EL HECHICERO LORETO
Los antiguos nada sabían. No conocían la Palabra, solo pensaban en hacer el mal.
Así fue un viejo malvado llamado Loreto, un viejo de Boruca: vivía desnudo, tan solo pensando nada más que en hacer el mal a otros borucas. A él no podían hacerle daño, lo sabían; pero el mal que él deseaba hacer, lo hacía.
Los viejos borucas tenían mucho ganado en la orilla del mar, en un sitio llamado Punta Mala.
Decía mi abuelo que cierta vez un negro llamado Black le robó a Loreto una vaca, la mató y se la comió.
Como Loreto era Suquia, se enteró pronto. Cuando vio sus ganados, supo por medio de sus piedras que Black era quien había cogido su vaca, quien la había robado. Entonces dijo que algún día se las pagaría. Tendría que morir como él lo dispusiera.
Así fue. Pasaron los días y el estómago de Black empezó a crecer. No podía él ni ponerse de pie ni caminar; su vientre era una gran carga, no podía resollar. Entonces murió.
Black tenía un hermano llamado Cachimbo. Éste, antes de que Loreto se enterara de su existencia, se encontró con él en la misma Punta Mala.
El se detuvo allá en la orilla del mar y al día siguiente muy temprano se puso a afilar bien su machete.
Entonces Loreto llegó donde él estaba a preguntarle por qué afilaba su machete tan temprano.
Cachimbo le contestó que iba a buscar cocos y le preguntó a su vez en nuestro idioma:
- ¿Y usted adónde va?
Loreto le respondió que iba a buscar una de sus vacas que no aparecía.
Entonces Cachimbo le dijo que quería ir acompañándolo un ratito.
Está bien -le dijo Loreto.
Ambos con los machetes en la mano se pusieron a caminar por la playa.
Encontrándose ya un poco retirados Cachimbo le dijo a Loreto:
- Usted sabe bien adónde van sus ganados, vaya usted adelante.
Loreto se puso a caminar adelante.
Cachimbo entonces, con toda su fuerza le dio por el cuello con el machete, cortándosela cabeza, que salió rodando por la playa.
Loreto, decapitado, corría a tientas agitando su machete a ver si encontraba a Cachimbo.
Aquel cuerpo decapitado gritaba, de su garganta cortada salía la voz. Pero se fue agotando y finalmente cayó muerto.
Las historias dicen que Cachimbo se acercó y lo tiró al mar.
Así acabó el Suquia Loreto que había matado a muchos borucas según su gusto, tal y como él había querido verlos morir.
A unos los había hecho perderse en la selva. A otros los hizo caer en el río y los entregó al Espíritu de las Aguas que se los llevo sabe Dios adónde. A otros finalmente los hizo volverse como monos, todos cubiertos de pelo.
Al cabo de uno o dos meses al extraviado lo encontraron muerto sus hijos en la orilla del mar.
Así fue la muerte de Loreto.
Narrado por Espíritu Santo Maroto.
Obsérvese que Espíritu siempre da explicaciones y se coloca como un observador presente (tiempo actual) y católico.
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