MIRTA GONZÁLEZ SUÁREZ
(1948)
Mirta González Suárez nació en San José, el día 29 de setiembre del año 1948. Catedrática jubilada de la Escuela de Psicología en la Universidad de Costa Rica y ex-subdirectora del CIEM. Cuenta con un total de 48 publicaciones, entre ellas, Aprendiendo a ser mujer, Conversaciones con obreras, El sexismo en la educación: la discriminación cotidiana, Psicología de la mujer y la más reciente, Psicología Política.
En 1992 recibió el premio al mejor ensayo de parte de la Universidad Autónoma de México, por su investigación sobre La identidad y conciencia latinoamericana: la supervivencia futura, trabajo que realizó con el Dr. Daniel Flores Mora. En 1986 recibió la distinción Fulbright para la investigación, la cual dedicó al estudio del sexismo en los textos de Estados Unidos, comparándolos con los de Costa Rica. Además se desempeñó en 1993 como la primera directora de la Maestría en Estudios de la Mujer.
LO QUE HA ESCRITO MIRTA GONZÁLEZ SUÁREZ
NOVELA
1. Crimen con sonrisa: 2013
Esta es la única obra "literaria" que ha escrito Mirta González Suárez1 y fue galardonada con el premio Aquileo Echeverría del año 2013.
Somos del criterio de que esta obra no reúne los rasgos genéricos ni literarios para ser una novela y menos catalogarse como literaria. Lo que sí podemos asegurar es que ella es un documental histórico bibliográfico tanto de la escuela de psicología de la universidad de Costa Rica como del crimen en la reciente historia costarricense.
En un reportaje de La Nación, con la asignación del premio, Fernando chaves Espinoza, el 15 de febrero del año 2014, dice:
"Crimen con sonrisa recorre 30 años de la historia reciente costarricense. Entretejida con el acontecer político, se encuentra una estela de crímenes brutales que han dejado cicatrices sobre lo que somos.
La novela de Mirta González Suárez (Editorial UCR) resultó la ganadora del Premio Aquileo J. Echeverría en la rama de Novela, compartido con Guirnaldas (bajo tierra), de Rodolfo Arias Formoso.
Es la primera gran incursión de su autora en la ficción, pero nació del ámbito académico. González fue profesora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Costa Rica y, tratando de narrar la historia de esa escuela, acabó aventurándose en la ficción.
El reto empezó con la solicitud de una revista académica brasileña de contar esa historia.
"Me di cuenta de que me faltaba mucho por decir y de que habían cosas muy importantes que eran parte de la vivencia de la escuela y que, en un artículo científico, las palabras eran insuficientes, y que incluso estaba alejado de la verdad", asevera González.
Para la autora, el objetivo del lenguaje científico impedía reconocer heroísmo y sentimientos en sus personajes. "Quería dejar plasmada esta parte que es como buscar dentro de la gente hechos que le han sucedido, que le cambian la vida, y que no se va a ver en ninguna revista científica", considera.
Doble viaje. "La Escuela de Psicología tiene algo que es que dentro de nuestra propuesta se dice que es 'una escuela de cara a la realidad", afirma González. Así, para contar su devenir era inevitable ubicarla en el contexto nacional que la rodeaba.
El relato se transformó en ficción cuando González descubrió que no podría publicar nada con los nombres reales de los protagonistas. Para la autora, tal condicionamiento legal es una afrenta a la libertad de expresión.
"Yo pienso que la gente debe tener derecho a decir cosas, y la otra persona tiene derecho a defenderse y decir que no es cierto", afirma. Sin embargo, no está de acuerdo con que esta situación signifique, de inmediato, una demanda.
"Eso se ha convertido en una costumbre que lleva a la autocensura", declara.
Una vez sorteado el obstáculo y con el protagonista ficticio de Juan, en la novela se fueron colando más detalles del acontecer nacional. La historia empieza en 1977 y concluye el 7 de octubre del 2007, fechas que enmarcan importantes cambios en la sociedad costarricense. Personajes como Ernesto Cardenal y Marilyn Monroe se cuelan entre lo personal y lo político en la trama.
"Todas las personas estamos rodeadas de asesinatos, que nos van dejando cosas. Son heridas sociales; más aún cuando son impunes", dice González. "Nos vamos olvidando. Nos vamos acostumbrando a los crímenes", lamenta.
Así, hechos como la muerte de Viviana Gallardo y los crímenes del psicópata dejan sus cicatrices morales en Juan y, con él, van cuestionando al lector, según González. "¿Usted dónde se va a posicionar: con la víctima de un asesinato o con el asesino?", reclama."
La misma autora confirma nuestra afirmación. No basta cambiar los nombres de los personajes para lograr una obra literaria.
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