VÍCTOR HUGO SOLANO SOLANO
(VÍCTOR NARVALES)(Seud.)
(1952)
Víctor Hugo nació el día 18 de junio del año 1952 en San José. Victor Narvales es el seudónimo con que suele presentar sus creaciones. Este escritor costarricense estudió filosofía y derecho en la Universidad de Costa Rica, y se desenvolvió en administración pública en diferentes lugares del país. Desde niño le interesó la literatura y se propuso escribir sobre las costumbres, los paisajes, y las gentes de la época. A lo largo de su carrera ha escrito seis libros, incluidos entre ellos poesía y narración costumbrista. Victor Narvales continúa dedicándose a la literatura y disfrutando con su familia en la provincia de Heredia.
Publicaciones:
Narvales, V. (1998). Memorias: El Juramento. Publicado por el autor. San José, Costa Rica. [Autobiografía]
Narvales, V. (2013). Memorias. El Juramento. (Segunda Edición). Publicado por el autor. Versión de Kindle.
Narvales, V. (1995). Tiribi I. Publicado por el autor. San José, Costa Rica. [Narración costumbrista]
Narvales, V. (1997). Tiribi II. Publicado por el autor. San José, Costa Rica.
Narvales, V. (2000). Tiribi. (Versión Unificada). Publicado por el autor. San José, Costa Rica.
Narvales, V. (2013). Tiribi. (Segunda Edición). Publicado por el autor. Versión de Kindle.
Narvales, V. (1998). Sueños y otros poemas. Publicado por el autor. San José, Costa Rica. [Poesía]
Narvales, V. (1996). Vazul. Publicado por el autor. San José, Costa Rica. [Narración]
Escribió el ensayo Los increíbles Narvales: 2008 (aparece en la red)
LO QUE HA ESCRITO VÍCTOR HUGO SOLANO SOLANO (NARVALES)
NOVELA
1. Tiribí: 1997
POESÍA:
1. Sueños y otros poemas: 1998
Esta novela de Víctor Narvales llamada Tiribí se publicó en el año 1997.1
Es una novela tradicional, al mejor estilo de las novelas costumbristas, pictóricas, apologistas del campo, positivas, evocativas, nostálgicas. Priva el narrador personalista, yoísta, bajo el código de las novelas fonológicas, causales. Suelen utilizar descripciones de la naturaleza, retratos, para insertar los personajes y narrar alguna vivencia o acontecimiento. Por eso abundan en la descripción de costumbres, supersticiones, turnos, fiestas, paseos (a Puntarenas), viajes a la ciudad, bodas, topes, leyendas, anécdotas y la presentación de personajes típicos de los pueblos, los campesinos valientes, vaqueros, pulperos, curas, gamonales, el cura, el jefe político, el maestro, etc. En ocasiones se describen las visitas de presidentes, en este caso del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, y se citan los logros de ellos, tales como las garantías sociales, la revolución, la caída de arena desde el volcán Irazú.
Novela de escenas, paisajes, cuentos, encuentros, costumbres, de hombres y mujeres viviendo al día en armonía con la naturaleza, con sus rezos, pequeñas ilusiones, sin proyectos que rebasen más allá de sus casas. Novela sin contraste, sin grandes pasiones, de pequeñas cosas. Es una elegía a la rutina, a la vida placentera. Una simbiosis entre hombres y naturaleza, por eso ambos se convierten en personajes de igual categoría. Después de leída la novela solo permanece una galería de costumbres y hombres iguales, como si el tiempo se hubiese detenido. Dormir, levantase temprano para ir al trabajo, desayunar, salir al campo y sembrar, arrear el ganado, darle sal, ordeñar las vacas, regresar a la casa, almorzar, descansar, tomar café, conversar con otros en la pulpería, y volver a dormir. El rol de las mujeres se circunscribe a lo ya conocido. Ser madre, cuidar los chiquillos, hacer comida desde la mañana, lavar, volver a cocinar, limpiar su casa, aplanchar, lavar trastes y rezar, rezar mucho y de vez en cuando, sobre todo los domingos, chismear con las vecinas. De do visitar los familiares. Este es el viejo y aguantador paradigma que tanto se añora y que con algunos cambios formales, se sigue manteniendo en la actualidad, a pesar de los cambios ocurridos en todos los órdenes sociales, materiales y científicos.
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