionarse con él e iniciarse en  la pintura, la literatura y la bohemia; conoce a otros personajes importantes, tales como el doctor Cabezas, de origen nicaragüense, que sería el doctor de cabecera de la familia y por supuesto de Daniel, el cura español Román Camacho, el ingeniero Gustavo Barahona, Ernesto Borbón y por supuesto Daniel Mondragón, el hijo hemofílico de Gabriel y Margot.

 

El título de la novela es significativo, Después de la luz roja. Es una novela que utiliza el truco de los manuscritos desaparecidos, en este caso escritos por el padre de Daniel  y que aparecen, al final, en manos de Margot pero que, en realidad, son la misma la novela, la búsqueda de ella o su historia se confunde con ella y se desarrolla bajo esa premisa. En este caso se reviste de una especie de misterio, tipo policíaco, sin pertenecer a ese género. El proceso de búsqueda doble desencadenado, es más bien de identidad, de formación y lo representa Daniel. Detrás de la luz roja aparecen todas las aventuras o las más importantes, la huida de Margot de su casa con el bailarín de tangos, Piel Roja y su conversión en prostituta con la orquesta de Pérez Prado, a pesar de la guardia imperial de sus hermanos que la vigilaban minuto a minuto, el encuentro de Gabriel con Margot, sus amores, la increíble aventura de la construcción ferroviaria del Cristo Móvil, en Las Juntas de Abangares, pueblo semidesértico, después del abandono de los mineros y la participación de la Matrona, Pompeya Cerdas, del prostíbulo, El chantecler, el encuentro de Daniel con La Doble, la siamesa y sus baños de sangres menstruales curativas, en el Paso de la Vaca, el no menos famoso encuentro con La Covadonga, en el prostíbulo del Ñato Po, los baños mañaneros de Gertrudis y sus placeres eróticos, vistos por Daniel desde el cielo raso, las aventuras musicales de Hugo Palermo que al final muere asesinado por un marica, en El Maracas , las huidas de Laprade de los franceses que le perseguían sin descanso y el enfrentamiento y muerte frente a la Cancillería y la no menos asombrosa búsqueda del reloj del siglo XVII  y las descripciones de la Mesón Doré y la singular colección de rocolas. Es una vista panorámica de ese mundo carnavalesco, maravilloso, tan real, como desconocido de nuestro San José y la vida bohemia de los ricos.

 

Los personajes no son ni buenos ni malos, solo humanos, luchando por lo que consideraban sus proyectos, su razón de vivir. Posiblemente algunos verían la decadencia de una sociedad, pero tal vez, si se mira más de cerca, es la permanente esterilidad del poder, del parecer, simbolizado por Gertrudis, y la puesta en escena de esa cruda realidad. Es el descubrimiento de la novela Después de la luz roja, de lo prohibido y por ello, más apetecido, más deseado, es posible que por ser más auténtico, menos hipócrita aunque nos avergüence esa cruda realidad.

 

La tercera novela la llamó Herido de sombras y la publicó en el año 20071.

 

Esta es una novela que a pesar de ser contada básicamente por un narrador omnisciente, es tal la distancia que éste asume frente a lo narrado que pasa desapercibido. Los personajes discurren, viven disfrutan y sufren sus acciones de forma autónoma.

 

La linealidad está estructurada como una especie de diario. Inicia el día lunes 4 de junio de 1990 y termina el martes 3 de julio de 1990. Un mes escaso dura la novela. Este es el tiempo real, cronológico. El tiempo histórico del discurso narrativo es mayor y posee regresiones hasta los años veintes, cuando el Dr. Clorito Picado vivía y realizaba diferentes experimentos científicos.

 

La novela se desarrolla en tres frentes estrechamente ligados por la misma trama. El primero y  guía de los otros está determinado por las experiencias del Doctor Salinas en la transfusión de sangre de igual tipo genético de una persona relativamente más vieja en una de igual signo pero más joven. La conclusión esperada del científico era retardar la llegada de la vejez. Es aquí donde aparece un triángulo amoroso, más erótico y sexual que otra cosa. El donante lo representa un escritor de novelas olvidado y cuyo proyecto vital es lograr en el presente la fama, que nunca poseyó, llamado Maurico España, la joven que recibe la sangre de Maurico, llamada Violeta y el científico Dr. Salinas que realiza el experimento. Los dos hombres tienen el mismo deseo: la fama. El tercer elemento temático está configurado por el detective Calibre que trata de esclarecer el hipotético secuestro de Mauricio que  inventa éste con la complicidad de los otros para lograr notoriedad en las noticias del Diario donde trabaja como periodista Violeta.

 

¿Novela policíaca, amorosa o de tesis? Las tres forman la estructura de ella. Las dos primeras aparecen, como pretexto para plantear la tesis de la fama como una salida vital, la notoriedad y por ello mismo su vaciedad, su nada, pero llegan al final del relato, sobre todo la primera, a ocupar un lugar preponderante. Es el llegar a la edad cercana a la vejez sin casi ser recordado, como un nadie, un olvidado o que pasó casi desapercibido por esta sociedad llena de anónimos o ídolos de barro, desechables al poco tiempo, cuando ya nadie los necesita o son incapaces hasta de exhibir su propia mediocridad por temor a convertirse en fantoches que promueven la risa y la burla, también de tres fantasmas como lo exhiben ellos. Es el hombre mediocre frente a una sociedad materialista, superficial y también mediocre.

 

Al final de la novela, los hechos que comienzan como inocentes acciones, uno para ser reconocido como escritor cuando en realidad se descubrirá, que tres de las más reconocidas novelas las escribió su hermana; la Violeta es despedida del periódico y huye a Ecuador, y el doctor asesina a Mauricio, el escritor, y es descubierto por un cómico detective más digno de lástima que oficial criminal.

 

Novela policíaca, de triángulo amoroso que terminaron la búsqueda de la fama por parte de ellos y termina con el fracaso rotundo de sus proyectos. Tal vez la moraleja sea: Cada quien crea y se merece su propia fama más allá de lo que piensen los demás. No siempre los medios para lograrla son los apropiados. Un sabio silencio duradero puede ser más famoso que una fortuna mal habida y peor utilizada.

 

Muchos se referirán a la tesis de la búsqueda de la eterna juventud, tan vieja y nueva como elemento importante de la novela. Ello es evidente y así lo demuestran los experimentos del Dr. Clorito Picado, al parecido del escritor fracasado con el autor real y otros elementos de igual procedencia. Para nosotros en ese afán no radica la esencia de la literatura pues una vez seleccionados por el autor dejan de ser reales en la sociedad y empiezan a forjar una nueva realidad: la literaria. Por ello más que la búsqueda de la eterna juventud, tras lo superficial se esconde la búsqueda de la fama, la notoriedad, antes y después de morir. ¿Para qué le sirve a un nadie vivir eternamente si no sobresale en la sociedad por sus obras destacadas e imperecederas?

 

La cuarta novela por el escrita se llama Tres extraños en el paraíso.

 

Esta novela publicada en el año 2012 por la Ed. Perro Azul, de Mario Zaldívar Olivas, posee una estructura estratégica literaria muy original y de una enorme creatividad.

 

Está dividida en cuatro partes, la primera inicia la novela es apenas un esbozo de una reunión de un profesor   en la universidad de Stanford, California el 17 de abril del 2014.

 

Tres alumnos presentan su proyecto para un doctorado en Sicología Experimental sobre  realidad virtual.

 

Anne Wilson, una enfermera sobre los estados comatosos. El sacerdote Dylan Patterson estaba interesado por el robo y Karen Miller por el ejercicio de la maldad.

 

La sesión termina y esta primera parte cuando el profesor los invita a pasar al laboratorio de Realidad Virtual.

 

El lector al comenzar a leer la segunda parte se sorprende cuando ésta inicia en una cantina de San José La Malagueña, y luego le sigue otra historia en El Faro, la tercera en La Bohemia, la cuarta en El Cometa, y  la quinta en El Bar Buenos Aires.

 

Luego se repiten historias distintas con los mismos personajes y continuación de algunos hechos relacionados. Es como otra ronda de tragos en la misma cantina.

 

Ese mismo día 17de abril abre la segunda parte, con una muy breve segunda parte donde el profesor anota los resultados de sus pacientes estudiantes en su oficina. Pareciera que ese tiempo de la enunciación es un presente y todo ocurre en ese día.

 

Los personajes más importantes se van destacando.


En primer lugar una mujer muy misteriosa Aguas Santas, Marina, Isaías, Octavio y otros de menor rango como los hermanos Carozzo, El Gallego, La travesti Rosarturo,  el Gringo, unos abogados y oficiales y todos de alguna manera ligados al robo de una pintura muy valiosa de Monet,
Los nenúfares.

 

Y en ella se pueden ver los tres estados de los estudiantes en su experimento de Realidad Virtual. Estado comatoso de Marina, el robo  en Octavio y la maldad en Aguas Santas.

 

Debe mencionarse que el autor utiliza por dos veces respectivas notas para explicar muy sucintamente estados de los estudiantes en su Viaje de Realidad Virtual.

 

Sin duda esta novela utiliza de forma muy acertada la polifonía, pues son diferentes voces, unas masculinas y otras femeninas, las que narran sus experiencias y su punto de vista de los acontecimientos que experimentan. El narrador omnisciente desaparece y son enunciaciones dispersas intencionalmente las que van desarrollando la trama de la novela.

 

Es nuestro juicio que esta novela más que ser polifónica es sinfónica pues su armonía semeja una sinfonía y mantiene atrapado al lector avisado, inteligente, que analiza y reflexiona mientras va leyéndola.

 

Nos impresionó muy favorablemente.

 



1 Ob. Cit. p. 13.

2 Íd., p. 14.

3 Íd. p. 78.

 

1 Zaldívar Rivera, Mario. Después de la luz roja. Ediciones Perro Azul, San José, 2001.

2 Ídem, p. 261.

 

1 Zaldívar Rivera, Mario. Herido de sombras. EUNED, San José, 2007.

1 Comment

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Gracias
Benedicto Víquez Guzmán

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This page contains a single entry by Benedicto Víquez Guzmán published on 14 de Septiembre 2009 2:15 AM.

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