LA CONFESIÓN
Qué de flores marchitas, qué de rodillas,
Qué de horas arenosas y amarillas,
De candelabros,
Yo hincada siempre hincada y suplicando.
Golpeando no sé dónde por mis entrañas
Desesperada
Por encontrar pecados
Dentro del alma.
Era como meterse la mano por la boca
Para sacar un mono o una sompopa.
Algo muy feo
Para poder mostrárselo al cura añejo
Que me esperaba austero tras la cortina
De aquel confesionario de negra harina.
Los panes rotos
De mis sueños sencillos, hasta aquel foso
Yo le llevaba
Como prendas de buena enreligionada
Y así aprendía
A odiar mis vanidades con mis sortijas
Y a buscar males
Donde sólo habría habido noches serenas
Pero me hincaba
Muy dentro de mí misma y le espetaba
Todo lo que podía ir recogiendo
En mis horas de santo recogimiento
De cas y ortigas
De sierpes venenosas y lagartijas
Lo que juntaba
En horas de ejercicio desmelenada
Y así aprendía
A creerme lo de afuera y lo de arriba
Que yo inventaba
A base de mi histeria dosificada.
Vírgenes dolorosas en sus sitiales
Caras almidonadas tras los vitrales
Mirando al cielo
Enseñando el camino de aquel consuelo
Me contorneaban
Y yo buscaba el suelo con la mirada
Toda cohibida
De no ser aceptable para esa vida
Cual fruta fresca
Que quiere sacar savia de rama seca.
Aprendí a mentir males para los otros
Yo soy vieja maestra en esos modos
Y ahora estoy aprendiendo en esta vida
A no mentirme males para mí misma.
FLOR ROJA
Detrás de la vitrina
Está la flor fea
La flor triste e hirsuta
la flor de piedra
La flor que cuando llega
La madrugada
Sólo tiene un sentido
Con la mirada.
La flor del campo
Temblorosa
Busca el sol con los ojos
Entre las hojas
Y encuentra
Si agua le llega
Rumor de mariposas
En sus orejas.
El campo limpio
Donde los labradores
Hicieron sitio.
¡Y si no miren
ojos mortales
la flor de la amapola
Por los trigales!
La flor del nacimiento
Y la de la novia
Suelen ser siempre blancas
¿Porqué no rojas?
Roja es la vida
Rojos los pajarillos
Roja la espiga
Todo lo que revienta
Suele ser rojo
Si se tiene bien limpio
Entrenado el ojo.
Las flores blancas
Si se miran bien vistas
Si no son santas
También son flores
Son música y palabras
Son de colores
¡Y si no miren
Ojos mortales
Mi hermana me hablo de esta pagina vine a visitarla. Es de muy buen gusto. Felicitaciones
Gracias por su comentario
Saludos
Benedicto Víquez Guzmán