JULIETA PUENTE MC GRIGOR (Puertorriqueña)

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JULIETA PUENTE MC GRIGOR (Puertorriqueña)

(1878?)

 

Julieta Puente Mc Grigor nació en Puerto Rico en un año cercano a 1878 y muy joven se vino a vivir a Costa Rica. Ella misma solicitaba que la reconocieran como costarricense.

 

Poco se conoce de esta novelita de escasas 56 páginas escrita por Julieta Puente Mc Grigor, puertorriqueña, que se hacía pasar por costarricense.

 

La única investigación seria y documentada la hizo, recientemente, la señorita N. Salazar.

 

No conocemos la fecha de nacimiento de la autora, su origen es puertorriqueño. Pero debió nacer un año cercano a 1878, por razones varias que nos deja su fotografía, su vida cercana a la diplomacia y la temática psicológica de un amor imposible que nos hace recordar la novelita epistolar Pepita Jiménez (1874) del también diplomático y escritor español Juan Varela.

 

Tampoco se conoce su biografía, lo cierto es que vivió y publicó su  novela en Costa Rica.

 

LO QUE ESCRIBIÓ JULIETA PUENTE MC GRIGOR

 

NOVELA

 

1. Almas de pasión: 1907

 

CUENTO

 

1. La balanza: 1907

2. La nena: 1908

 

ENSAYO

 

1. Voluntad y redención: 1929

 

La novelita Almas de pasión, la publico Julita Puente  Mc Grigor en el año 1909

 

 

En 1907 la editorial Imprenta de Avelino Alsina de San José Costa Rica publica  Almas de pasión1.

 

Es una novela de escasas 56 páginas y se le dio el nombre de poema psicológico por parte del editor. En realidad es una novelita amorosa de trato psicológico.

 

La historia amorosa se centra en un narrador femenino que presenta un amor imposible del personaje Beatriz, peruana y relacionada con la diplomacia, joven que se enamora perdidamente de Rafael, su primo pues su padre, un general del ejército español murió en una batalla y su hermana lo recibe adolescente en su casa. Beatriz pronto se enamora perdidamente de él hasta llegar el momento de casarse. Fue en ese día de la boda cuando murió el joven en el mismo acto de besar a la novia. Beatriz entristeció y su vida se marchitó.

 

Esa historia la conoció el embajador de Perú, el día que se celebraba un baile en la sede diplomática y así comienza la historia del nuevo romance entre Beatriz y el joven Mauricio, un afamado artista que inició el nuevo romance con Beatriz y es ella la que le cuenta la historia de su  primer romance con Rafael.

 

Fue el inicio de ese presente narrativo de un nuevo proceso de degradación tanto de Mauricio pero sufre todo de Beatriz, que después de pasar por varios encuentros, muestras de amor y momentos tristes y otros felices, descubren que el amor entre ellos no era posible y se da la situación final, cuando Beatriz le da su último adiós y muere en la nieve de Madrid.

 

La novela se desarrolla en Madrid y termina en el mismo lugar.

 

El conflicto esencial de la novela es encontrar una solución real a una pasión amorosa, cuando ésta ha llegado trágicamente a su final. El amor entre Rafael y Beatriz era real pero el destino lo impidió con su muerte fatal y ella, por más que quisiera trocar su olvido y resucitar en el amor de Mauricio, nunca lo logró, y Mauricio no pudo cambiar su fortuna pues su amor no alcanzó para llenar el vació dejado en ella por Rafael. Terminó sintiendo lástima y dolor por el estado de Beatriz a pesar de buscar el medio de transformarla, aún proponiéndole matrimonio que nunca se consumió.

 

Ofrecemos la investigación sobre esta desconocida escritora de N. Salazar y el comentario que realizara el Venezolano  Pedro Montesinos el mismo año en que se publicó en Costa Rica esa novela  psicológica que dicho comentarista al inicio llamó Poema psicológico y al final novela psicológica. 

 

"Esta obra de 56 páginas, creación literaria de Julieta P. de MC. Grigor fue dedicada a su esposo. Sin embargo, la identidad de ella permanece desconocida hasta la fecha. En parte, como creen algunos, su figura no es destacable en las letras costarricenses del siglo pasado, o bien, se alega, en el mejor de los casos que ella no es costarricense. Mi primera exploración bibliográfica me decepcionó. Y para el colmo, quién diría, yo, un estudiante de literatura costarricense tuviera total desconocimiento referente a la primera novelista. Al paso de varias semanas de iniciar esta investigación contaba solo con la mención de Luis dobles Segreda, en su   Índice Bibliográfico de Costa Rica  (1937). Él, en unas cuantas líneas, se refiere a la novela de Julieta P. como un poema psicológico. Aunque no detalla más sobre la novela. Abrumado, como al principio de un nuevo proyecto, decido buscar en Internet alguna mención que me condujera por otro rumbo. La búsqueda valió la pena, en Google di con un libro titulado   Mi opinión sobre la paz  (1908)  de Julieta Puente de Mc. Grigor, y  publicado por la desaparecida editorial Alsina. Dicho libro fue donado por el  Marqués de Olivart  a Harvar Law Library en el año 1911. Su contenido es una disertación para el "Comité de la Paz Latino-Americano". Esa "búsqueda" aclaró que la "P" era en realidad la abreviatura de su apellido: Puente.

 

Por otra parte, en 1967 Abelardo Bonilla escribe  Historia de la literatura costarricense. Su libro, no registra la novela ¿Por qué la omitió? ¿Cómo sucedió? Quizás la respuesta la tiene el devenir de nuestra historia nacional, es decir, la mujer del siglo pasado no tenía los mismos derechos que el hombre, no era su igual. Se nota, entonces, que la crítica literaria del momento mostró escaso interés o no supo de su existencia. Sin embargo, en dos revistas costarricenses  Páginas Ilustradas  y  Athenea, se muestra la labor literaria de Puente. En la primera, se publican dos cuentos:   La balanza  (1907) y  La nena (1908). En la segunda revista se menciona que el 25 de septiembre de 1907, se recibe en calidad de socia. Ahí, ella lee su disertación en favor del sexo femenino; "en nombre del origen divino de la belleza y en nombre de las leyes naturales pido que me llaméis aquí la mujer costarricense".

También, son parte de la sección de literatura de  Athenea algunas  personalidades como Omar Dengo, Luis dobles Segreda, R. Brenes Mesén, Joaquín García Monge y María F. de Tinoco. Lo cual me lleva a pensar que Puente se desenvuelve en un círculo de escritores y pensadores costarricenses de renombre.

 

El camino se hizo más complejo. Aunque el trabajo por ordenar el conjunto de información sobre Julieta Puente estaba claro, figuran dos posiciones en torno a si es costarricense o no. Su identidad nacional aparece definida de forma inconstante: a veces costarricense, en otras ocasiones puertorriqueña. Vayamos a uno de los momentos donde se afirma la nacionalidad de nuestra escritora".

 

En agosto de 1907 la revista Páginas Ilustradas  publicó un artículo del crítico venezolano Pedro Montesinos.

 

Él se refiere a Puente como una escritora costarricense, una señora ilustrada que aspira al arte. Y destaca que "el trabajo de la escritora cuenta entre una prenda de ser una obra de análisis que estudia la conciencia femenina". Es decir, Beatriz como personaje principal, expone el mundo interior de la protagonista lleno de contradicciones. La novela entreteje un triángulo amoroso que termina en tragedia.

 

Además, en ese mismo año, Carlos Chavarría en la revista   Athenea  dedica dos cartas tituladas;   La mujer   y  La madre de familia, donde alude a Puente como una distinguida escritora. El 16 de octubre de 1907, el costarricense Emilio Zeller publica un artículo en   Athenea  sobre la novela de Puente. Por razones desconocidas Zeller escribe desde una cárcel de San José. En una breve descripción equipara   Almas de pasión  con la novela  Mariana. Cataloga  Almas de pasión  como un drama terrible, una especie de triángulo amoroso; "una rápida tragedia, que pasa ante los ojos del lector, dejando el alma herida ante una emoción intensa". En este sentido, más que un poema que busca analizar el alma femenina, es una novela que desentraña a través de los sucesos, la conciencia de la mujer.

Es decir, es una novela psicológica que muestra una nueva impresión de las bellas costumbres antillanas. En el ensayo Voluntad y redención  (1929) de Julieta Puente, hay un indicio que contradice las demás posturas sobre su nacionalidad, "Puente es una escritora puertorriqueña conocida en las letras hispanoamericanas". No queda claro hasta aquí, por qué siendo extranjera como se ha indicado anteriormente, Puente escribe y publica en nuestro país. La escasa presencia de Puente en el canon literario costarricense se deriva de determinadas condiciones socio-históricas del siglo XX. Nuestra historia de Literatura ha consistido en repetir y transmitir una construcción heredada, donde el repertorio de autores poco se ha ampliado. La posición de Puente como mujer escritora debe ser objeto de revisión, si se quiere una visión cabal de los hechos literarios costarricenses. Este fenómeno acontecido a Puente no dista mucho de ser diferente a María Fernández de Tinoco.

 

Precisamente sus dos novelas   Zulay  y Yonta  (1909) son desconocidas. En conclusión varios factores interactúan para determinar cuánto interés puede suscitar un texto y por cuánto tiempo. Ese interés parece ser un proceso de elección subjetiva de los distintos agentes culturales. El hecho es que tenemos dos escritoras poco reconocidas en nuestra literatura nacional, a pesar del primer esfuerzo recopilatorio de Ferrero (1971), en donde no menciona a ninguna escritora. La producción literaria femenina parece no encajar en el canon de la literatura nacional, aunque ésta revele uno de los vértices de la conciencia femenina en la literatura costarricense del siglo XX"

N. Salazar

 

Almas de pasión

 

"Poema psicológico. _ Por Julieta P. de Mc Grigor. C. R. -Imprenta de Avelino Alsina _1907. _ Con ingenua modestia dice de su obra la ilustrada señora de Mc Grigor que más que un libro, es un bosquejo con todos  los defectos del principiante que aspira al arte., pero que no puede  llegar a la forma perfecta, por falta de costumbre. Se trata, pues, de un ensayo en que el fino juicio de una mujer inteligente estudia un alma femenina perturbada por los impulsos de un temperamento ardiente, por ideales aspiraciones de felicidad y una concepción errónea  de vida. Almas semejantes o se pliegan ante los prosaísmos de la realidad terrena o sucumben en la lucha que empeñan contra el desconcierto de sentimientos ajenos, de rastrero volar y rudo egoísmo. Son seres predestinados al martirio y al dolor, que llevan en sí mismos el filtro de la pasión que les envenena la vida. El trabajo de la escritora costarriqueña cuenta entre sus prendas la de ser obra de análisis donde  estudia sucesos que desenvuelven en una conciencia femenina, en que lo imaginativo vela con las abigarradas gasas del ensueño enfermizo la visión de lo externo material. ¿Cómo ha llevado a cabo la inteligente señora Mc Grigor su labor de análisis y de exposición? Con discreta sobriedad en cuanto a lo pasional, con frase viva en los detalles, con calor en el estilo, con escaso brillo y movimiento en el lenguaje, con acierto, propiedad y galanura en el conjunto. Su Beatriz no es un espíritu del todo equilibrado. ¿Por qué el recuerdo del primer amor "la ata a un muerto con la majestad de un deber terrible dictado por el remordimiento de su conciencia", cuando tal remordimiento es en vano escrúpulo, preocupación apenas concebible, para quien, como ella, sabe que su novio sucumbió a la ruptura de una aneurisma y que, además, nadie puede acusarla ni siquiera de haber soñado con esa desgracia? Como mujer supersticiosa, rechaza la proposición de matrimonio que le insinúa Mauricio, su segundo adorador, pero luego, empujada por su pasión y su idealismo, no exentos de la sombra sensual, cae, sin que por lo pronto tema contaminar su amor con el deleite, generador del tedio y del cansancio, mensajero de la desilusión y la tristeza. Sin embargo, exigir cordura a la pasión es insensatez y en el presente caso sería derribar el pedestal en que descansa toda la obra. En vano lucha Beatriz para revivir la pasión muerta en el pecho de Mauricio, estropeada por el sufrimiento y herida en el alma por la desesperanza; en vano agota para lograrlo las lágrimas de sus hermosos ojos, las suplicantes caricias de su ternura femenina. Y entonces, dulcemente, se irguió con dignidad en la desolación de su infortunio, y, como una rosa blanca tronchada por el cierzo helado, cayó sobre la nieve que la cubrió con el sudario de la muerte. Almas de pasión es bella promesa que nos hace esperar nuevas creaciones de la distinguida escritora Julieta de Mc Grigor. Sabe sentir y pensar, dos condiciones que la harán triunfar en el campo de la novela psicológica; posee rica imaginación y habilidad y arte para comunicar al lector la sensación que agita el alma de sus personajes".

 

Pedro Montesinos

 

El Tocuyo, Venezuela, agosto de 1907

Páginas Ilustradas, San José CR, p. 2663



1 Puente Mc Grigor, Julieta. Almas de pasión. Editorial Alsina, San José, 1907.

 

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