RODOLFO BORBÓN SARTORESI
(1919)
Rodolfo Borbón Sartoresi nació en San José el día 22 de agosto del año 1919 y vive en Escazú. Trabaja en la municipalidad. Estudió en la Escuela Roosevelt y Buenaventura Corrales. Hizo la secundaria en el Liceo JJ. Vargas Calvo, química y Odontología en la Universidad de Costa Rica.
LO QUE HA ESCRITO RODOLFO BORBÓN SARTORESI
NOVELA
1. La dama de Mongolia: 2014
Esta novela se la publica la EUNED a sus 95 años1.
La Editorial Universidad Estatal a Distancia acaba de publicar La dama de Mongolia, novela de Rodolfo Borbón Sartoresi.
Así la comenta Inés Trejos de Montero en El Librero, La Nación Áncora, 10 de mayo del año 2015.
"Exceptuando las novelas de aventuras de mis lejanas infancia y juventud, pocas veces he leído una obra tan interesante, tan completa y tan llena de información acerca de los lugares donde se desarrollan sus escenas, como para que el lector no se sienta partícipe de lo que sucede.
La novela nos traslada a Londres, Moscú (Rusia), Ulaan Bathaar (Mongolia), Múnich y Erlangen (Alemania), y finalmente a Nueva York. Las instituciones arqueológicas y científicas mundiales y sus personajes son creíbles y nos hacen partícipes de sus ambiciones, sus intereses y sus esperanzas.
Una vuelta al mundo
En resumen, es una novela que atrapa al lector, entusiasmándolo con cada nueva página y haciéndolo tomar partido con las peripecias de sus personajes.
El libro presenta el viaje, desde Rusia hasta Mongolia, de dos personajes utilizando el famoso tren transiberiano, periplo de varios días, con la multicolor presencia de diversas nacionalidades, paisajes y costumbres.
Ese viaje lleva al lector a considerar la posibilidad de imitarlos. En estos días, los viajes a veces no son tan rápidos como se quisiera; los aeropuertos son aburridas trampas; los aviones, cada vez más estrechos, y su atención, tan alejada de otras épocas, cuando viajar era un placer, sin mencionar las filas interminables de los aeropuertos y sus oficinas de chequeos, donde el pasajero se siente peligrosamente acechado y acorralado por las dudas de los personeros de Inmigración y Aduanas.
Así, en estos tiempos, imaginar un traslado en tren, de varios días, con comidas ya sea en el restaurante o en la cabina particular, supone un verdadero deleite.
Debe de ser extraordinario asomarse a las ventanillas y ver el paisaje, tan diverso, transcurrir ante los ojos, permitiendo apreciar mucho de lo que imaginamos, pero no vivimos.
Por otro lado, el aspecto científico que supone la resucitación (si así pudiera llamarse) de la Dama de Mongolia confiere un singular panorama de lo que la ciencia moderna puede lograr, uniendo voluntades y conocimientos.
Tales pasos, minuto a minuto, para lograr esquivar todos los tropiezos, lógicos en ese tipo de transformación, confiere a la novela una certeza de que no estamos entre las páginas de un libro, sino en un caso de la vida real.
Cuando emerge finalmente la Dama y empieza a conocer el mundo al que llega 2.500 años después de su muerte y su congelamiento en uno de los desiertos de Mongolia, hay una especie de panorama del tiempo actual, con sus avances y retrocesos que todos conocemos, pero que, inmersos en él, no podemos sino absorber y pasar por alto.
Lo que sí parece poco probable es que la Dama, por más que se suponga que tiene una inteligencia privilegiada, haya podido retener tantos conocimientos de la política mundial y de la humanidad como para que su discurso, ante las Naciones Unidas, tuviera la amplitud y la sapiencia demostradas.
Es lástima que esta novela, hermosamente plasmada en un libro, contenga (aunque bien se ha dicho que no hay publicación sin fallas) unos pocos errores de ortografía que hubieran podido obviarse con una revisión exhaustiva".
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